Interviews

Comparecencia del presidente Fidel Castro ante la Televisión cubana y las ondas internacionales de Radio Habana Cuba

LUIS BAEZ.-Comandante en Jefe, su presencia en las calles de Ciudad de La Habana, en la tarde de hoy, ha sido algo extraordinario. ¿Qué lo motivó a usted, y cuál es la causa fundamental a la que atribuye los acontecimientos que están ocurriendo?

FIDEL CASTRO.-Bueno, a mí me parece que la presencia a que tú te refieres en las calles de la ciudad era algo elemental. Tuve noticias de que se habían producido algunos problemas: primero, llegaron las noticias de unos incidentes en el puerto, ocasionados por un grupo de personas que intentaron ocupar una lancha -que creo que no tenía ni motor, que allí la población y la policía impidieron que la tomaran- y, después del mediodía, llegaron noticias de que se estaban produciendo algunos disturbios, algunos desórdenes, evidentemente organizados en distintos lugares de la zona de Centro Habana y La Habana Vieja. Desde que tuve aquellas noticias las seguí de cerca, estaba en mi oficina y ya se dijo que alguna gente estaba lanzando piedras contra la policía, y se hablaba también de algunos disparos. Bueno, se estaban produciendo provocaciones contra la policía en distintos lugares. Entonces pregunté qué actividades se estaban haciendo. Me explicaron distintas cosas, que había habido un acto en Regla ayer por la noche, que estaban saliendo las masas a la calle a enfrentarse a estos perturbadores y que también se estaban moviendo algunas unidades de la policía para establecer el orden allí. Y, aun a riesgo de que me pudiera ganar algunas críticas, yo consideré mi deber ir donde se estaban produciendo esos desórdenes. Si realmente se estaban lanzando algunas piedras y había algunos disparos, yo quería también recibir mi cuota de piedras y de disparos. No es nada extraordinario!, Luisito, en realidad es un hábito: uno quiere estar allí donde está el pueblo luchando y donde están los combatientes en cualquier problema; pero, además, tenía el interés especial de conversar con nuestra gente, para exhortarla a tener calma, paciencia, sangre fría, no dejarse provocar, puesto que yo me sé de memoria todo el plan del enemigo y toda la concepción imperialista acerca de los medios para liquidar la Revolución, su actual estrategia. Ellos, naturalmente, quieren que se produzcan escenas sangrientas, quieren que haya una balacera, que haya muertos, para utilizarlos como instrumento de propaganda, en primer lugar; como instrumento de subversión, y, finalmente, como instrumento de intervención en nuestro país. La estrategia imperialista es crear una situación, crear el máximo de descontento dentro de nuestro país, dividir a la población, crear las condiciones más difíciles posibles y conducir a nuestro país a un conflicto, a un baño de sangre. Sueñan con eso, añoran eso!, y naturalmente que nosotros tenemos que contrarrestar esa estrategia. Considero que tenemos muchos deberes todos nosotros, y que el primero es luchar junto al pueblo, morir junto al pueblo; pero, además, dirigir al pueblo para que actúe de la forma más inteligente en cada una de estas circunstancias, porque sabemos cómo es el pueblo de enérgico, de combativo, de valiente, y, claro, nosotros tenemos que tratar de evitar que lo provoquen. Esa es, digamos, la causa de la reacción mía al ir allí. Ahora, tú preguntas qué ha motivado todo esto. Bueno, hay toda una estrategia que se lleva a cabo para provocar todo esto, una estrategia de provocación que lleva años, muchos años. El imperialismo creía que la Revolución se derrumbaba unas cuantas semanas después del derrumbe del campo socialista, y no se resigna a que la Revolución resista, a que la Revolución no se derrumbe y quiere hacerla derrumbar a toda costa, quiere aprovechar las condiciones difíciles que estamos atravesando para crear las circunstancias propicias a sus objetivos. Esa estrategia la apoya a través de muchos mecanismos, en primer lugar, a través del bloqueo, a través de las presiones más increíbles para dificultar nuestro esfuerzo económico, dificultar nuestras actividades de apertura, nuestras negociaciones con cuanta empresa extranjera venga a Cuba, para tratar de dificultar nuestro esfuerzo con vistas a salir del período especial -ese es uno de los esfuerzos que lleva a cabo-; recrudecer el bloqueo, para hacer mucho más difícil nuestra situación económica y fomentar el descontento de la población; compulsar las salidas ilegales, a la vez que prohíbe las salidas legales. Ellos hacen todo lo posible porque la gente trate de salir, por crear incidentes de todas clases, como ya se han creado algunos incidentes que son conocidos con motivo de esos intentos de salidas ilegales que son estimulados por todos los medios posibles. Fíjate tú cómo la Revolución ha ido creando facilidades para emigrar del país a los que deseen hacerlo, pero eso no es nuevo, eso fue desde los primeros momentos. Creo que la mejor prueba la dimos cuando al principio de 6 000 médicos nos llevaron 3 000 y nosotros no prohibimos la salida de los médicos, aceptamos el desafío, los que quisieron salir salieron, y nos dedicamos a desarrollar la medicina, las facultades de medicina. Se llevaron decenas de miles de personas calificadas de nuestro país, y nosotros creamos universidades para sustituir a toda aquella gente. No fuimos nosotros los que limitamos la salida, fueron ellos, de una forma o de otra los que en un momento determinado lo impidieron. Primero ellos lo hacían para llevarnos el personal técnico, pero después establecieron restricciones. Y no es nueva esta táctica de prohibir la entrada legal y promover las salidas ilegales para hacer publicidad contra la Revolución. Esto fue lo que dio lugar a distintos episodios en la historia de la Revolución, como el episodio de Camarioca y el famoso episodio de Mariel; pero no hemos sido nosotros los que hemos puesto límites a las salidas o a la emigración del país. El fenómeno migratorio es universal y, sobre todo, se produce desde los países que tienen menor desarrollo hacia los países que tienen más desarrollo económico; pero en el caso nuestro no era Cuba la que limitaba la salida. Por razones de seguridad, no teníamos ese tránsito en las dos direcciones como lo tenemos ahora. Fíjate cuántas medidas hemos tomado nosotros en los últimos años, una es la autorización a salir, visitar a Estados Unidos y regresar; ya eso era un peligro, porque como siempre están organizando conspiraciones, sabotajes de todas clases, sabotajes a la economía, guerra biológica porque han realizado hasta la guerra biológica contra nuestro país. No sé si habrá mucha gente que lo dude, pero quien se haya leído las cosas que hicieron con el propio pueblo norteamericano, los experimentos nucleares que hicieron con el propio pueblo norteamericano, en hospitales norteamericanos, en asilos de ancianos, en escuelas, dondequiera, no puede dudar las cosas que habrán sido capaces de hacer contra nosotros en materia de guerra biológica.

Y nosotros lo sabemos: guerra biológica contra las plantas, contra los animales, contra las personas. Algo más: nosotros dejamos visitar a nuestro país, excepto a un número reducido de personas, a todos los que quieran venir y visitar a Cuba, a sus familiares.

