EL MILAGRO DE VIVIR
Para los que construimos castillos desde el arte, la presencia feliz de Fidel nos renueva la vida; su ternura mueve a sentir la hierba fresca, el delicado bejuco, el agua en el curujey. Su caballerosidad provoca de nuevo los candores, sonroja y halaga. También con energía nos ha enseñado como hacer el milagro de vivir con lo indispensable, lo realmente necesario, que el amor permanezca y que lo que aumenten sean nuestros valores trascendentes, el camino patriota de las mil leguas, con libertad, la aventura y su victoria, el conflicto y su solución, cumplir la utopía.
Nos da el coraje y la exigencia para la capacidad de resistir, es un llamado de esperanza en este mundo de individualismo y cada momento a su lado o frente a su discurso es de aprendizaje, de amor y dignidad.