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Fidel y su juventud de vanguardia

Durante toda su vida revolucionaria, el Comandante en Jefe Fidel Castro no se cansó de intercambiar con los jóvenes, a quienes veía como una fuerza imprescindible en la edificación de la patria nueva. Sus ideas continúan vivas, en diálogo permanente con las nuevas generaciones, como guía para los tiempos de hoy y de mañana.
 
Páginas de heroísmo
 
«¿Por qué miramos con admiración a los jóvenes?, ¿por qué miramos con cariño a los jóvenes? Miramos con admiración y con cariño a los jóvenes porque los jóvenes han hecho mucho por esta Revolución nuestra, porque los jóvenes han escrito páginas de heroísmo muy grandes en esta Revolución nuestra; porque los jóvenes nos han dado sobradas razones en todos los órdenes para tener fe en los jóvenes.
 
«Creer en los jóvenes determina una conducta, y la conducta de nosotros, dirigentes revolucionarios, no sería la misma si no tuviésemos fe en los jóvenes, si no creyésemos en los jóvenes, nuestra conducta y nuestra actitud sería distinta; nuestro trabajo con los jóvenes sería distinto y los resultados, de no creer o de creer, serían también muy distintos.  
 
«Es necesario que creamos en los jóvenes. Creer en los jóvenes no es ver en los jóvenes a la parte del pueblo simplemente entusiasta; no es ver en los jóvenes a aquella parte del pueblo entusiasta pero irreflexiva; llena de energía, pero incapaz, sin experiencia. Creer en los jóvenes no es ver a los jóvenes simplemente con ese desdén con que muchas veces las personas adultas miran hacia la juventud.
 
«Creer en los jóvenes es ver en ellos además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la patria, fe en la patria!, ¡amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos!, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas.  
 
«Creer en la juventud es ver en la juventud la mejor materia prima de la patria, la mejor materia prima de la juventud, de la Revolución; creer en la juventud es mirar todo lo que nuestra juventud puede hacer; es ver en esa juventud los dignos continuadores de la obra revolucionaria; es ver en la juventud a mejores continuadores o constructores de la obra revolucionaria mejores todavía que nosotros mismos». (Clausura del Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, en el Estadio Latinoamericano, el 4 de abril de 1962)

En la boca del monstruo
 
«Hay mucho que meditar sobre todo esto, porque nosotros estamos aquí en las fauces mismas del imperialismo, con la boca abierta siempre, que recuerda la boca de un tigre, con colmillos y todo, o la boca de un tiburón, y nosotros llevamos ya, vamos acercándonos, o hemos sobrepasado ya los 23 años de Revolución en la boca del monstruo. Y el monstruo trata —y sigue tratando— de crearnos problemas, de crearnos dificultades, de extremar su bloqueo, etcétera, ¿por cuánto tiempo? Nadie sabe. Pero esperamos resistir al monstruo, en cualquier variante, lo mismo si trata de engullirnos, procurar crearle la más terrible de las indigestiones, como si el monstruo lograra crearnos más dificultades en el terreno económico, cualesquiera que sean, cualesquiera que sean. Estamos decididos a seguir enfrentando al monstruo y a ganar cualquier batalla en cualquier campo y vencer cualquier dificultad, las más inimaginables, como si nos impusieran un bloqueo naval total, para citar un ejemplo, o nos impusieran cualesquiera otras fechorías. Estamos seguros de que vamos a resistir con ustedes en la vanguardia, con nuestra juventud». (Acto de clausura del 4to. Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, el 4 de abril de 1982)

Una lucha de ideas
 
«Una de las cosas extraordinarias de nuestra Revolución es que desde que vino al mundo —y pudiera decirse que las ideas de nuestra Revolución se engendraron en aquella colina universitaria— hubo estrecha vinculación de hermanos gemelos, y casi casi podría decirse de hermanos siameses, entre Revolución y juventud. Vayan a buscarla en algún otro país del mundo en un grado tan alto como el que existió, existe y existirá siempre en este profundo proceso revolucionario. Nuestra Revolución cada día renace, porque las ideas que representamos, la justicia que defendemos, la causa por la que luchamos, es hoy la causa, y no puede haber otra causa que la causa de miles de millones de personas en este planeta.
 
«Y digo ideas porque esta lucha de la que estamos hablando va a ser fundamentalmente una lucha de ideas; no serán guerras. Los problemas del mundo no se resolverán con armas nucleares, es imposible, ni se resolverán mediante guerras; e incluso digo más, no se resolverán mediante revoluciones aisladas que, en el orden implantado con la globalización neoliberal, pueden ser aplastadas sencillamente en cuestión de días o cuando más de semanas.
 