Tercero, hemos suscrito un convenio migratorio con Estados Unidos, en virtud del cual ellos tenían la obligación de aceptar hasta 20 000 personas, con vistas a la reunión familiar, aparte de un número adicional de gente que haya estado presa por causas contrarrevolucionarias que fueron impulsadas por Estados Unidos. Ellos no han cumplido los acuerdos migratorios, sencillamente dan un número exiguo de permisos. Hicieron algo peor, y violaban el convenio: cubanos que estaban en Panamá o en otros países y que querían ir a Estados Unidos, les daban permiso y los incluían en la cuenta, cuando eran personas que no estaban en Cuba. Sin embargo, toda salida ilegal, toda deserción, ellos la estimulaban, la divulgaban y la propagandizaban, para crear el descontento:

¿Quieres venir legalmente? No puedes. Pero si te robas un avión, te robas un barco, te montas en una balsa, en lo que quieras, sí te reciben. A ellos no les importa que se puedan ahogar en el camino, a ellos les importa el material de propaganda. A Cuba no le queda nada por hacer, realmente, con vistas a facilitar las salidas de los que quieran emigrar del país. Hemos hecho todo eso, ¿qué más se nos puede pedir a nosotros? Y ellos tienen una sola política: limitar las salidas legales; estimular las salidas ilegales, crear toda una organización para apoyar a los que salgan ilegalmente de Cuba. Esa es la política que ha seguido Estados Unidos con relación a la emigración. Nosotros tenemos un expediente limpio, absolutamente limpio. Luego, aparte de eso, hemos invertido enormes recursos para evitar las salidas ilegales, para cumplir las leyes migratorias del país y de Estados Unidos; de cierta forma nos hemos convertido en los guardafronteras de Estados Unidos, para que no violen las leyes de Estados Unidos. A nosotros qué nos importa que se quieran ir, si no tenemos ninguna objeción, no ponemos ninguna traba, damos todas las facilidades y, sin embargo, por cumplir nuestros compromisos, por cumplir nuestros deberes internacionales, por cumplir con nuestras leyes, hemos venido a convertirnos en los guardianes de la frontera de Estados Unidos. Hemos estado gastando combustible, gastando recursos humanos y gastando de todo para impedir las salidas ilegales y para impedir los viajes de embarcaciones que procedan de Estados Unidos y que vienen a buscar personas a Cuba. Todo esto se ha ido incrementando, y, mientras más difíciles son nuestras condiciones económicas, más se incrementan estos fenómenos. Pero ya no es simplemente un instrumento de propaganda, ya es todo un plan de subversión, ya es todo un plan para crear disturbios y conflictos en nuestro país, y veinte veces les hemos dicho a los norteamericanos, veinte veces en las notas diplomáticas! -digo veinte por decir un número-, no nos hemos cansado de repetírselo, que nosotros no podemos seguir siendo guardianes de sus fronteras y que son ellos los que tienen que cuidarlas; que esta es una situación insostenible y que no se puede prolongar. Puedo añadir otra cosa muy importante: fuimos nosotros los que resolvimos el problema de los secuestros de aviones en Estados Unidos, cuando tomamos medidas duras, drásticas, cuando impusimos sanciones severas a los secuestradores de aviones desde Estados Unidos, y cuando, incluso, en una ocasión, después de haberlo advertido públicamente, enviamos a dos que se habían ido para Estados Unidos, y que secuestraron un avión, los devolvimos. Miren que hemos preguntado veces cuál es la situación de esos cubanos -los condenaron a 40 años-, cómo están! Jamás dieron respuesta! Constantemente están interesándose aquí por algún preso, y nosotros hemos preguntado por aquellos dos presos, que fueron dos ciudadanos que se fueron para Estados Unidos y después secuestraron un avión, desoyendo las advertencias que habíamos hecho; entonces, remitimos el avión y remitimos a los autores -bueno, a partir de aquello se acabó la piratería aérea de Estados Unidos, que fue un instrumento inventado por Estados Unidos contra la Revolución-, y todavía tenemos, incluso, un número de presos secuestradores de aviones que están sancionados y cumpliendo sentencias en nuestras prisiones. ¿Cuánto se nos va a pedir a nosotros que le pusimos fin a uno de los problemas más serios que tenían ellos, que era los secuestros de aviones? Ya ustedes pueden tener una idea de la paciencia nuestra, que hemos mantenido esta política a pesar de todo lo que ellos vienen haciendo. Ahora, ¿la causa?

Estos incidentes de ahora son parte de todo un plan y de toda una estrategia de Estados Unidos. Como no quiero responder de una sola vez todas las posibles preguntas y quiero darle la oportunidad a otros compañeros -tengo más cosas que decir sobre esto y sobre las causas que han originado esto-, quisiera limitarme hasta ahora a recordar estos antecedentes acerca de la política de Cuba.

SUSANA LEE.-Comandante, dentro de la escalada esta, que pudiéramos en los últimos tiempos remitirnos a los casos de las embajadas, a estos últimos casos de remolcadores, lanchas, etcétera, está también la campaña del enemigo, a través de las ondas radiales, las más de 1 000 horas semanales, 17 frecuencias, toda esa escalada, y eso se inserta en los esfuerzos que está haciendo el país, de lo que usted hablaba recientemente en la Asamblea Nacional, por conseguir el combustible, por buscar capital, etcétera, etcétera. Esto también tiene que estar dirigido, pienso yo, a crear un clima de temor en las personas que se acercan al país a negociar, a invertir.

FIDEL CASTRO.-Es un plan integral, en todos los terrenos. Las presiones que hacen contra los hombres de negocios extranjeros que quieren hacer inversiones en Cuba son terribles, son increíbles -y la venía haciendo no solo el anterior gobierno, sino el actual gobierno de Clinton-, son muy fuertes, porque ellos quieren hacer fracasar a toda costa el esfuerzo económico del país, como parte de su plan integral para destruir a la Revolución. Las horas de radio, la propaganda subversiva, todo esto está dirigido desde fuera y es estimulado desde el exterior. Pero, claro, ya este hecho concreto, este fenómeno quizás se haya manifestado con mucha más claridad en las últimas semanas; es a partir del accidente del remolcador 13 de Marzo. Creo que una de las conductas más infames y más groseramente cínicas del gobierno de Estados Unidos se manifestó a raíz de ese accidente. Todo el mundo sabe que la Revolución Cubana tiene una tradición de decir la verdad en todas las circunstancias y que la Revolución Cubana nunca ha mentido, y lo que sabemos lo decimos a medida que lo vamos sabiendo. Tan pronto llegaron las noticias del accidente del remolcador, se realizó de inmediato una investigación profunda y exhaustiva, a través de la información que daban los sobrevivientes, los que habían sido rescatados, lo que informaba cada uno de ellos; a través de la información que daban algunos de los responsables del secuestro del barco; la información minuciosa y detallada que daba cada uno de los que estaban en los remolcadores de cada uno de los hechos que habían ocurrido, y a medida que se conocían se informaba. Tres informaciones se dieron, a medida que se recogían más datos, exactamente sobre lo que había ocurrido. Los que se llevaron el remolcador tenían cómplices, entre ellos el que tenía la llave del candado, y tenían el patrón de otro remolcador. Destruyeron las comunicaciones, y los obreros de los remolcadores ni siquiera tuvieron oportunidad de comunicarse con los guardafronteras; los guardafronteras se enteraron después. Todo esto ocurrió en una hora y 20 minutos, aproximadamente, desde que se llevaron el barco hasta que se hundió el barco. Ellos hicieron esfuerzos por tratar de impedir la salida, incluso el barco secuestrado, el barco robado, chocó con uno de los barcos que trataba de impedirle la salida allí a la entrada de la bahía, y ese remolcador y los otros continuaron tratando de parar, de alguna manera, el remolcador, de impedir que se lo robaran. Los guardafronteras, informados después, recibieron instrucciones de ir hacia el lugar donde se estaban produciendo los hechos, pero todo eso ocurrió bastante rápidamente. Se conoce perfectamente lo ocurrido: un barco se situó delante para tratar de reducir la velocidad, otro barco se situó detrás, otro barco iba al costado, pero ninguno de los tripulantes tenía la intención de hundir el barco aquel. Estaban tratando algo muy difícil, realmente, que es retener un barco. Todo esto ocurre de noche, en una noche oscura, mar fuerte; en esas condiciones estaban ellos tratando de evitarlo, mientras llegaban las patrullas de Guardafronteras. Es así como se produce el accidente: el que va detrás choca con la popa -y los marineros y todos los que andan en cuestiones de mar saben que eso es perfectamente posible- del remolcador hurtado, que se habían robado, con el 13 de Marzo, y así es como se produce el choque que da lugar al hundimiento; fue así, fue un accidente realmente, y eso lo indagaron profundamente las autoridades, el Ministerio del Interior indagó y no hubo la menor intencionalidad de hundir el barco. ¿Qué vamos a hacer con esos trabajadores que no querían que les robaran su barco, que hicieron un esfuerzo verdaderamente patriótico, pudiéramos decir, para que no les robaran el barco? ¿Qué les vamos a decir? "Oigan, dejen que se roben el barco, no se preocupen por el barco", y salen a tratar -que no es su tarea- de que no les roben el barco. Los guardafronteras no tuvieron nada que ver, llegaron allí unos minutos después que se produce el accidente.

