Fidel
Soldado de las Ideas
Cuando Miguel Díaz-Canel le comentó a Vivian Ramón —ex ajedrecista y primera Gran Maestra en Iberoamérica en 1998— que teníamos que pensar en organizar otra Olimpíada l de ajedrez, me sentí contento y pensé en Fidel, tan activo en las jornadas de la cita en La Habana 1966.
Fidel-Silvino en la Plaza
Al igual que 36 años antes, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ocupó asiento en la primera mesa frente al monumento a Martí, en la tarde-noche del siete de diciembre de 2002. Esta vez no iba a enfrentar al Campeón del Mundo, sino al primer Gran Maestro cubano (1975) luego del triunfo de la Revolución y varias veces campeón nacional, Silvino García Martínez.
Cubadebate ofrece otro capítulo del libro inédito “Fidel y el ajedrez”, de Jesús G. Bayolo, uno de los grandes periodistas deportivos cubanos e historiador del juego-ciencia, como regalo por el cumpleaños 90 del líder histórico de la Revolución.
Nuestra Olimpiada, que fue la XVII, había sido inaugurada el 25 de octubre en la Ciudad Deportiva, con un bello espectáculo que incluyó el ballet que reprodujo una partida entre Lasker y Capablanca. De regreso al hotel Habana Libre, donde se hospedaban, la mayoría de los ajedrecistas pasaron por el Salón de los Embajadores, escenario de la lucha escaqueada a partir del día siguiente. Para sorpresa de los presentes, llega Fidel Castro Ruz, quien preside el Comité de Honor del magno evento. Departe animadamente con muchos y, de pronto, coincide frente a él uno de los integrantes del equipo de México, Filiberto Terrazas.