Aseguraría que el momento más emotivo para el pueblo vietnamita de la visita de Fidel hace 22 años fue aquel en que conoció que había recorrido zonas liberadas meridionales y conversado con el Gobierno Revolucionario Provisional de Viet Nam del Sur, tras cruzar la línea de demarcación, en el Paralelo 17. El entonces primer secretario del Partido de los Trabajadores de Viet Nam, Le Duan, calificó de acontecimiento político de profundo significado la visita a las zonas liberadas, ya que era la primera vez que un jefe de gobierno extranjero la realizaba, constituyendo un estímulo para los combatientes y muestra de la solidaridad entre ambos pueblos. Allí, el 15 de septiembre de 1973, Fidel pudo observar que de un lado y del otro de la frontera vivían vietnamitas exactamente iguales, con los mismos idioma, vida y costumbre, pudiendo darse cuenta de lo absurdo que había sido dividir a este país. La delegación cubana cruzó la famosa "barrera electrónica McNamara", estuvo en la base de Doc Mieu (tomada por fuerzas regionales de la provincia de Quang Tri), pasó por la carretera número 9 y el campo de fortificaciones de Dong Ha, y asistió a un acto de masas en la colina 241, con representantes de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Viet Nam del Sur y pueblo de la provincia de Quang Tri. Fidel pudo percatarse de la extraordinaria capacidad combativa de las fuerzas revolucionarias y quedó convencido de que aquellos hombres no podían ser jamás derrotados. También sostuvo una reunión con miembros del GRP y del FNL de Viet Nam del Sur en Cam Lo, y apuntó que la visita sirvió para reafirmar la convicción de la extraordinaria victoria que significó para el pueblo de Viet Nam la firma de los Acuerdos de París. Pero también en ese y posteriores escenarios nuestro Comandante en Jefe denunció el golpe militar fascista en Chile, señalándolo como obra del imperialismo norteamericano.

"Deseamos desde aquí -expuso Fidel-, desde el heroico pueblo de Viet Nam, desde la heroica tierra vietnamita, ofrecer nuestro profundo respeto al presidente Allende por la lealtad que mantuvo a la causa de su pueblo, por el valor con que supo cumplir sus palabras de que antes moriría que ceder ante los fascistas". Aquella visita al Sur, que ahora se repitió, quedó como una de las páginas más gloriosas de la historia de amistad entre Cuba y Viet Nam, como hermosa fue la despedida que decenas de niños hicieron a la delegación cubana en el aeropuerto de Dong Hai, como inolvidable la frase que aparece en la marca del Paralelo 17 y que desde 1976 es una realidad: "Nam Bac Mot Nha" (El Norte y el Sur pertenecen a la misma familia).