Una Revolución por los jóvenes, y con ellos
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La víspera del aniversario 60 de la Unión de Jóvenes Comunistas se convirtió en el contexto ideal para que el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, celebrase la fecha junto a más de un centenar de jóvenes que, trabajo voluntario mediante, saludaron la fecha con la contribución a la producción agrícola, una prioridad para nuestro país.
En la finca estatal El Valiente, del Wajay, perteneciente a la Empresa Metropolitana Agropecuaria del municipio de Boyeros, llegaron bien temprano en la mañana para sembrar tres hectáreas de yuca y maíz, porque es menester potenciar estos cultivos y hasta el más pequeño aporte importa, como también es esencial sentirse parte de todo lo que se haga en pos de la economía y la sociedad a la que aspiramos.
En eso insistió el Primer Secretario del Partido, y en lo decisivo que resultan las nuevas generaciones en todas esas batallas, pues lo han demostrado en momentos críticos como el combate contra la pandemia desde cualquier frente, incluyendo la creación de las vacunas, en la propia producción de alimentos, y lo deben continuar haciendo desde las redes sociales, contando siempre la verdad sobre Cuba al mundo.
Con esas motivaciones llamó a no quedarnos con los brazos cruzados, y aseguró que con «el talento, la inteligencia y las convicciones, también con sacrificios, porque las cosas que tenemos por delante son complicadas, vamos a avanzar».
Ejemplificó, en ese sentido, que si llevamos a todo el ímpetu y la fuerza con que no solo resistimos, sino que innovamos ante el embate de la COVID-19, «qué no podremos hacer independientemente de si nos asfixian, pero tiene que ser la juventud quien lidere esos procesos».
ARMAS ENEMIGAS PARA POLITIZAR: EL 11 DE JULIO, LA EMIGRACIÓN…
Díaz-Canel comentó sobre un asunto muy actual, la migración, en especial de la juventud, y al respecto dijo primero que este es un fenómeno normal en el mundo entero, pero que se politiza mucho si sucede en Cuba.
«Cuando se inició la Revolución los primeros que alentaron la emigración irregular fueron los distintos gobiernos estadounidenses. Cuba no se opone a una migración legal, ordenada y segura», afirmó.
Recordó los antecedentes de este fenómeno y los tantos incumplimientos de los acuerdos en esta materia de Estados Unidos con nuestro país.
Dijo, por ejemplo, que el compromiso de otorgar a la Isla no menos de 20 000 visas anuales no se ha cumplido desde hace varios años, por lo que muchas personas con ese interés se vieron frustradas, incluso cuando se actualizó la política migratoria cubana.
Denunció la política de doble rasero de la administración de EE. UU. en su empeño por estimular una migración irregular e insegura para sabotear la obra de la Revolución.
«Por eso tendremos que seguir trabajando para que los jóvenes desarrollen su proyecto de vida en su país», afirmó.
También precisó que no todas las personas que se van del país lo hacen para no regresar o porque no quieren estar aquí, muchos solo intentan probarse en otro entorno.
El Jefe de Estado recordó la importancia de que se cumplan los acuerdos migratorios para que haya una migración regular, ordenada y segura, sin que las personas tengan que exponerse y arriesgar sus vidas, y calificó de crueles la Ley de Ajuste Cubano y los estímulos para los connacionales que lleguen a tierra estadounidense de forma irregular.
Refirió que, al tiempo que serán de ayuda todas las políticas que se están diseñando, las cuales lograrán mayor participación de los jóvenes en la sociedad, también Cuba potencia los encuentros y la atención de la comunidad cubana en el exterior.
Significó que todo ello tiene que ver con que maduren un grupo de condiciones, con que haya una responsabilidad del Gobierno de EE. UU. y con la firmeza de nuestras posiciones, porque el diálogo tiene que ser de los dos lados, con respeto, sin fracturar nuestra autodeterminación y nuestro derecho a la soberanía.
Sobre la campaña S.O.S. Cuba, que nuestros enemigos intentaron reanimar hace unas jornadas, Díaz-Canel comentó que el mundo lo que debería dar es un S.O.S. Miami, pues si una sociedad es compleja y tiene fracturas es esa en la que se asienta la mafia cubano-americana, que domina intereses políticos en Miami.
Con esa campaña, recordó, alentaron los hechos del 11 de julio, y el vandalismo ese día, del año pasado, situación ante la que se actuó con toda la racionalidad, pues no hay niños o jóvenes menores de 16 años con ninguna condena y una minoría de las personas que participaron en aquellos disturbios fueron juzgados.
Agregó que los que mayores condenas tienen están relacionados con delitos mayores.
MÁS CERCANÍA CON LOS JÓVENES
El diálogo con los protagonistas del trabajo voluntario tampoco pudo faltar, pues la construcción colectiva de iniciativas y la retroalimentación de la máxima dirección del país con las inquietudes de las nuevas generaciones son vitales para el desarrollo de nuestro país.
Por eso, Díaz-Canel explicó a los presentes, estudiantes tanto de la enseñanza media como superior y trabajadores que, precisamente, la intención de profundizar en las políticas hacia la juventud tiene mucho que ver con los encuentros con representantes de diferentes sectores de la sociedad.
Recalcó que la Revolución Cubana siempre ha tenido políticas hacia la juventud, pero estamos en un momento diferente, en el que tenemos que particularizar en un grupo de temas, por lo que la ayuda de la UJC y de un grupo de expertos e instituciones dan el soporte científico para buscar innovación y solución a las problemáticas que se han encontrado.
Especialmente, mencionó, tenemos que buscar todas las políticas que nos ayuden a eliminar desigualdades en este grupo etario en los diferentes sectores, que todos tengan la mayor posibilidad de inclusión para los jóvenes y que tengan su participación; si vinculamos estos tres elementos las políticas tendrán salidas efectivas.
A muchas otras inquietudes el Primer Secretario del Partido prestó atención, pues consideró que hay mucho qué pensar y hacer sobre la recreación en su más amplio sentido, también en otros tipos de facilidades para los estudiantes en relación con el transporte, las becas, los estipendios y los temas formativos.
«Vamos a lograr participación y compromiso juvenil de la misma manera en que la juventud está conectada con su historia, su cultura, sus valores. Esas son cosas que tenemos que defender: el legado de nuestra historia, el pensamiento cubano y cómo se formó nuestra nación», señaló, y enumeró necesarias virtudes como la ética, el antimperialismo y la justicia social, que no pueden faltar.
El mandatario dialogó sobre muchos otros temas, tal fue el caso del racismo, el tema de la vivienda para la juventud, la necesidad del Código de las Familias y lo que defiende en derechos y garantías, la importancia de usar herramientas como la educación popular, la vinculación de las universidades con los municipios para las producciones, el desarrollo local y estimular que los jóvenes sean promovidos a cargos de dirección.
En el encuentro participaron también el miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes, así como las principales autoridades de La Habana.