Embajada de Cuba en el sur de Vietnam: amor por un hermano de combate
Hecho trascendental y de enorme significación política, la apertura, hace hoy 55 años, de la embajada de Cuba en los territorios liberados de Vietnam del Sur fue la expresión sincera del amor solidario de un hermano en combate.
Fueron éstas algunas de las palabras pronunciadas entonces por el flamante embajador cubano en plena selva, Raúl Valdés Vivó, quien al presentar sus cartas credenciales destacó la viva emoción y el honor que provocaban abrir la primera (y única) misión diplomática acreditada ante el Frente Nacional de Liberación (FNL) de Vietnam del Sur.
El FNL es el abanderado de un programa político que recoge las aspiraciones legítimas de liberar el Sur, defender el Norte y avanzar hacia la pacífica reunificación de la Patria, subrayaba entonces Valdés Vivó antes de elogiar las asombrosas acciones del Tet de la Primavera de 1968 acometidas por esa fuerza.
En su libro “Embajada en la selva y antes: paralelo 17” el diplomático cubano recuerda que el 4 de marzo de 1969 hubo un instante en que parecía que Estados Unidos, mediante su principal diplomático, el bombardero B-52, quería estar presente en la ceremonia de apertura de la embajada cubana.
Las bombas –relató- se acercaban como atraídas por el imán de la voz del abogado de la revolución que delante de nosotros, sin alterarse por el creciente ruido diabólico, consagraba la comunión de combate entre su pueblo desangrado y victorioso, y el pueblo hermano de la isla lejana y próxima, depositaria del corazón vietnamita.
Una pequeña tienda construida con árboles recién cortados y paracaídas norteamericanos fueron la sede de la Embajada cubana ante el FNL, “el representante auténtico de los 14 millones de patriotas que desde el paralelo 17 a la península de Camau hacen temblar la tierra debajo de las botas insolentes de los invasores enviados por Estados Unidos”.
Para entonces, el Frente avanzaba de victoria en victoria y había liberado ya las cuatro quintas partes del territorio del Sur de Vietnam, dando a 11 millones de habitantes el derecho a crear una nueva administración revolucionaria, basada en elecciones democráticas.
El pueblo cubano, reiteró en su discurso Valdés Vivó, ha tenido, tiene y tendrá siempre hacia el pueblo sudvietnamita y su jefe y organizador, el FNL, el amor solidario de un hermano en combate.
Al manifestar su gratitud sin límites por el fraternal apoyo del Gobierno y el pueblo cubanos, manifiesto con la apertura de la embajada en la selva, el presidente del Presidium del Comité Central del FNL, Nguyen Huu Tho, enfatizó en que ello marcaba un desarrollo extremadamente feliz en la amistad profunda entre ambas naciones.
Nuestros dos pueblos, subrayó Huu Tho, tienen el honor de estar en la avanzada de la guerra revolucionaria contra los imperialistas norteamericanos, el enemigo número uno de la humanidad progresista.