Los remolcadores que trataban de impedir el robo les tiraron los salvavidas de que disponían, unos pocos salvavidas. Aquellos se habían montado en un remolcador que tenía hasta una vía de agua, en muy malas condiciones para hacer eso; fue una irresponsabilidad tremenda, ese remolcador se hundía solo aunque no hubiesen chocado con él. Ellos tenían unos pocos salvavidas -esos remolcadores son pequeños, tienen pocos tripulantes-, les tiran los salvavidas que tienen y sacan, incluso, alguna gente, y con algún peligro, porque tenían el peligro de que les secuestraran sus propios remolcadores. Llegaron las patrulleras Griffing, con muchos más recursos, muchos más salvavidas, mucha más experiencia, y sacaron a 25 personas del agua; entre remolcadores y patrulleras sacaron a 31 personas del agua. Pero se produce un lamentable, un desagradable, un desgraciado accidente en todo aquello. A todos nos dolía que eso ocurriera. El comportamiento de los obreros fue un comportamiento ejemplar, no se puede decir que no, porque trataron de que no les robaran su barco.

¿Qué les vamos a decir ahora, dejen que les roben los barcos, sus medios de trabajo? El comportamiento de los guardafronteras fue intachable, salvaron 25 vidas. Bien, eso fue lo que ocurrió, y tan pronto se tuvo la información se dieron más detalles. Tres informaciones se han dado de lo ocurrido. Sin embargo, el accidente del remolcador se convirtió en materia prima para una campaña terrible contra nuestro país; se convirtió en la materia prima para una campaña de calumnias repugnante, verdaderamente repugnantes, y en eso participó el gobierno de Estados Unidos de manera deliberada, porque entonces, sin averiguar más nada de lo que pasó y cómo pasó, culpaba a las autoridades cubanas del hundimiento del barco. Con una perfidia increíble, decían:

"Embarcaciones gubernamentales". En el Estado socialista todo es del Estado: los ómnibus, los trenes, los barcos, los mercantes, los remolcadores; pero son manejados por los civiles, y las autoridades estaban representadas allí, fundamentalmente, con las patrullas guardafronteras. Pero yo veía muy pérfido el propósito de llamar "gubernamentales" a las embarcaciones, porque lo que querían decir con eso es que era una responsabilidad gubernamental el hundimiento del barco. Además, hacían declaraciones, agitación en el Senado, advertencias de que no se hicieran esos actos de fuerza brutales -llamaban "brutales"-, todo eso gratis, cuando las autoridades, realmente, habían salvado 25 vidas. ¿Por qué se hacía todo eso? Fue divulgado, han hecho no solo una campaña difamatoria sino han de querer llevar a Naciones Unidas el problema, dentro del esquema y del modelaje que están haciendo, para querer intervenir en los países con la utilización de estos organismos internacionales. Está clara la idea, las intenciones, empezando por ahí, y seguir estimulando. Mientras el gobierno cubano viene tomando medidas desde el primer incidente por Cojímar, el segundo incidente por Regla, los guardafronteras han recibido, por parte del Ministerio del Interior, toda la advertencia acerca de la forma en que deben actuar para evitar incidentes, evitar en lo posible el uso de armas; realmente se les ha dicho: "No usen las armas". Pero, realmente, retener a un barco de noche, cuando ya tiene una dimensión determinada, por parte de una patrullera, es prácticamente una cosa imposible. La gente de Guardafronteras han recibido numerosas instrucciones sobre cómo abordar este problema, y, además, por qué, porque nosotros no tenemos especial necesidad de impedir que un barco se vaya. ¿Qué les vamos a hacer por cumplir con su deber? No tenemos especial necesidad de impedir que un barco venga a llevarse a alguien; ese es un problema de Estados Unidos, más que nuestro. Ahora, este problema se podría resolver mediante una sincera colaboración entre Estados Unidos y Cuba, que no la han querido hacer, porque son demasiado demagogos, son demasiado hipócritas, son demasiado cobardes para establecer una colaboración con Cuba en torno a la solución del problema, y entonces nos dejan a nosotros la solución del problema y nos dejan a nosotros los incidentes. Mal que bien, la gente de Guardafronteras es gente armada, la policía es gente armada. Si le tiran un vehículo arriba a un policía, lo más probable es que trate de defenderse; si le disparan, o le crean una situación provocadora a una lancha, hay riesgo de que se dispare, y hemos estado dedicados, precisamente, a instruir a nuestro personal de que no se produzcan esos incidentes, de que no se produzcan esos disparos, incluso, de que es preferible que se marche la lancha. Esa ha sido nuestra tarea. Ahora, ¿podemos nosotros evitar un accidente como el que se produjo con relación al remolcador y que dio lugar a la infame y repugnante campaña que hicieron?, a las cuales se sumaron algunos aquí adentro, que no quiero mencionar ahora -siempre habrá tiempo en la historia para exigirle las responsabilidades que le corresponden a cada cual. A exigirnos investigaciones!, si los primeros que investigamos fuimos nosotros, sin que nadie nos lo exigiera, y nadie nos lo puede exigir, porque solo nuestra conciencia, nuestro deber y nuestro sentido de la responsabilidad nos puede exigir y nos exige hacer una investigación en cualquier caso de este tipo que se produzca; pero, entonces, a exigir investigaciones! ¿Cómo pagan nuestro esfuerzo por estar cuidando las leyes, cada vez que se produce un accidente acusándonos de asesinos, acusándonos, incluso, de almacenar cadáveres? ¿Cómo se puede acusar de semejante cosa a esta Revolución, que no tiene un solo antecedente a lo largo de su historia de una cosa semejante? Regaron bolas, rumores de que había cadáveres almacenados, nos acusan de almacenadores de cadáveres. Esa es la propaganda que hacen todas esas estaciones, todos esos medios difusores, y, claro, todo eso es un tremendo estímulo y una exhortación a violar la ley. Con lo que hicieron a raíz del incidente del remolcador 13 de Marzo, fue dar la consigna de robarse aquí cuanto barco se pudieran robar. Efectivamente, creo que ese remolcador se lo roban el 13 de julio.

Pero ya el 26 de julio se roban una lancha, de las que realizan el transporte de pasajeros de Casablanca a Regla, que transporta unas 10 000 a 12 000 personas todos los días. Se roban la lancha de pasajeros, algunos se tiran al agua, a otros los lanzaron al agua desde el barco, y, desde luego, había mujeres y niños, y amenazaron, incluso, que si se acercaban las lanchas patrulleras iban a volar el barco, iban a matar a la gente, ese tipo de cosas que acostumbran a hacer los secuestradores, porque estos lo hicieron con armas de fuego y con armas blancas. Este es un barco que no es para travesía, un barco que constituye un peligro utilizarlo para hacer una travesía, que si hay un mar fuerte se hunde. Por allá los recogieron unos guardacostas norteamericanos y, entonces, devolvieron las armas, que eran los instrumentos de la prueba del acto de piratería que se había cometido, porque eso no es un secuestro, es un acto de piratería, con rehenes.

