Fidel
Soldado de las Ideas
Nosotros les agradecemos todas las atenciones y los obsequios, el tonelito de aguardiente, la maquinita computadora, y de verdad que esa maquinita es todo un símbolo. En nuestro país todo el que tiene que sacar cuentas y trabajar en la economía pide ese tipo de máquina. El único lugar donde nosotros la podíamos adquirir era en Japón, y nos satisface mucho ver que ya Bulgaria está produciéndola. Eso es un gran avance y una gran noticia para nuestro país y para todos los países del campo socialista, y nosotros comprendemos muy bien el mérito que tiene haber desarrollado estas máquinas.Nos faltaba decir que en Cuba, según nos contaba el compañero Secretario del distrito, muchos de los técnicos de la agricultura son procedentes de este distrito.
No vamos a hablar un lenguaje diplomático, vamos a hablar un lenguaje revolucionario. No siempre lo diplomático y lo revolucionario están contrapuestos, algunas veces se contraponen y otras veces se identifican. En este caso nos olvidamos de los aspectos diplomáticos de la cuestión y nos ceñimos al aspecto netamente revolucionario. ¡¿Para qué andar con términos medios?! No se puede abordar este tema sin ofender a unos cuantos, aunque no haya intención de ofender a nadie, sin herir a unos cuantos; no es posible abordar esta cuestión sin que ello conlleve enemistades.
Al llegar aquí preguntábamos qué era este lugar, y nos explicaron que este era el palacio de la burguesía en ascenso, que a fines del siglo pasado se reunía aquí. Y trataba de imaginarme aquellos tiempos, trataba de imaginarme aquellos hombres. Ellos se reunían por razones diferentes, muy diferentes a las nuestras. Ellos celebraban sus victorias sobre los obreros, sus luchas guerreristas imperialistas. Era una clase frívola, explotadora, que no tenía nada digno, nada honroso que defender, nada noble por lo cual luchar; eran ambiciosos, eran egoístas, eran individualistas.
Generación tras generación, los revolucionarios cubanos han sabido cumplir su deber. Su deber con la patria y su deber con el mundo, su deber de llevar adelante la revolución socialista, de transformar la sociedad cubana, y expresar a la vez su solidaridad con todos los pueblos que luchan, y seguir consecuentemente los principios internacionalistas que son la esencia misma del marxismo-leninismo. Julio Antonio Mella, un día dijiste que aun después de muertos somos útiles, porque servimos de bandera. ¡Y así ha sido! ¡Tú fuiste siempre bandera de nuestros obreros y nuestros jóvenes en las luchas revolucionarias, y hoy eres bandera alentadora, ejemplar, victoriosa e invencible de la Revolución socialista de Cuba!
Creo que nuestro pueblo revolucionario, entusiasta, inteligente, optimista, cree en sí mismo, y nosotros los dirigentes debemos creer en el pueblo y creer en los hombres , y saber todo el caudal de energía moral y todo el caudal de bondad y de generosidad que se puede encerrar en el corazón humano, y hacer todo lo que sea necesario para que las mejores virtudes del hombre se desarrollen, y todo lo necesario para que los sentimientos egoístas del hombre desaparezcan .
Aprendimos a luchar en condiciones adversas y difíciles. Fue una lucha larga y dura, que costó a nuestro pueblo miles y miles de las vidas de sus mejores hijos. ¿Y, sin embargo, por qué los soldados tuvieron que seguir siendo soldados? ¿Por qué nuestro pueblo todo tuvo que comenzar el largo aprendizaje del empleo de las armas? ¿Por qué nuestro pueblo no pudo disfrutar de paz? ¿Por qué nuestros hombres, en su inmensa mayoría, se vieron en la necesidad de trabajar ardua y tesoneramente durante estos 15 años, estudiar y aprender el dominio de las técnicas modernas y constituir estas poderosas Fuerzas Armadas que hoy contamos? Sencillamente porque el primero de enero de 1959 concluía solamente una fase de esa lucha.
Desde esta misma ciudad, en aquel acto del Park Garden, dijimos que en 1956 seríamos libres o seríamos mártires.Habíamos ofrecido con aquellas palabras a la nación cubana en medio del descreimiento y el escepticismo, que nosotros empeñábamos nuestra palabra de honor, de que en 1956 se iniciaría la lucha revolucionaria. Era difícil comprender aquello.
Nuestros jóvenes, los jóvenes cubanos y los jóvenes guineanos, deben estar preparados en todos los campos, en primer lugar en el campo de las ideas revolucionarias, en el campo de la conciencia, en el campo de la organización, en el campo del trabajo, en el campo de la técnica y en el campo del combate. Es decir, tienen que estar capacitados para crear, para trabajar y para combatir. No se puede concebir el futuro de este continente sin la idea de que es necesario luchar, de que es necesario trabajar, sin la idea de estar preparados y estar dispuestos a combatir
Dos pueblos que para conquistar y asegurar su independencia han tenido que librar una lucha extraordinaria y sangrienta en los tiempos contemporáneos. Si a estas dos revoluciones unimos la Revolución Cubana en este hemisferio, tendremos ahí tres grandes ejemplos del proceso revolucionario actual en tres continentes diferentes: en Asia, en Africa y en América Latina (APLAUSOS). Tres grandes luchas contra el colonialismo y contra el imperialismo; en definitiva, contra el mismo imperialismo, porque detrás del colonialismo y el imperialismo francés en Viet Nam estaba el imperialismo yanki, y cuando los imperialistas franceses fueron vencidos, los imperialistas yankis los sustituyeron; en Argelia, detrás del imperialismo francés, apoyándolo con recursos financieros y con armas, estaba el imperialismo yanki; y en Cuba, frente a la Revolución Cubana ha estado el imperialismo yanki
Tenemos la convicción de que se forman nuevas generaciones en una cultura general, en una preparación técnica y política incomparablemente superior a las pasadas generaciones. De ese cambio esta región es una verdadera muestra. Ya no tenemos un Presidio Modelo, ni presidio de ninguna clase en esta Isla. Ahora tenemos una Isla modelo, un modelo de desarrollo económico y social, un modelo de trabajo de nuestra juventud y del espíritu de nuestra juventud, y un brillante modelo de la revolución educacional que ha ido teniendo lugar en Cuba durante estos años.
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