Con ojeras visibles por una madrugada intensa, los cubanos viven hoy con mucha felicidad la actuación de su equipo en el II Clásico Mundial de béisbol.

Rayando las dos de la mañana de este miércoles concluyó el desafío Cuba-Australia que dio a los caribeños su pase a la segunda ronda, luego de imponerse espectacularmente cinco carreras por cuatro, viniendo de atrás.

Un poco antes, los ladridos de perros en la capital atestiguaban la algarabía producida en muchos barrios cuando el emergente Yosvany Peraza desapareció la pelota por el jardín izquierdo para traer las dos decisivas en el octavo episodio.

El musicólogo Francisco "Pancho" García, sempiterno fanático de Villa Clara, muestra las señales inequívocas de una noche en vela, pero su amplia sonrisa ejemplifica que su desvelo fue más que recompensado.

García asistía eufórico hoy a su centro laboral, pero seguía demandando un poco más de acción para su coterráneo Leonys Martín, quien ha jugado las últimas entradas en los dos juegos del conjunto, solamente a la defensa.

Por su parte, Carmela Gómez, seguidora del deporte en general, quiso trasmitir una felicitación a "todos esos muchachos que le están dando duro a la bola".

Pese a su delicado estado de salud por los achaques propios de sus 77 años de edad, Gómez aprovechó para enviar un mensaje de aliento al lanzador Pedro Luis Lazo, quien no pudo hacerse justicia esta vez.

No te preocupes, Lazo, todos sabemos que eres un grande, dijo la veterana aficionada a uno de los héroes fundamentales del segundo puesto obtenido por la mayor de las Antillas en el I Clásico.

En fin, la alegría era palpable este miércoles entre los cubanos, y seguramente en cada centro laboral o parque de la Isla hoy sólo se hablará de una cosa: del II Clásico Mundial de béisbol y "la noche de anoche".