Primera visita de Fidel Castro a Guantánamo cumple medio Siglo
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En tierra guantanamera, el segundo líder de la Revolución Cubana Raúl Castro Ruz y su compañera Vilma Espín descansaron la noche del 31 de diciembre de 1958 y en la mañana del Primero de enero de 1959, en el histórico central Ermita recibieron la feliz noticia del triunfo de la Revolución Cubana.
Al siguiente día, 2 de enero, entraban victoriosas a la Capital del Segundo Frente las fuerzas de las Columnas números 6 Juan Manuel Ameijeiras, 18 Antonio López Fernández y 20 Gustavo Fraga, bajo el mando de los comandantes Efigenio Ameijeiras, Félix Pena y Demetrio Montseny Villa, respectivamente.
A partir de ese momento, los combatientes, obreros, campesinos, estudiantes, profesionales, amas de casa y el pueblo en general, esperaron con ansiedad la visita del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
El 3 de febrero se cumplimentó el anhelo de los combatientes y de todos los revolucionarios del Alto Oriente cubano. La Voz del Pueblo, el decano de los periódicos orientales, anunciaba en primera plana: “Entusiasmo indescriptible en Guantánamo para recibir a Fidel Castro”.
En el aeropuerto de Los Caños, el Comandante Villa, jefe de la Plaza, recibía a Fidel, quien venía acompañado del Comandante Piñeiro. Minutos después la caravana entraba a la ciudad, donde recorrió varias de sus arterias principales y fue aclamado por una multitud emocionada y vibrante.
La actividad central de recibimiento se efectuó en el corazón histórico de la ciudad, frente al parque 24 de Febrero (antigua Plaza de Armas Isabel II), a pocos metros del lugar donde el coronel mambí Policarpo Pineda “Rustán” recibiera, en 1866, numerosos azotes por orden del gobernador español; próximo, también, al establecimiento en el que el general José Maceo brindara un trago por la independencia, en el verano de 1895.
En los portales de la otrora Escuela Profesional de Comercio, centro de luchas estudiantiles y de la presencia de Frank País en Guantánamo, el 3 de febrero de 1959, Sergio Quintero, presentó al Comandante Fidel Castro, quien realizó de manera magistral su primera alocución dirigida al pueblo combativo del Alto Oriente, y expresó la satisfacción que sentía de encontrarse en Guantánamo y de la calurosa acogida que el pueblo del Guaso había dado a la comitiva que encabezaba.
Habló sobre la importancia de mantener la unidad de las fuerzas revolucionarias ante los peligros interiores y exteriores, subrayando que habían quedado atrás los tiempos en que el embajador estadounidense dictaba las órdenes, así como se refirió a aspectos vitales de la nueva dirección popular revolucionaria y la ruptura definitiva con la tradicional politiquería que sumía a la Isla en el caos.
El distinguido visitante abordó también la difícil situación económico-social de los Términos Municipales de Guantánamo y Yateras: el desempleo, los bajos salarios de los campesinos y obreros, la prostitución, el abandono de las asistencias médicas, y la explotación de los hombres del campo que no eran propietarios de tierra.
En el histórico encuentro, Fidel anunció la próxima aprobación de la Ley de Reforma Agraria, reafirmando que un propósito supremo era cumplimentar el Programa del Moncada, proyecto que había comenzado a aplicarse en la Sierra Maestra.
Otro tema sobre el que llamó la atención fue el relacionado con la preparación militar del pueblo trabajador en los sindicatos, los centros estudiantiles y los clubes juveniles, consciente de que Guantánamo era un escenario donde los enemigos tratarían de hacerse fuertes, y expresó:
“A la contrarrevolución no podemos dejarla que triunfe. Tenemos que atrincherarnos y pelear aquí hasta el último hombre y hasta la última bala; por lo tanto, la Revolución hay que hacerla”.
Medio siglo transcurrió después del primer encuentro de Fidel con el pueblo guantanamero; la Primera Trinchera Antimperialista ha cumplido las indicaciones del Máximo Líder de los cubanos. La Patria chica de Pedro A. Pérez se mantendrá como baluarte de la cultura de esa capacidad de resistencia que él nos enseñó.
Fuentes:
•La Voz del Pueblo, 3 y 4 de febrero de 1959.
•Wilfredo Campos Cremé: Fidel en Guantánamo, Blasones, Año 3, No. 2.
•Testimonios de Demetrio Montseny Villa y de Sergio Quintero.