Una parte de los que iban en el barco se montó en el guardacostas, los que estaban complotados, algunos que siempre compulsan, en medio de las circunstancias, en medio del mar, un guardacostas, una cosa más segura, y los otros regresaron. Y devolvieron los guardacostas las armas, las que tenían que haber llevado como prueba del delito y del acto de piratería. Eso fue el 26 de Julio, la lancha Baraguá. Había pasado apenas una semana y el 3 de agosto secuestran La Coubre con procedimientos similares, lanzando gente al mar. Ahí estaban las patrullas, a las patrullas se les dieron instrucciones en los dos casos: "Eviten accidentes, no traten de impedir la salida del barco, de interceptarlo, para evitar accidentes. Síganlo por si algunas personas son lanzadas al mar, o por si la embarcación se hunde auxiliar a las personas que van en esa embarcación, tanto a los complotados como a los rehenes"; pero se volvieron a llevar un segundo barco, el 3 de agosto, con rehenes, en una semana! Ahora, el 4 de agosto -todo esto, mientras estábamos nosotros en la Asamblea Nacional, el 3 de agosto, el 4 de agosto-, se llevan por segunda vez el Baraguá, con los mismos procedimientos: pistolas, granadas –en algunos casos llevaban granadas-, armas blancas, amenaza de matar, lanzar gente al agua, y se les volvió a dar por tercera vez las instrucciones a las patrulleras: "No traten de interceptar, para evitar un accidente; síganlo para caso de que sea necesario darles auxilio si se produce un hundimiento". En estos tres casos, siempre han ido ancianos, mujeres y niños secuestrados y como rehenes. Una cosa abominable, realmente. Ya nada más falta establecer una ruta entre Regla o Casa Blanca, y la Florida; porque nosotros podemos establecerla sin necesidad de esos riesgos, sin necesidad de esos problemas, ya que los reciben allí con "tanto amor" en el medio de la corriente del golfo.

¿Por qué? Además, esto se produce con los cubanos, tengan muy presente eso. En la frontera con México, tienen un muro que es diez veces el muro de Berlín, con cuanto equipo sofisticado existe para evitar que se cruce una frontera, y muere allí mucha gente todos los años tratando de cruzar. Tienen toda una escuadra para impedir que los haitianos lleguen a Estados Unidos, y van abordando barcos, y en el abordamiento de esos barcos se hunden barcos, y ni se sabe cuánta gente se ha ahogado como consecuencia de las medidas tomadas por los guardacostas norteamericanos para que los haitianos no vayan a Estados Unidos. Todos los días se ahogan; pero de eso no se habla! En el Canal de La Mona, en Santo Domingo, se ahoga mucha gente tratando de eludir las medidas. Allí no hay guardacostas norteamericanos que reciban a los dominicanos para llevarlos hasta Puerto Rico, ni hay flotillas de camiones y de ómnibus para llevar a los mexicanos que crucen del otro lado de la frontera, ni hay prerrogativas ni privilegios de ninguna clase para cualquier latinoamericano o cualquier ciudadano del mundo que trate de entrar ilegalmente en Estados Unidos. Si es un barco cargado de ciudadanos chinos, remueven cielo y tierra para que no pueda desembarcar en México ni en ninguna parte y lo devuelvan a China. Ah!, pero si se trata de ciudadanos cubanos, como está de por medio la Revolución Cubana y la idea de destruir a la Revolución Cubana, hay flotillas de aviones, de guardacostas y de cuantos medios existan para auxiliarlos. ¿No es una provocación descarada, desvergonzada? Detrás de estos sucesos está esto otro, porque alrededor de esto han creado una gran agitación, una esperanza.

Saben que los guardafronteras cubanos no les van a disparar, aunque les disparen no van a disparar a la lancha de pasajeros porque hay ancianos, hay mujeres, hay niños, hay personas que no tienen nada que ver con el secuestro, que son inocentes. Si saben que los guardafronteras no van a disparar contra ellos y que los reciben allá con todas las facilidades y no se toman medidas de ningún tipo, pues entonces han ido creando en torno a esto la ilusión de poderse ir en cualquier cosa y viajar. A esa gente -que una buena parte de ellos son delincuentes, o gente con causas pendientes, lumpen, elementos

antisociales a los que jamás les darían permiso para ingresar en Estados Unidos- las reciben, y en toda una serie de elementos antisociales y delincuentes han creado la ilusión y la esperanza de evadir las leyes y obtener sus objetivos robándose lanchas, al extremo que han obstaculizado, casi han interrumpido el transporte entre la Bahía de La Habana con motivo de estos incidentes. Ahí están las causas. Lo de hoy está asociado a eso ya, a ese estímulo, incrementando la osadía y la audacia de estos elementos lumpen que llevaron a cabo las provocaciones.

ROSALIA ARNAEZ.-Yo quería hacerle dos preguntas en una misma, Comandante. Ya usted se ha referido a la atención -entre comillas- diferenciada de los inmigrantes mexicanos, haitianos, chinos, o de cualquier otra parte del mundo y el caso cubano, y la desventaja que tiene nuestro país por la superioridad de Estados Unidos respecto, por supuesto, al dominio de los medios de difusión masiva. Hay muchas personas en nuestro país que prestan oído a todas las informaciones que se emiten por las emisoras que desde Estados Unidos trasmiten hacia Cuba -personas incluso que de muy buena fe y con una ignorancia que raya en lo increíble creen al dedillo todo lo que se dice- y, entonces, continuamente está poniéndose a nuestro Gobierno y a nuestra Revolución en entredicho por ser los causantes de esta situación de los balseros, de los secuestros de las embarcaciones, de la inseguridad que tiene la gente en el mar y de que si están muriendo.

FIDEL CASTRO.-Ya esa pregunta me la hicieron esta tarde y di una respuesta sobre eso: Si Estados Unidos no toma medidas rápidas y eficientes para que cese el estímulo a las salidas ilegales del país, entonces nosotros nos sentiremos en el deber de darles instrucciones a los guardafronteras de que no obstaculicen ninguna embarcación que quiera salir de Cuba, no voy a decir que barcos secuestrados. Tendremos que darles instrucciones a los guardafronteras de no obstaculizar la salida de embarcaciones que quieran viajar a Estados Unidos y de no obstaculizar la salida de embarcaciones que quieran venir de Estados Unidos a recoger aquí a familiares o a ciudadanos cubanos.

Creo que no hay otra solución, no hay otra alternativa. Nosotros no podemos seguir de guardianes de las fronteras de Estados Unidos, no podemos seguir cargando con la culpa, no podemos seguir cargando con la responsabilidad, y ellos nada, ellos con el papel "noble" de recoger gente en medio del mar y no tomar absolutamente ninguna medida. Yo lo dije hoy y aquí lo ratifico: O adoptan medidas rápidas y eficientes para impedir el estímulo a salidas ilegales de Cuba y medidas para impedir que sus barcos vengan acá, o nosotros tendremos que eliminar los obstáculos para cualquier embarcación que quiera dirigirse a Estados Unidos, o de cualquier embarcación que de Estados Unidos se quiera dirigir a Cuba. Pero ahora, estando aquí ya, han llegado las primeras amenazas, que me siento en el deber aquí de decirlas públicamente, porque estos creen que les tenemos miedo o que nos vamos a asustar y los vamos a dejar que lleven a cabo tranquilamente sus planes genocidas, sus planes criminales, sus planes intervencionistas contra Cuba. Creo que es necesario que sepan que van a tener que luchar con nosotros, y muy seriamente -es necesario que lo comprendan, no se pueden dejar engañar por la cantidad de lumpens y antisociales que pueda haber en este país-; y que hay un pueblo suficientemente numeroso, valiente y heroico como para luchar, y que nosotros no nos parecemos a ninguna otra cosa que pueda haber en cualquier otro lugar. Estamos dispuestos a luchar y, por lo tanto, no nos asustan amenazas, ni nos pueden asustar. Las primeras amenazas ya llegaron, y las recibo aquí. Me perdonas, Rosalía, que yo estaba tratando de leer y atender a tu pregunta y a la información, que dice: "Conversación de hace un rato de la Cancillería con Sullivan, jefe de la SINA: "Sullivan dijo que se produciría una situación grave si el Comandante hablara esta noche de la misma manera que habló en las entrevistas que le hicieron hoy por la tarde" -no solo hablo, sino que lo ratifico-; "que de parte de ellos, los Estados Unidos, tomarán todas las medidas para impedir la llegada de cualquier lancha a la Florida" ¡Maravilloso!

