Este 29 de septiembre se cumplen 50 años de la visita de Fidel Castro al recién instalado radar de la Gran Piedra, desde donde siguió toda la trayectoria del huracán Inés, desde su avance al tocar Haití, hasta penetrar por territorio oriental y posterior salida por el centro del país.
 
Oportunas, teniendo las experiencias del ciclón Flora, fueron las orientaciones impartidas por Fidel en Holguín y Santiago de Cuba durante su traslado a la Gran Piedra, para evitar pérdidas de vidas y costosos daños económicos.
 
Detalles de aquellos tensos momentos vividos 50 años atrás, así como fotos y gráficos, fueron recopilados por Pedro Ramón Alba Ramos, especialista en radar meteorológico y asesor del Director de Meteorología en Santiago de Cuba, quien los ofreció a Radio Rebelde lo que nos permite publicar con sumo placer.
 

Tres semanas después de la inauguración del radar de la Gran Piedra, el 6 de septiembre de 1966 se forma el noveno ciclón de la temporada, el cual comenzó a acercarse a la región oriental del país.
 
Este se formó el día 21 de Septiembre de 1966 y ya el sábado 24 su posición suscitó preocupación en el Instituto. Esa noche se redactó el Boletín Especial número 1, que señalaba la existencia del nuevo ciclón nombrado Inés. Después de azotar a las Islas de Barlovento, la tormenta continúa su recorrido por el Mar Caribe, con vientos de 54 m/seg.
 
Setenta y dos horas más tarde, se dio la alarma para la región oriental del país. El 28 de Septiembre conmemoración de los CDR, este organismo se hallaba situado amenazadoramente al sur de Puerto Rico.
 
En la Plaza de la Revolución José Martí en el acto de masas donde se celebraba el sexto aniversario de los CDR, Inés se acercaba al extremo suroriental de la República Dominicana tal y como se había pronosticado en el Boletín # 7 emitido por el Insmet el martes 27 a las 10.00pm.
 
En su alocución Fidel dijo:
 
… “Hace apenas tres años, por esta misma fecha un huracán causó inmensas pérdidas en vidas y materiales en la provincia de Oriente. Todos los recordamos”. Se refería al huracán Flora. “Hoy mismo, avanzando casi exactamente por la misma ruta que traía el Flora un poderoso huracán avanza también directamente hacia la región oriental del país. Si en aquella ocasión se hizo un inmenso esfuerzo, gracias a lo cual se salvaron numerosas vidas, esta vez desde muchas horas antes, no quedará absolutamente nadie en ninguno de los sitios donde puede alcanzar la altura de la lluvia de las aguas De todas formas tenemos también que enfrentarnos a estos golpes de la naturaleza”.
 
Continua Fidel…. “parece que los ciclones se han estado ensañando con la provincia oriental. En 1963 pasó el Flora, en 1964 pasó el Cleo y en 1966 hay otro ciclón avanzando directamente sobre esa provincia”.
 
Era la primera vez que el jefe de la Revolución se refería a las previsiones necesarias antes el paso de un huracán por el territorio nacional.
 
Ya el país contaba con la primera Red de Radio localización con 3 radares meteorológicos.
 
• DECCA 42 en la Habana.
• AR 43 soviético en Camagüey.
• DECCA 42 en Gran Piedra.
 
Al concluir el acto Fidel partió rumbo al aeropuerto donde abordó un avión con destino a la provincia de Oriente.
 
El avión aterrizó en el aeropuerto de Holguín, allí impartió órdenes para que varias flotillas de helicópteros se trasladaran hacia lugares estratégicos y se mantuvieran listos para apoyar las tareas de salvamentos.
 
Desde Holguín se traslada en automóvil hacia Santiago de Cuba. A las 6.00 pm escucha el Boletín Especial # 14, que informa sobre la posición de Inés a unos 220 Km al sudeste de Punta Maisí, al caer la noche el grupo llega a Santiago de Cuba, poco después, Fidel se traslada a los estudios de la emisora CMKC , con el fin de dirigirse a la población de la región oriental. Comenzó con evocar las amargas experiencias vividas durante el azote del Flora aunque señaló que no era probable que se repitiese un caso idéntico en cuanto a la trayectoria del meteoro, cuando penetró en tierra (el cual realizó varios lazos) atrapado por la cordillera montañosas, no obstante dijo , se debía estar en condiciones de enfrentar cualquier eventualidad.
 
