TRASMITE TERNURA
Mis hijos me hablaron mucho de Fidel. Pienso que ellos también soñaron alguna vez verlo frente a frente y abrazarlo. El habla con tal profundidad. Yo comprendí que no era una entrevista formal, que era una entrevista de sentimiento...
Se conmovió mucho al recibir mi pañuelo. Yo no quería hablar, yo quería pensar en mis hijos, en los sueños de ellos... ¡cuántas veces habrán querido estar ahí! Y yo me sentía como una elegida, sentía aquello como un privilegio. Cuando nos abrazamos, cuando yo sentí que lo abrazaba a él, pero que él también me abrazaba a mí, nos estábamos trasmitiendo algo muy fuerte.
Él trasmite ternura porque es una persona que todo el tiempo está mirando a los ojos. En la mirada de la gente se trasluce si es sincero, si es hipócrita, si está formal, si está aburrido, si no sabe cómo terminar con la entrevista. Todo el tiempo que estuvo fue el tiempo que quería estar.