Primero la amenaza y después la declaración-; "que si pensamos que esto solo será un problema para los Estados Unidos, debemos tomar en cuenta que habrá problemas también para nosotros" -la amenaza de nuevo- "y ellos tomarán todas las medidas para prevenir otro Mariel" -la amenaza. "Si se produce un anuncio de que todos los cubanos que están del lado de acá van a salir en barcos, se producirá un caos que provocará muertes y muchos problemas; que no quieren que esto suceda", -muy bien-; "creen que debe buscarse una solución" -muy bien, estamos de acuerdo con que debe buscarse una solución. Lo que se le respondió: "Se le contestó que cualquier cosa que se fuera a anunciar era el resultado de una decisión mesurada de la dirección del país a la luz de estos acontecimientos. Que cualquiera puede observar que el país no puede permitir que sucedan estas cosas y quedarse con los brazos cruzados." Fue la respuesta de nuestra Cancillería. Aquí aprovecho para comunicárselo a ustedes y a todo el pueblo. Lo que dije hoy por la tarde lo ratifico y lo he vuelto a ratificar aquí: O se toman medidas efectivas y rápidas para impedir las salidas ilegales, o nosotros suprimiremos cualquier obstáculo a cualquier embarcación que quiera dirigirse a Estados Unidos. Esto es aparte -porque hay mucha gente que tiene barcos, que tiene medios- de que no vamos a dejar que se lleven las lanchas, ni los remolcadores, ni los barcos que son propiedad del pueblo; adoptaremos todas las medidas que sean necesarias para evitar eso. Esto se lo hemos dicho veinte veces, que dejaremos de cuidar la frontera de Estados Unidos. Y está demás añadir que no nos asusta ninguna amenaza y que hablamos en serio. En esta última lancha hubo ya víctimas mortales: un policía fue asesinado y lanzado al agua. Hay otro del que no hay noticias, pero que se dice que le hicieron un disparo en el abdomen, no hemos encontrado el cadáver, hay la posibilidad de que sean dos. Esto fue ayer, estábamos nosotros en la Asamblea Nacional, atendiendo los problemas del país y constantemente llegando noticias de un tipo y de otro. Este policía a las 10:00 a.m. del domingo lo van a velar frente al Ministerio y a las 6:00 de la tarde se va a despedir el duelo de este abnegado y valiente combatiente del Ministerio del Interior que fue asesinado por estos bárbaros que reciben allí. Nosotros hemos definido nuestra posición, no nos oponemos a soluciones si hay sinceridad, si hay honestidad, si se quiere resolver, si no se nos quiere tomar el pelo; pero nosotros no podemos seguir siendo guardianes de las fronteras de Estados Unidos, y esto lo declaramos aquí ante nuestro pueblo y ante el mundo entero, denunciando los hechos que han ocurrido y cómo han ocurrido.

Entonces, si ellos tienen fórmulas que, por favor, digan cuáles son esas fórmulas; pero que no nos amenacen!, porque tendrán que acabar con el último patriota y el último revolucionario en este país. Y no nos asusta nada, creo que a estas horas es un poco ridículo tratar de asustarnos. Por eso yo lamento mucho que tenga que salirme de las normas formales de la diplomacia y le participe al pueblo esta amenaza. No será la primera vez, ya hubo una vez que hasta tuvimos amenaza nuclear, y aquí no tembló nadie. Así que lo que dije lo ratifico ahora, y me complazco en informárselo a todo el pueblo y a la opinión internacional.

LUIS BAEZ.-Pero, además, Comandante, es una falta de respeto de ese Sullivan decir aquí lo que pueda o no decir la Revolución; es una muestra de la prepotencia yanki, porque ese mismo Sullivan es el jefe de la SINA que está negando a los ciudadanos las visas acordadas en base a los convenios, y es el mismo Sullivan que le informaba a la CIA, en un documento, de todas las maniobras para fomentar aquí campañas en contra de los derechos humanos. Es una prepotencia, es una falta de respeto a todos los revolucionarios cubanos que se pretenda aquí decir lo que la Revolución puede o no decir.

ARLEEN RODRIGUEZ.-Creo que Rosalía, por ejemplo, hacía una pregunta que me parece que era la esencial en esto, porque el Comandante ha descrito muy bien la estrategia que hay detrás de todo esto. Quería narrar algunas experiencias que tuvimos hoy cuando fuimos hacia la zona del Malecón. Quiero decirlo porque sé que hay mucha gente que no ha ido a repudiar estos actos, incluso, por no sumarse a determinado ambiente de observación, sino que está esperando, quizás, una organización para hacer eso. De todas formas nosotros fuimos a ver la situación y nos sumamos a los actos estos. Yo oí varios criterios -como periodistas también hicimos indagaciones-, más de una persona comentaba -no era precisamente entre nosotros, sino que se oía allí-, primero, la calidad, la catadura moral del elemento que se está prestando para esto, que es evidente que es un elemento antisocial y, además, no da el frente, tú no logras identificarlo de cerca.

MODERADOR.-Eso me dijo Eusebio Leal hoy.

ARLEEN RODRIGUEZ.-Bueno, Eusebio estaba junto al Comandante cuando apareció en la calle Prado que, además, es una de las cosas que yo creo que tendremos como una vivencia inolvidable para todo el resto de nuestras vidas, cuando íbamos en manifestación por la calle, buscando quiénes eran los que iban a dar la cara, que nadie la dio finalmente, es decir, nadie que estuviera contra la Revolución dio la cara, y cuando íbamos subiendo, de repente, viramos hacia abajo, no sabíamos qué pasaba, cuando de repente alguien dice: "El Comandante viene por ahí." Fue una euforia tal, que creo que eso es lo que habrán sentido los milicianos en Girón; fue lo que sentimos nosotros hoy, porque íbamos por todas las esquinas gritando Viva Fidel!, las letras de su nombre, cantando el Himno Nacional, cantando el 26 de Julio, y que, de repente, Fidel apareciera entre nosotros, creo que eso no hay palabras con qué describirlo, y volvemos a vivir lo que nuestros padres vivieron en Girón. Entre los comentarios que había -repito-, había uno que decía que sin dudas se está moviendo mucho dinero en esto, como que hay la posibilidad de que se esté pagando a determinado elemento lumpen para que haga este tipo de acciones, y estoy hablando en concreto de las acciones de las lanchas, como también de otras acciones vandálicas. Entonces no sé, Comandante, pero también oí comentarios en relación con que la gente dice que se quiere preparar un ambiente propicio contra Cuba; es decir, lo mismo lo oí en relación con la posibilidad de que como ya están creadas las condiciones en esto de Haití, que está tan cerca de nosotros y es donde mucha gente ve el peligro de que se esté queriendo crear una situación similar a los ojos del mundo -y este no es Haití-; o lo otro es que se aproxima la Cumbre de Miami, que hay muchos países latinoamericanos que están pidiendo que Cuba no quede fuera de esa cumbre y, además, exigiendo que se respete a Cuba en este sentido y que se quiera llegar a la Cumbre de Miami con determinadas cosas de este tipo. Todos esos comentarios los oímos entre las entrevistas que hicimos a la gente que estaba opinando en relación con lo que puede motivar toda esta situación. Ahora, dentro de la pregunta que hacía Rosalía -porque usted hablaba de la estrategia del enemigo, la estrategia de la Revolución que usted acaba de definir claramente-, creo que también es importante que los revolucionarios, los patriotas cubanos, sencilla y llanamente están esperando también orientaciones de qué hacer en estas circunstancias, porque -como usted dijo también es un momento en que hay que ser muy mesurado, hay que actuar de cierta manera pero con energía, para que la gente sepa que aquí hay revolucionarios suficientes para aplastar cualquier tipo de manifestación que pretenda destruir a la Revolución. Entonces, ¿cuál es la estrategia de la Revolución en ese sentido?

