Fidel
Soldado de las Ideas
Después de tres sesiones en que se ha estado discutiendo este problema, en que se han planteado muchas cosas de interés, que muchas de ellas han sido discutidas aunque otras hayan quedado sin respuesta —aunque materialmente era imposible abordar todas y cada una de las cosas que se han planteado—, nos ha tocado a nosotros, a la vez, nuestro turno; no como la persona más autorizada para hablar sobre esta materia, pero sí, tratándose de una reunión entre ustedes y nosotros, por la necesidad de que expresemos aquí también algunos puntos de vista.
Teníamos mucho interés en estas discusiones. Creo que lo hemos demostrado con eso que llaman "una gran paciencia" (RISAS). Y en realidad no ha sido necesario ningún esfuerzo heroico, porque para nosotros ha sido una discusión instructiva y, sinceramente, ha sido también amena.
Para nosotros, es decir para el pueblo, la tarea que tenía delante el día 1ro de enero de 1959 era una tarea grande y una tarea dura. En aquellos momentos era la alegría, la alegría de ver romperse aquellas cadenas, cadenas de oprobio y de sangre, cadenas de injusticia y de crimen, cadenas que ahogaban a un pueblo en la humillación y en la miseria y sobre todo en la falta de esperanza.
Gracias a que hay un sentimiento que se llama amor a la patria, somos fuertes; gracias a que hay un sentimiento de amor a los semejantes y de solidaridad de todos para con todos, somos fuertes; gracias a que hay un estado mental que se llama conciencia revolucionaria, somos fuertes.¡No somos fuertes porque tengamos milicias, sino que tenemos milicias porque hay espíritu revolucionario y unión en el pueblo!; somos fuertes no porque tengamos fusiles, sino porque hay hombres y mujeres dispuestos a manejar esos fusiles, porque hay un pueblo que está dispuesto a usarlos en defensa de sus derechos sagrados y de sus grandes aspiraciones.
Hoy he visto —como decía— más gloriosa y más heroica a nuestra patria, más admirable a nuestro pueblo digno de admirarse como se admira a una columna que regresa del combate, digno de identificarse y solidarizarse con él como se solidarizan los hombres de un ejército después de una batalla.Lo que importa no son los claros en las filas; lo que importa es la presencia de ánimo de los que permanecen en pie.
En la organización de los pioneros ustedes van a aprender muchas cosas. ¿Ustedes saben la historia de antes?, ¿a ustedes les han contado cómo era antes? Antes, los niños no tenían organización; antes, unos niños eran ricos y otros niños eran pobres; antes, unos niños tenían todas las cosas en abundancia y otros niños no tenían nada; unos niños tenían zapatos, otros niños no tenían zapatos; unos niños tenían ropas, otros niños no tenían ropas; unos niños tenían juguetes y otros niños no tenían juguetes; unos niños tenían escuelas, otros niños no tenían escuelas; unos niños tenían médicos, otros niños no tenían médicos; unos niños podían ir a las playas y otros niños no podían ir a las playas.
Y si cualquier revolución en cualquier época de la historia podría calificarse como de una tarea difícil, la más difícil de todas las revoluciones, puesto que es la más radical y la más profunda en la historia de la humanidad, es la Revolución socialista. La Revolución socialista tiene alcances mucho más amplios que ninguna de las revoluciones anteriores en la historia de la humanidad, porque es precisamente con la Revolución socialista que las clases sociales, la diferenciación entre explotadores y explotados desaparece por primera vez desde que surgió también un día en la historia de la humanidad.
Algunas gentes no han sido capaces de comprender todo lo que significa en el orden social, en el orden moral y en el orden revolucionario este esfuerzo. Naturalmente que la contrarrevolución suele recibir golpes muy duros frente a cada éxito de la Revolución, naturalmente que en las filas de la contrarrevolución cunde el desaliento cuando presencian los avances abrumadores de la obra revolucionaria, naturalmente que estas cosas desganan y desmoralizan a los contrarrevolucionarios; naturalmente que los contrarrevolucionarios se preocupan muy seriamente de cuanto éxito alcanza la Revolución, ¡porque saben que con esto la Revolución está construyendo sobre cimientos indestructibles su obra!
Nosotros debemos combatir contra nuestros errores, nosotros debemos combatir contra nuestras deficiencias. Pero no se olvide nunca nadie que esos errores y esas deficiencias son los errores y las deficiencias de un pueblo, de un pueblo humilde, de un pueblo pobre haciendo su Revolución.
De la producción azucarera, que fue históricamente la base de nuestra economía, no podemos prescindir; además, es una producción que no está mecanizada.
Antes no se hubiera podido celebrar una fiesta como esta ; antes no habrían podido reunirse los trabajadores y los campesinos de esta región con la alegría con que se reúnen hoy. Antes, este central azucarero no era del pueblo; antes, estas tierras no eran de los campesinos. Hoy, este central azucarero es del pueblo, estos obreros han trabajado para el pueblo; estos obreros que antes trabajaban para el dueño de este central azucarero, para enriquecer a los dueños de todos los centrales azucareros de Cuba, hoy han estado y están trabajando para el pueblo. Antes, estos campesinos trabajaban para los dueños de esas tierras; hoy, estos campesinos están trabajando para ellos, y por eso es que hay tanta alegría aquí en este central en la tarde de hoy.
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