El Che y el color
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Para las nuevas generaciones de periodistas, no es fácil comprender cómo trabajaba la prensa hace 60 años y las limitaciones que teníamos los que trabajábamos en ella. Unas fotografías en color del Che Guevara visitando una escuela en construcción, tomadas en 1960 por Nicola Seyd, una cooperante británica, acaban de plantear un interrogante: ¿No había anteriormente fotografías en color del guerrillero argentino? Son muchos los argumentos que se adelantan sin que realmente se acerquen a la realidad.
Después de la foto de Fidel Castro, tenemos la del Che.
La película de color se empezó a popularizar entre los profesionales en 1935. Un año más tarde llenaba las pantallas de cine Lo que el viento se llevó totalmente rodada en color. El mismo año 1936 nace el semanario Life y 14 años más tarde, en 1949, aparece su rival, Paris Match. Ambas publicaciones utilizaban el color en sus reportajes pero, a diferencia del blanco y negro, su tratamiento era más caro, no solo por la fotomecánica o colour separation, sino porque la impresión exigía grabar cuatro planchas o cilindros, uno por cada color (magenta, cian, amarillo y negro). Las revistas limitaban el uso del color a un pliego de 8 pgs o de 16 según la cantidad de publicidad en color que tuviesen para ese número. Esto no restringía, en absoluto la labor de los reporteros, salvo en publicaciones de segundo o tercer orden. En mi época, Paris Match tiraba 3,5 millones de ejemplares y Life el doble.
Repartido en tres números, el 8 de marzo de 1958 (nº465) y los 12 y 19 de abril (470 y 471) Paris Match publicó mi reportaje sobre Sierra Maestra. El único que lleva color con mi firma es el del 19 de abril, en cuya portada aparece Fidel Castro probando una pistola de señora que le habían enviado de regalo a Celia Sanchez en la Navidad 1957 (yo estaba allí desde principios de diciembre). Este número 471, además de las 4 páginas de portada y contraportada, llevaba un reportaje de 16 páginas (8 de las cuales a todo color) sobre la Exposición Internacional de Bruselas. El hecho de que mi foto de portada fuese Fidel Castro prueba que utilicé color en la Sierra Maestra. La escasez de publicidad en color era la que marcaba la pauta a la hora de elegir reportajes en color, no que no los hubiera.
En Paris Match, la fotografía en color se guardaba en un departamento separado del blanco y negro que se guardaba en el archivo general. Cuando rompí con Paris Match después de 7 años de relación, acudí al archivo general cerca de mediodía pretextando buscar unas fotos mías para el Redactor-Jefe. Yo había elegido el momento porque sabía que a las 12 en punto, un francés deja todo y se marcha a comer. El responsable me dejó la llave y si me iba antes de que regresase, debería dejarla en recepción. Así pude rescatar la mayoría de mis reportajes en lo referente al blanco y negro, conservo hasta los albums originales de la revista.
No pude hacer la misma recuperación para el color porque el acceso estaba más restringido y Walter Carone lo custodiaba muy conciunzudamente. Hace un año, Christian Laffaille, un ex-periodista de Paris-Match, me comunicó que en un almacén de Hachette, en las afueras de Paris, se habían encontrado 2 planchas de plasticos con 72 diapositivas mías de Sierra Maestra. No he conseguido obtener satisfacción a mis peticiones de devolución del material gráfico de color. No he renunciado a ello y Laffaille ha prometido ayudarme cuando los cambios de dirección de la revista cesen y sepamos con quién negociar.
He dicho muchas veces que el hombre que me interesaba en la Sierra era Fidel Castro y que al Che le veía menos porque su asma limitaba sus desplazamientos pero habré estado con el argentino media docena de veces en 4 meses. También almorzamos juntos en El Cairo en junio de 1959 y si bien no hicimos fotos, los colegas egipcios sí las hicieron cuando acudió a entrevistarse con Nasser. La prensa egipcia le fotografió en color con toda seguridad y lo mismo cabe decir de la intervención del Che en las Naciones Unidas el 11 de noviembre de 1964. No hablo de las penurias de mis colegas cubanos. Liborio Noval ha utilizado cola de película cinematográfica pero la utilizaban también en España en los años cuarenta. De Sevilla Films salían muchas colas de rollos gastados de los que sobraban, a veces, unos centenares de metros.
Desde 1962 estuve haciendo de Free-Lance ylos que ibamos por libre sabíamos que una portada de Life valía entonces mil dólares y un spread central, 1.500. Como la portada siempre iba en color en una docena de semanarios de actualidad y la televisión no había sustituido las revistas a la hora de informar, todos haciamos blanco y negro y color. Ektachrome principalmente porque nos permitía errar en un par de puntos a la hora de elegir diafragma.
Enrique Meneses nació en Madrid el 21 de octubre de 1929. Pasó parte de su infancia en París, donde vivió la ocupación alemana en durante la Segunda Guerra Mundial.
Actualmente reside en Madrid. Cada miércoles, desde el nacimiento del diario, escribe una columna de internacional en el Diario Público, que compagina con frecuentes actualizaciones de su propio blog.
Cursó estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca y Madrid. Hizo los cursos especiales para profesionales de periodismo, aunque ya había publicado su primer reportaje en 1947 con motivo de la muerte de Manolete con sólo 17 años. Fue publicado en numerosos diarios de América Latina.
En 1958 se desplaza a Cuba, donde se convierte en el primer reportero que convive, durante cuatro meses, con los revolucionarios cubanos en Sierra Maestra. Allí conoció a Fidel Castro y al Che Guevara. Algunos meses antes de su salida de la isla, en donde estuvo preso de la policía de Batista durante una semana, consigue enviar su reportaje sobre la revolución cubana a la revista Paris Match. Dicho artículo causó gran sensación a nivel mundial.
Entrevistó a algunos de los personajes más decisivos de la historia contemporánea; a Nasser, al rey Hussein de Jordania, al rey Faissal de Arabia, al Dalái Lama, el Sha de Irán, Farah Diba, Salvador Dalí, Martín Luther King Jr, Mohammed Ali…
Cabría destacar también, la cobertura que ofreció del día de “la marcha por el trabajo y la libertad de los afroamericanos” encabezada por Martin Luther King (1963), así como de la guerra de Rodesia, de Angola, de Bangla Desh cuando se independizó de Pakistán. Cubrió también el asedio de Sarajevo en el 93.