Otro documento firmado por el universitario Fidel
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Negro y pobre, Jesús Menéndez Larrondo (Encrucijada, 1911-Manzanillo, 1948) trabajaba desde temprana edad y, con solo 17 años, había sido elegido dirigente obrero en el central Constancia (hoy, Abel Santamaría). Luchó contra la tiranía machadista y, en 1931, ingresó en las filas del primer Partido Comunista de Cuba.
Su creciente liderazgo lepermitió lograr la jornada de ocho horas, un aumento salarial, el derecho de organización y otras importantes reivindicaciones obreras. Tras la derrota de la huelga de marzo de 1935, contribuyó a reconstruir la unidad de los azucareros y a constituir la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), de la cual fue secretario general hasta su muerte. Figuró también en el comité ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), creada en enero de 1939.
Junto al economista Jacinto Torras de la Luz (La Habana, 1909-1963),[1] conquistó el llamado “diferencial azucarero”, mediante el cual el aumento del precio del azúcar debía revertirse en el salario de los trabajadores, importante logro obtenido pese a la resistencia de Estados Unidos y la burguesía nacional. Trabajaba en pro de la unidad de los obreros y la capacitación político-cultural de sus líderes.
Al comenzar la “guerra fría”, tras el fin de la guerra mundial, en Cuba, la unidad sindical fue quebrada por a la acción conjunta del gobierno de Ramón Grau San Martín y las pandillas mujalistas.[2]
En medio de una gran tensión y a pesar de las continuas amenazas, se realizó el VI Congreso de la FNTA, en el cual se reiteró la voluntad de continuar la lucha contra la rebaja de salarios y por el pago del diferencial. El 4 de enero de 1948, en un mitin celebrado en el Parque Central, Jesús llamó al combate bajo la consigna de «el diferencial nos pertenece».
En enero de 1948, Menéndez inició una gira por los ingenios; pero el día 22, en la estación de ferrocarril de Manzanillo, el capitán Joaquín Casillas Lumpuy —ajusticiado al triunfo de la Revolución—, le disparó por la espalda. Su sepelio en La Habana fue una multitudinaria manifestación de duelo popular.
El crimensignificó una sensible pérdida para el movimiento obrero cubano. La FEU, en representación del estudiantado, condenó el asesinato a través de un documento (24 de enero) que, como era habitual, firmaron los representantes de las diferentes facultades. Por la Facultad de Derecho, aparece la firma de Fidel Castro Ruz.
En dicho documento, se expresa: «[…] Sensiblemente conmovidos ante el asesinato artero y criminal perpetrado en la persona del líder azucarero Jesús Menéndez, la Federación Estudiantil Universitaria levanta su voz de indignada protesta ante el hecho incalificable».[3]
Los universitarios cubanos afirmaron que el crimen era un reflejo de la situación del país: «[…] Muy mal anda un gobierno y sus agentes cuando sin otro argumento levantan su pistola criminal contra un ciudadano […]». Y añadieron, condenando al Ejército y denunciando la injerencia norteamericana: «[…] Si un legislador cubano recibe de un capitán asesino —Capitán Casilla— un balazo por la espalda, muy pocas seguridades habrán de quedar para el resto de los ciudadanos […]El Ejército —definitivamente— no representa al pueblo como salvaguarda del orden y la paz, ahora reciben órdenes de los magnates inescrupulosos de la industria azucarera y de los amos yankis no satisfechos del saqueo constante de 48 años». Y concluye el documento: «Culpamos al Gobierno y al Ejército de este crimen. Esperemos combatiendo que los ejecutores e inductores recibirán el merecido que todo el pueblo indignado, reclama».
Aunque Fidel, por estar matriculado «por la libre» no pertenecía a la FEU, nunca se desvinculó de ella y la aparición de su firma al pie de este documento constituye una evidencia de su ideario revolucionario y su compromiso con la justicia.
[1] Considerado como el fundador de la escuela económica marxista-leninista en Cuba. Entre 1946 y 1947 participó, junto a Menéndez, en las negociaciones sobre la política azucarera respecto a Cuba con el Gobierno de Estados Unidos.
[2]Término derivado del apellido de Eusebio Mujal Barniol, líder obrero reformista y anticomunista, principal gestor dela división en el movimiento obrero cubano. Fiel servidorde los gobiernos del autenticismo y de Fulgencio Batista Zaldívar.
[3] Periódico Hoy, 24 de enero de 1948, en Francisca López Civeira y Fabio E. Fernández Batista: Fidel en la tradición estudiantil universitaria, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2016, pp. 166-168.