FIDEL CASTRO.-La estrategia de la Revolución -como tú sabes, Arleen- se viene desarrollando en condiciones muy difíciles: librar una lucha muy dura. Cuando el campo socialista desapareció, cuando grandes potencias se pusieron de rodillas, cuando decidimos hacer lo que fuera necesario por defender la patria, la Revolución y el socialismo ya tomamos una decisión, y era una decisión en la que, primero, tendríamos que enfrentarnos a las terribles consecuencias económicas que significó para nosotros la desaparición del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo yanki. Hemos estado envueltos en esa heroica batalla, en la que llevamos ya años. Fíjate cómo Estados Unidos tiene contactos y relaciones con los más diversos países: los tiene con China, discute, la amenaza con que le va a quitar la cláusula de nación más favorecida, pero después no lo hace porque sabe que sería absurdo para sus intereses; conversa con Viet Nam y busca soluciones a los problemas de Viet Nam; conversa, incluso, con la República Democrática de Corea; con Cuba no conversa, con Cuba no habla, con Cuba lo que hace es recrudecer el bloqueo, a Cuba lo que hace es pedirle la cabeza de la Revolución y de la independencia de este país. Y nosotros, a los que el destino nos asignó la tarea de defender esos valores, estamos decididos a luchar por defenderlos; pero ellos quieren nada menos que la cabeza de la Revolución. Esa es la política que siguen hacia Cuba a diferencia de la que siguen con todos los demás; quieren buscar los pretextos, incluso. Ya te digo, quieren ensangrentar el país, buscar pretextos, crear opinión internacional, a pesar de la resistencia; reírse de los acuerdos de Naciones Unidas, a pesar de que la inmensa mayoría de las Naciones Unidas ha planteado que cese el bloqueo, ellos han dicho que no cese el bloqueo, sino hacerlo cada vez más agresivo. Esa es la política que siguen con la Revolución Cubana, pero van a encontrar un digno adversario en la Revolución Cubana, de eso todos nosotros estamos seguros.

Ahora, ellos hablando aquí de buscar una solución; pero si ellos quieren que haya hambre, que haya enfermedades, que haya miseria, ellos compulsan a la gente a salir, ellos obstaculizan todos nuestros esfuerzos para tratar de hacerle la vida imposible al pueblo cubano, ¿cuál es la solución que pueden tener? ¿Hay que buscar soluciones?

Pues, entre otras cosas, tendrían que pensar en el bloqueo, porque el bloqueo es un instrumento que compulsiona las salidas ilegales. Si las salidas ilegales se producen en países como México, que produce casi 3 millones de barriles de petróleo diario y que tiene recursos económicos de todo tipo, un desarrollo determinado, muy superior al de Cuba; si las salidas ilegales se producen en toda la América Latina, se producen en países ricos de América Latina, cómo no se van a producir las salidas ilegales en un país como Cuba, viviendo un período especial y sometido a un bloqueo multiplicado, recrudecido. Si se quiere hablar de soluciones, entre otras cosas, hay que incluir qué solución se le va a dar al bloqueo de Estados Unidos a Cuba, y si realmente se quiere conversar con nosotros. Si se tiene contactos con todos los países del mundo en todas partes, ¿por qué con nosotros no? ¿Por qué nosotros bloqueados y cada vez más bloqueados? ¿Por qué se nos quiere estrangular por hambre y por enfermedad? Claro, si usted quiere estrangular a un pueblo, usted está compulsionando las salidas ilegales; ya no las que se producen por parte de países que no están bloqueados por nadie y que reciben créditos norteamericanos, y créditos del Banco Mundial, y créditos del Fondo

Monetario Internacional, y créditos del Banco Interamericano, que reciben todos los recursos; nosotros no recibimos nada de eso y, además, se nos quiere estrangular, matar por hambre y por enfermedad. ¿Compulsiona o no compulsiona esto las salidas ilegales? Aquí dicen que no quieren que esto suceda, creen que debe buscarse una solución. Yo no sé cuál será la solución a eso, si puede llamarse solución que tomen algunas medidas, metan a dos o tres presos -eso lo han hecho a veces-, y mientras tanto arrecien el bloqueo y multipliquen sus esfuerzos por matar de hambre y de enfermedad al pueblo. El problema es complejo, es complicado. ¿Pero dónde está la ética de esa política? ¿Dónde está la moral de esa política? Por aquí mismo tengo un material de lo que dijo Clinton hace un año, el 27 de julio de 1993, sobre las salidas ilegales. Dice: "No podemos tolerar que se trafique con cargas humanas, ni podemos permitir que nuestro pueblo sea puesto en peligro por aquellos que entran a nuestro país para traer el terrorismo a los norteamericanos. La solución consiste en recibir a los inmigrantes legales y a los refugiados legales y hacer regresar a aquellos que no acaten las leyes. Tenemos que decirle `no' a la inmigración ilegal, de manera que podamos seguir diciéndole `sí' a la migración legal. "Va a resultar más difícil que los inmigrantes ilegales entren a este país. La creación de organizaciones que se dediquen al tráfico de personas será visto como un delito grave." Estas medidas, para las cuales solicito al Congreso una cifra adicional de 172,5 millones de dólares para 1994, constituyen un paso importante para recuperar el control de nuestras fronteras y el respeto por nuestras leyes; pero tratar a los terroristas y a los traficantes como inmigrantes, deshonra la tradición de aquellos inmigrantes que han engrandecido este país y empaña injustamente la imagen de millones de inmigrantes que viven de forma honorable en este país y que representan un segmento vital de nuestra vida social. "¿Qué tiene que ver todo esto que ha dicho el señor Clinton, con estas palabras así tan precisas, con el recibimiento honorable que les hace a quienes secuestran ancianos, mujeres y niños y los exponen a que mueran en el medio del océano? ¿Qué tiene que ver esto con que el recibimiento honorable sea para la gente que usa armas, pistolas, revólveres, bayonetas, machetes, granadas de mano? ¿Qué tienen que ver estas palabras con lo que está ocurriendo con relación a Cuba? Se ve que todo esto es para todo el mundo, menos para Cuba. Y así pueden recibir a todos esos elementos, lumpen y delincuentes. Y no pueden decir que no los hemos advertido; no nos hemos cansado de advertirlos de este problema y de las consecuencias de este problema. Ellos también inventaron los secuestros de aviones, de lo cual ya hablé, y fuimos nosotros los que lo resolvimos. Qué medidas son las que van a tomar si son prisioneros de la mafia reaccionaria que se impone allí en Miami, por razones de política electoral, de politiquería interna, y por los cálculos con relación a las próximas elecciones, y por quién van a votar los de la Florida.

Entonces, han convertido el problema de Cuba en un problema de política interna y por eso la mafia aquella tiene lobby en el Congreso y le tienen miedo a eso. Si ellos tienen miedo a su problema, allá ellos; pero que no traten de introducirnos el miedo a nosotros, porque no lo van a conseguir; que tengan el valor de enfrentarse a sus problemas. Yo digo que necesitan valor para enfrentar esos problemas; pero yo estoy planteando aquí los términos tal cuales son y con ecuanimidad, con serenidad, aun allí donde estaba la gente indignada -porque la gente estaba indignada-, en la calle, donde hice la entrevista hoy por la tarde. "Que se producirá una situación grave si el Comandante hablara esta noche de la misma manera que habló en la entrevista que le hicieron hoy por la tarde."

¿Qué les parece? Estamos amenazados de muerte todos nosotros. Tendremos que encomendarnos a Dios o algo de eso.

SUSANA LEE.-Precisamente hacen esto en un momento en que se nos ha llamado a cerrar filas, a luchar por los problemas nuestros, contra los problemas subjetivos, a luchar con creatividad contra los problemas objetivos, y entonces esto se convierte en parte del combate, porque usted decía ahora mismo que la gente estaba indignada en la calle. Los compañeros que llegaron al periódico, narraban lo que estaba pasando por la tarde allá. Eso también es parte de este combate, de esta lucha de ideas de los revolucionarios en la calle. Es decir, no podemos dejar escapar un milímetro ahí, tenemos que concentrarnos en ese combate ideológico.

FIDEL CASTRO.-Y de los revolucionarios es la Patria y de los revolucionarios es la independencia, y los que están encargados de defenderla. Y todos saben con qué paciencia hemos nosotros tolerado todas estas cosas, no se nos puede acusar de irresponsables, aunque resulta que ya no se puede ni siquiera viajar a Regla. "La histórica lanchita de Regla ya no se puede coger!" Ahora hay que tolerarlo porque, además, el gobierno de Estados Unidos advirtió que no se usaran medidas drásticas.