«No por ello, sin embargo, podemos descuidar la defensa ni un minuto, porque con las crisis inevitables, un cambio de administración, un grupo fascistoide o una extrema derecha en el poder, es suficiente para que el imperio vuelva a sus viejas andanzas. Los peligros de agresiones militares no pueden descartarse. Hoy la batalla real es la batalla de ideas». (Discurso en el 7mo. Congreso de la UJC, el 10 de diciembre de 1998)

Seguir creando y luchando
 
«El imperio se enfurece y proclama con pasmoso cinismo que hay que liberar a Cuba, traer la democracia a este pueblo esclavizado y enseñarlo además a leer y a escribir, según proclaman en su programa de transición hacia el capitalismo. Las masas, en parte todavía engañadas por el diluvio de mentiras y calumnias que emanan de los poderosos medios de divulgación imperialistas, nos creerán cada vez más a medida que vayan despertando a las realidades que les esperan y comprendan que la diferencia entre nuestro sistema y el que propugna el imperio es abismal.  
 
«Ni agresiones, ni bloqueos, ni acciones terroristas, ni desintegración del campo socialista, ni dominio unipolar del mundo, ni la toma del poder en Estados Unidos por la extrema derecha que advertimos en 1998 como algo posible y hasta probable, ni las amenazas de exterminio, pudieron quebrantar el espíritu de lucha de nuestro pueblo heroico.
 
«Seguiremos creando y luchando.  Ya nadie tendrá jamás fuerzas para volver a encerrar en la botella el genio de un pueblo que escapó para siempre del saqueo, la humillación y el oprobio». (Discurso en la clausura del 8vo. Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, el 5 de diciembre de 2004)

Si los jóvenes faltan...
 
«El ser humano necesita aferrarse a una esperanza, buscar en la propia ciencia una oportunidad de supervivencia, y es justo buscarla y ofrecérsela. En ese futuro no tendrían espacio posible las horribles injusticias que el sistema capitalista desarrollado ofrece hoy junto a una tiranía mundial.
 
«Ser o no ser» —creo que dijo Shakespeare en uno de sus dramas. Esa es la alternativa de los jóvenes. Cualquier otra cosa sería vivir en el más idílico de los mundos algunas decenas de años, que en la historia del tiempo no serían más que unos segundos.
 
«Si los jóvenes fallan, todo fallará. Es mi más profunda convicción que la juventud cubana luchará por impedirlo. Creo en ustedes». (Respuesta al Mensaje de la Juventud Comunista, el 23 de junio de 2007)

Dialécticos y creadores
 
«A los revolucionarios más jóvenes, especialmente, recomiendo exigencia máxima y disciplina férrea, sin ambición de poder, autosuficiencia, ni vanaglorias. Cuidarse de métodos y mecanismos burocráticos. No caer en simples consignas. Ver en los procedimientos burocráticos el peor obstáculo. Usar la ciencia y la computación sin caer en lenguaje tecnicista e ininteligible de élites especializadas. Sed de saber, constancia, ejercicios físicos y también mentales.
 
«En la nueva era que vivimos, el capitalismo no sirve ni como instrumento. Es como un árbol con raíces podridas del que solo brotan las peores formas de individualismo, corrupción y desigualdad. Tampoco debe regalarse nada a los que pueden producir y no producen o producen poco. Prémiese el mérito de los que trabajan con sus manos o su inteligencia.
 
«Lo bueno se espera, lo malo sorprende y desmoraliza. Estar preparado para lo peor, es la única forma de prepararse para lo mejor.
 
«Mientras no se tome conciencia de esas realidades, ningún esfuerzo puede realizarse para “impedir a tiempo”, como diría Martí, que el imperio al que vio surgir por haber vivido en sus entrañas, destroce los destinos de la humanidad.
 
«Ser dialécticos y creadores. No hay otra alternativa posible».
 
(Fragmentos de la Reflexión Regalo de Reyes, el 14 de enero de 2008)
 
Un deber consagrado
 
«Un colosal crimen se comete con miles de millones de adolescentes y jóvenes de ambos sexos, cuyas maravillosas inteligencias son manipuladas por los medios masivos de información, e incluso muchos de ellos, fundamentalmente varones, son convertidos en soldados para morir en guerras injustas y genocidas que se llevan a cabo en cualquier parte del planeta Tierra.
 
«El sistema económico que ha prevalecido es incompatible con los intereses de la humanidad. Debe cesar y cesará.
 
«Las nuevas generaciones de jóvenes cubanos harán llegar su mensaje, que nació de la experiencia vivida por su Patria, cumplirán un deber sagrado que le impuso la época que les correspondió vivir. Lo harán con humildad y con la verdad en la mano, sin la estúpida creencia en superioridades raciales o nacionales de índole alguna». (Mensaje a los jóvenes cubanos, el 30 de julio de 2010)

Fuente: 

Juventud Rebelde

Fecha: 

17/11/2017