Fidel
Soldado de las Ideas
Todos los recorridos de Fidel por Camagüey fueron inolvidables, pero uno vive particularmente en el recuerdo: la visita, un día como hoy, el 22 de septiembre de 1989 a Cayo Cruz, donde se trazaría la estrategia para el desarrollo del turismo de esa hermosa región del norte de la provincia.
De Tacajó, en Báguanos, provincia de Holguín, llegó a Camagüey en 1968, Walter Pupo Méndez, con la encomienda de favorecer el conocimiento de unos y el talento de otros los muchachos de todo el país que integrarían la Columna Juvenil del Centenario, partiendo de la experiencia suya como metodólogo en la educación de adultos en este territorio oriental.
Fidel llegaba a la tribuna presidencial instalada en los predios del instituto politécnico de la salud Doctor Octavio de la Concepción de la Pedraja, de Camagüey, aquel 4 de septiembre de 1978, sobre las seis de la tarde, para dejar inaugurada esta obra y con ella el curso escolar en el país. Constructores, estudiantes y profesores aclamaron al líder histórico de la Revolución.
Adys Figueredo Fernández de Carcáva conoció a Fidel a finales de agosto de 1958 en La Plata, en la Sierra Maestra, tras la ofensiva de verano del Ejército Rebelde.
Ana María Sánchez Almanza es una mujer especial. La conocí en la década de los 70 del pasado siglo cuando asumía la responsabilidad de jefa de pastos y forrajes de la Empresa Ganadera Rectángulo de Guáimaro, época en que se producía heno y ensilaje al por mayor para la alimentación de la masa vacuna.
Siempre la he admirado. Es una persona sincera, que desborda franqueza y antes de callar prefiere decir, sin tapujos, lo que siente.
Testimonio de uno de aquellos jóvenes que respondió al llamado de Fidel de formarse como contadores agrícolas y que un día, como hoy 10 de noviembre, hace 55 años, se graduó en esa especialidad de las ciencias económicas.
Por múltiples razones el 1ro de septiembre de 1976 es una fecha inolvidable en la vida de Elvira Siso, la primera directora del hoy Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Máximo Gómez.
A 48 años de haber jugado baloncesto con Fidel, Omar Iglesias confiesa que era muy difícil y lo afirma, sin dudas, el contrario más difícil que tuvo en los dieciséis años de basquebolista.
“Era por la forma en que jugaba y por ser, además, un hombre grande. Todavía en aquella época los chiquitos, con la medida nuestra, de 1.72, teníamos cierta posibilidad de jugar. Él es de 1.83 por ahí, ¡imagínate!. La diferencia era grande, grande”.
A la llegada del Ejército Rebelde a Guáimaro, el 4 de enero de 1959, con su Líder al frente, pudieron apreciar el poblado de casas de lujo con grandes portales en calles rectas y anchas que caían de la plaza espaciosa a la pobreza pintoresca de los suburbios. Una escena que solo cambió, años después, con la obra de la Revolución.
Fidel y su huella en Camagüey
Las enseñanzas de Fidel, de hombre de pensamiento y acción, incluso desde antes de 1959, quedaron marcadas en la memoria histórica de Camagüey con pasajes que se remontan a 1947, fecha en la cual se enroló como soldado de la expedición de Cayo Confites para tratar de derrocar la dictadura de Leonidas Trujillo en República Dominicana.
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