Fidel insistió en la prioridad de preservar, por sobre todo las vidas humanas y en la necesidad de que la población se mantuviese informada.
 
Es importante resaltar y señalar que los conceptos expresados por Fidel en aquella ocasión han estado presentes en todas y cada una de las acciones orientadas por él en circunstancias similares, siempre que se avizoraba un ciclón que pudiera afectar el territorio nacional.
 
Finalizada la alocución, precisó con los dirigentes santiagueros algunas orientaciones y partió hacia el Radar Meteorológico a la Gran Piedra, donde llega a eso de las 9.00 pm, inmediatamente se dirige al local donde se encontraba la pantalla del Radar donde ya aparecía la imagen espiralada del huracán sobre la región suroeste de Haití, afectando la península de Cabo Tiburón.
 

Después de los saludos y las primeras palabras con los operadores Rigoberto, Cumba, Antonio Ayra, Darwin Deas y el técnico y Jefe de la Estación Carlos Figueras, Fidel le pregunta: “donde está el bicho”. Expresó además su preocupación por el rumbo de Inés, y evoca el recuerdo de lo ocurrido con el Flora tres años antes. Fidel se pone a observar el trabajo y marca él mismo diversas posiciones sobre el mapa o plancheta mural colocada en la sala de trabajo. Realizó varias observaciones después que se le explicó cómo funcionaba el radar.
 
Ya es 30 de Septiembre avanzada la noche, el patrón de nubes del sistema mostraba signos de desorganización al salir de Haití, pero vuelve a intensificarse en horas de la madrugada, aproximándose cada vez más a Santiago de Cuba y Guantánamo.
 
En la Gran piedra se incrementa poco a poco la fuerza del viento, que a las 6.00 am sobrepasan los 27 m/seg.
 
Un poco más tarde la velocidad del viento hizo necesario detener la rotación de la antena, ya que con la entrada del ojo en tierra se hacía muy difícil identificar.
 

A las 6.30 pm del 30 de Septiembre se localiza nuevamente por el Radar que la tormenta iba saliendo por el Golfo de Guacanayabo, pronosticándose un rumbo al oeste y posterior se movió al norte –nordeste y atravesó la región central del país como tormenta tropical. Continuó su rumbo o movimiento saliendo por Las Villas y siguió por las inmediaciones de la Isla A partir del día 4 se produjeron en la tarde intensas lluvias y rachas a intervalos en el occidente del país.
 
Inés cruzó con poca intensidad sobre Cuba, aunque provocó la muerte accidental de un sargento del MINFAR, quien cumplía una misión como miembro de las brigadas de rescate y salvamento. Afectó 10 mil viviendas, de las cuales 1500 quedaron en su totalidad destruidas y 7700 con daños parciales, el número de los evacuados superó a los 250 mil; los territorios más afectados fueron Guantánamo, Santiago de Cuba, Segundo Frente, Palma Soriano, Holguín, Bayamo y Manzanillo.
 
Esta eventualidad proporcionó no sólo la oportunidad de evaluar la importancia y eficacia de aquella instalación en el trabajo para la vigilancia por radar ante las tormentas e intensas lluvias, sino la de constatar de manera tangible como se correlacionaba el costo de una importante inversión realizada por el Estado para adquirir un recurso tecnológico avanzado, con la preservación de vidas humanas y los recursos del país.
 
A menos de un mes de cumplirse cuatro años, 25 de octubre del 2012, de la desastrosa destrucción a la provincia de Santiago por el potente Huracán Sandy y encontrarnos aún en plena etapa ciclónica, vale la pena estar mucho más preparados y alertas y no olvidar las orientaciones del Fidel siempre que estemos ante la presencia de un evento de esta naturaleza.