Llamó crueles las medidas. Además, las llamó de una manera mentirosa e infame, porque convirtió un accidente... Igual que si nos echan la culpa del choque de trenes.

Bueno, alguien tiene la culpa del choque de trenes, ¿van a culpar al gobierno ahora del choque de trenes? ¿De fenómenos que se producen allí en la bahía? Y allí en Estados Unidos han hecho cosas horribles, de verdad, ordenadas por ellos. El caso famoso de aquellos religiosos que estuvieron allí en la huelga de hambre, que les entraron a cañonazos y los exterminaron. Cuántas barbaridades, cuántos crímenes han cometido y cuántos muertos no cargan sobre su conciencia desde el momento en que ellos estimularon salidas aquí en balsas, en gomas, en cualquier cosa, de cualquier forma.

Con tal de hacer propaganda no les ha importado cuánta gente pueda morir en todo esto, y nosotros no estamos planteando que la gente muera. Si quieren ponemos una línea, ordenada, que se los lleven; pero son ellos los que se están llevando el lumpen.

Ellos son los que han renunciado, realmente, a pesar de este discurso de Clinton, a seleccionar la gente que va para allá, porque una buena parte de la gente que se va ilegalmente son de la peor calaña, de la que ni siquiera se molesta en ir a la SINA a pedir permiso. Realmente, nosotros hemos hecho las cosas ecuánimes, conscientes.

Hemos tenido una paciencia tremenda, y creo que quien conoce la Revolución Cubana y la historia de la Revolución Cubana sabe que no se le puede amenazar, ni se le puede intimidar, ni se le puede poner de rodillas, ni aunque mil cohetes apuntaran contra nosotros. Creo que eso lo sabe el pueblo cubano, lo saben todos los patriotas y lo saben todos los revolucionarios, y saben que no es responsabilidad nuestra esta situación creada.

ROSALIA ARNAEZ.-Comandante, es una provocación, una burla, evidentemente, que reciban, incluso, a asesinos, homicidas, que son, por ejemplo, los que usted acaba de informar que dieron muerte a un policía nuestro, que hirieron a otro que quizás también fallezca y nosotros no tenemos siquiera legalmente ninguna seguridad, ningún instrumento para poder reclamar a esos individuos y hacer justicia en nuestro país. Ellos lo asumen como parte de esta demagogia de que no reciben inmigrantes ilegales de otras partes del mundo, pero los de Cuba tienen un status especial.

FIDEL CASTRO.-Exactamente. Ahora mismo este es el tercer barco; está a unas 12 millas de aquí, también con rehenes.

MODERADOR.-Y van los asesinos ahí.

FIDEL CASTRO.-Van los asesinos. Ellos han hecho de todo, desde tirar gente al agua hasta amenazar con volar el barco si se acercan los otros. Han amenazado con matar niños. Han utilizado todas las armas para que no se arrimen los barcos y, lógicamente, no tiene sentido tratar de abordar un barco de esos a cualquier costo, a cualquier precio.

Esa es la situación que hay, ese es el tipo de gente, y los han estado recibiendo y han creado esta situación, más los estímulos, las exhortaciones, la propaganda contrarrevolucionaria; ya los están moviendo para crear desórdenes, para crear disturbios, para crear conflictos, para ensangrentar este país, para buscar pretextos de intervención en Cuba. Es clara la estrategia de Estados Unidos, clarísima. Pero ellos no saben, aparentemente no han aprendido a conocer a nuestro país en bastante tiempo. Y no se trata de personas; ustedes saben bien que no se trata de personas, no se trata de mí, yo puedo desaparecer y mañana el país está igual, exactamente igual, para luchar, para combatir, para pelear. Mira que me han matado veces con los rumores esos de infartos y de cosas! Por suerte hasta ahora no he tenido ninguno, a pesar de los sustos estos que nos dan con sus amenazas, figúrense! Bueno, quiero decirlo, porque ustedes han visto todo: vieron el acto del 26 de Julio, escucharon el discurso de Raúl, saben de las reuniones que tuvieron lugar en el MINFAR, en el Ejército Central y Occidental. Yo siento la tranquilidad de saber que hay muchos cuadros y muchos compañeros, muy valiosos, que me pueden sustituir a mí perfectamente. Puedo hacer algunas cosas como la de hoy, porque es mi papel, es mi trabajo; al fin y al cabo, prefiero que me tiren a mí, incluso, y se lo dije a los compañeros de la escolta que iban conmigo: "Ni un solo disparo. Ustedes no pueden tomar ninguna decisión si no les doy una orden." Desde luego, yo no iba a dar órdenes a la escolta de disparar, tengan la completa seguridad, y se lo digo a mis enemigos, no tienen problemas. Mis armas más poderosas son morales.

Pero me queda la tranquilidad de saber que el país está organizado, que tenemos un Partido, que tenemos el gobierno que lo estamos mejorando, que lo estamos perfeccionando, que hay ideas muy claras. Hay dos discursos extraordinarios de Raúl: el 26 de Julio allí en la salida de la prisión, y el que pronunció en la Asamblea Nacional. Así que el enemigo se encuentra hoy un país más institucionalizado, más organizado. El país y la Revolución han sufrido ciertos desgastes, es lógico, como consecuencia de la situación que estamos atravesando, pero no ha sido en vano la cantidad de semillas de patriotismo y de heroísmo que se ha sembrado en estos más de 35 años, porque se ven florecer y se ven fructificar por todas partes. Hay una institución, hay un Partido formidable; hay un ejército y unas fuerzas armadas formidables, además de otras instituciones, el Ministerio del Interior, las organizaciones de masa. Estas reuniones, como ustedes vieron, fueron muy críticas y a la vez se llamaba al combate. Hay que llamar al combate a los revolucionarios. Las provocaciones de hoy llamaron al combate a la gente, porque yo hacía mucho tiempo que no veía a la gente con el espíritu con que la veía hoy en la calle. Me recordaba aquella famosa ocasión en que fuimos a tomar el cuartel de Camagüey sin armas, cuando la conspiración famosa de Hubert Matos, nos bajamos allí, nos reunimos con el pueblo, íbamos sin un fusil y les íbamos a tomar el cuartel sin un fusil. Bueno, no nos dieron tiempo, porque Camilo se adelantó por allá y él solo habló para desarmar a los conspiradores. A los provocadores estos sin un fusil los podemos neutralizar, con el pueblo, sin que los fusiles nos sobren; pero preferimos usar los fusiles contra los invasores, contra los agresores extranjeros. No quisiéramos tener que usar fusiles contra lumpens y contrarrevolucionarios de ese tipo si tenemos al pueblo, si tenemos a las masas. Claro, esto no quiere decir que se vaya a desarmar la policía, el ejército, ni mucho menos; al contrario, van a estar bien armados, bien entrenados y bien organizados, porque tenemos que estar preparados para todo. Y puesto que estos son la quinta columna del imperialismo aquí adentro, hay que ver qué pasa si llega la hora del combate; pero preferimos combatir contra los imperialistas y no contra su quinta columna.

MODERADOR.-La situación de las embajadas, estas situaciones que se han dado, no son ajenas a un plan, desde luego, como se ha estado hablando aquí.

FIDEL CASTRO.-Todo eso fue planeado, lo de la Embajada de Bélgica fue planeado y otros planes se hicieron. No voy a decir que esta sea la actitud de la mayoría de los diplomáticos, al contrario, la mayoría de los diplomáticos tienen interés en que haya orden en las embajadas. Ahora, hemos establecido el principio de que el que no recibirá jamás permiso para salir del país será el que penetre por la fuerza en una embajada. Se podrá tomar una medida de un tipo o de otro, pero ese sí que no recibirá el permiso para salir del país. Se ha establecido que ese será el ciudadano que no tendrá derecho a salir jamás, el que penetre por la fuerza en una embajada. Se les ha permitido que salgan, que vayan a sus casas, todo eso, pero no tendrán permiso. Ese principio se ha establecido y lo vuelvo a ratificar una vez más: esos no saldrán del país; nunca recibirán permiso para salir del país los que penetren por la fuerza en una embajada. La actitud de la mayor parte de los diplomáticos es seria, es responsable. Claro está que necesitaría usted el Castillo del Morro en cada embajada para impedir que un grupo entre por la fuerza si quiere, lanzando un camión, lanzando un vehículo. ¿Qué va a tener usted, un ejército alrededor de cada embajada? Es imposible, ¿cuánto cuesta todo eso?

