Fidel
Soldado de las Ideas
Me llamó la atención que ninguna de mis amigas, las agencias cablegráficas de información, dijeran una palabra el sábado de la alta valoración que la UNESCO expresó sobre la educación en Cuba que, a pesar de las acciones de los Estados Unidos, rebasa los niveles alcanzados por los demás países de la región, como si eso no tuviera nada que ver con el respeto a los derechos humanos.
Hace solo unos días, una persona amiga me envió el texto de una declaración de la empresa Gallup, famosa firma encuestadora de Estados Unidos. Me puse a hojear el material con la natural desconfianza por la información mentirosa e hipócrita que usualmente se emplea contra nuestra patria.
Se conoce que en los países industrializados y ricos las personas invierten en alimentos, como promedio, alrededor del 25 por ciento de sus ingresos. Los que pertenecen a los pueblos que fueron mantenidos por aquellos en el subdesarrollo económico, requieren para este fin hasta el 80 por ciento de sus ingresos. Muchos pasan hambre física y sufren enormes diferencias sociales. Las tasas de desempleo son, como norma, dos o tres veces mayores; la mortalidad infantil se expresa en proporciones todavía más altas, y la perspectiva de vida se reduce hasta dos tercios de la que disfrutan aquellos. El sistema es sencillamente genocida.
La desprestigiada forma de suspender las sanciones a Cuba que acaba de adoptar la Unión Europea el 19 de junio ha sido abordada por 16 despachos internacionales de prensa. No implica en lo absoluto consecuencia económica alguna para nuestro país. Por el contrario, las leyes extraterritoriales de Estados Unidos y, por lo tanto, su bloqueo económico y financiero continúan plenamente vigentes.
Una idea básica ocupaba mi mente desde mis viejos tiempos de socialista utópico. Partía de la nada con las simples nociones del bien y el mal que a cada cual le inculca la sociedad en que nace, lleno de instintos y carente de valores que los padres, en especial las madres, comienzan a sembrar en cualquier sociedad y época.
Los jefes y funcionarios imperiales trabajan febrilmente amenazando a todos con su brutal fuerza, pero el imperio es insostenible y no desiste. Tiene sed de sangre. ¡Hay que denunciarlo tenazmente!
El imperio no se resigna a ser el único perdedor en la reunión del Grupo de Río celebrada en Santo Domingo el 7 de marzo. Desea armar de nuevo el sangriento tinglado. No es difícil demostrarlo.
Raúl lo había invitado. Dijo que no quería verme para no contagiarme con el virus de la gripe. Puros pretextos para no someterse a la tortura de mis preguntas habituales. ¿Para qué tomo la Vitamina C? ―le mando a decir. ¿Acaso se van a enfermar todos los jefes y jefas de Estado que estaban en la calurosa y feliz reunión final del Grupo de Río?
En la reflexión titulada “Bush en el cielo”, publicada por nuestra prensa el pasado 23 de marzo, afirmé que Bush haría de las suyas durante la reunión de la Alianza Atlántica en Bucarest, capital de Rumania, los días 1º, 2 y 3 de abril.
La Hojilla, programa de Venezolana de Televisión, se encargó de seleccionar, a lo largo de meses hasta ayer 5 de marzo, datos y frases que reflejan con precisión el plan imperialista de hacer con Chávez lo que se hizo con Milosević después de la guerra genocida de Kosovo: juzgarlo en el Tribunal Penal Internacional.
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