Ha habido que establecer el principio de que no podrán salir al exterior, no recibirán permiso los que penetren por la fuerza en las embajadas. Esa es la política que se sigue con relación a eso, porque esas son provocaciones, y lo hicieron en otros países. Como nos hemos quedado casi como el único adversario del imperio, toda su malicia, toda su perfidia y todo su poder se concentra contra nosotros, así que es dura y difícil esta batalla, pero no le tenemos miedo a esta lucha.

LUIS BAEZ.-Comandante en Jefe, hoy se rompieron algunas vidrieras, hoy se tiraron algunas piedras, y la respuesta de los revolucionarios fue esa misma que usted planteó.

Creo que es justo que se diga aquí, si estamos hablando por la Televisión Nacional, que la respuesta de los trabajadores del Cohíba, la respuesta de los vecinos revolucionarios de esa zona, la respuesta de los trabajadores del Deauville, la respuesta del Buró y de todos los compañeros de la Unión de Jóvenes Comunistas que estaban ahí, en la calle, con su Primer Secretario al frente, y la respuesta de todos los trabajadores revolucionarios de esa zona fue extraordinaria. Creo que es importante señalar aquí la catadura moral de esos elementos: los mismos que nos tiran piedra, son los mismos que nos incendian un círculo infantil, como en el año 1980 nos incendiaron el Le Van Than.

Creo que es importante que eso se diga aquí. Son elementos antisociales, son lumpens, que son el caldo de cultivo de la contrarrevolución, y ellos tiraban piedra al tumulto sin importarles si había ahí niños, si había mujeres. La contrarrevolución nunca ha elegido sus víctimas, puede ser cualquier ciudadano revolucionario de este país, como mismo masacraron a Yuri, a Orosmán, a Rafael, a Pérez Quintosa, el 8 de enero del año 1992. La Revolución, como usted nos decía hace unos instantes, está obligada a tomar todas las medidas para garantizar la tranquilidad ciudadana de los revolucionarios y del pueblo.

FIDEL CASTRO.-Y levantar la combatividad. Yo decía que en los pronunciamientos que se han hecho en estos días ha habido un fuerte llamado a levantar la combatividad de todos los sectores y de todas las fuerzas. Yo hoy vi una combatividad realmente levantada en la gente, tremenda. No se pueden subestimar los valores morales que este pueblo ha acumulado ni su disposición a luchar. Y quien lucha vence; no hay nadie hoy, por poderoso que sea, capaz de derrotar a un pueblo decidido a luchar, a un pueblo que cuente con un número tan grande de combatientes y de revolucionarios como el que cuenta nuestro país. Estoy convencido de eso. Yo estoy realmente orgulloso del comportamiento de la gente, de los revolucionarios, de los trabajadores, de las masas y de las unidades de la policía. Hoy podemos sentirnos realmente satisfechos. Todo esto sirve de entrenamiento, esto nos prepara para futuros combates por duros que sean.

ARLEEN RODRIGUEZ.-Creo que faltó un comentario ligero, que la movilización popular fue absolutamente espontánea. No creo que haya una sola persona ahí que haya sido llamada ni tocada a su puerta ni nada, fue una movilización espontánea, y lo digo porque en el propio periódico hubo gente que quería dejar de hacer su trabajo y le dije: Te quedas aquí y va otro grupo, pero no puede ser que todo el mundo ahora deje su trabajo; no, en este instante trabaja y después vamos. Fuimos un grupo de avanzada, y había realmente una reacción espontánea. Por eso yo decía que también había alguna gente que no sabía, que no se enteró, digamos, porque no tenía corriente eléctrica a lo mejor y no oyó la radio, o no fue avisada, porque eso se pudo poner mucho más lleno.

Pero era, realmente, una cosa muy impresionante, y yo tengo la vivencia para siempre, para toda mi vida, desde el momento que supimos que el Comandante venía a pie, bajando por todo Prado, que llegó hasta la esquina del Malecón, la gente quería que él tuviera un altoparlante para oír sus palabras, la televisión, la gente no podía oírlo. Por eso es tan bueno que haya estado aquí.

FIDEL CASTRO.-Yo esta vez no llevé ni cámara, ni periodistas, ni fotógrafo, ni nada, porque supe que había problemas y salí inmediatamente. Tú dices que les emocionó a ustedes verme a mí por allí, yo les digo que me emocionó más todavía al verlos a muchos de ustedes por allí. Allí me topé con Contino y con mucha gente, los vi allí peleando en primera fila. Entonces, ese no es el revolucionario de consignas, sino el revolucionario que cuando llega la hora de la verdad va a la pelea, va al combate.

Recordaba los momentos más gloriosos de esta Revolución, recordaba el Granma, recordaba los combatientes de Girón, del Moncada, porque allí eran combatientes, combatientes de ideas; soldados de las ideas y desarmados, porque nosotros con nuestras ideas, desarmados, le ganamos la batalla a todo ese lumpen. Las armas preferimos reservarlas para las tropas imperialistas y sus aliados, pero estoy convencido de que con nuestras ideas ganamos, y no hay piedra, no hay arma ni hay nada que pueda detener al pueblo.

Para mí fue muy emocionante ver cuadros allí, porque vi muchos cuadros; vi ministros, cuadros del Partido que estaban allí en el campo de batalla, vi de todo.

Yo creo que la gente hoy dio un contragolpe político tremendo; estaba enardecida la gente nuestra, y el enemigo sabe que va a encontrar combate, y de qué manera!

ROSALIA ARNAEZ.-Comandante, usted nos decía que el combatiente muerto en estos incidentes va a ser tendido en el Ministerio del Interior.

FIDEL CASTRO.-A las 10:00 de la mañana del domingo va a estar tendido frente al Ministerio del Interior y a las 6:00 de la tarde se va a despedir el duelo.

ROSALIA ARNAEZ.-Estoy convencida de que todo el pueblo de Ciudad de La Habana, revolucionario y sensible con todo esto, va a asistir.

FIDEL CASTRO.-La despedida del duelo es a las 6:00 de la tarde el domingo.

Tengo que tomar la decisión de si viajo o no, porque estoy invitado a la toma de posesión del nuevo gobierno en Colombia. Con todas estas tremebundas amenazas qué hacer. No quiero que la gente piense que salgo cuando hay un problema. Voy o no voy, pero estoy tranquilo. Tengo una confianza infinita en el pueblo, en el Partido, en las masas y en los combatientes; así que esto será cuestión de detalles, pero no me van a detener las amenazas del señor Sullivan ni me van a quitar el sueño, se lo aseguro.

ROSALIA ARNAEZ.-Usted habla con esa certeza porque sabe con lo que cuenta.

MODERADOR.-Desde luego. Comandante, ha sido muy estimulante para todo nuestro pueblo revolucionario, para nuestro país, para nuestra patria haberlo tenido esta noche aquí en estos momentos, de verdad, se lo agradecemos infinitamente.

FIDEL CASTRO.-Y yo les agradezco a ustedes más todavía: esta oportunidad de comunicarme con la gente, con el pueblo y haber tenido un grupo tan estimulante y gente nueva. Hay un nuevo ejército de periodistas, entre los cuales estás tú también. Yo me atrevo todavía a hacer algunas de las cosas que hace la gente joven.

MODERADOR.-Gracias a Susana, a Luis Báez, a Rosalía y a Arleen por habernos acompañado en esta sumamente estimulante comparecencia del Presidente de la República de Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro. Muy agradecidos, muchas gracias, Comandante.

Lugar: 

Cuba

Fecha: 

05/08/1994