También en el ajedrez Fidel vive
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Cuando Miguel Díaz-Canel le comentó a Vivian Ramón —ex ajedrecista y primera Gran Maestra en Iberoamérica en 1998— que teníamos que pensar en organizar otra Olimpíada l de ajedrez, me sentí contento y pensé en Fidel, tan activo en las jornadas de la cita en La Habana 1966.
El Presidente de la República inauguró el 17 de noviembre el aula Ernesto Guevara, Caballero de la Fide, del Centro de Estudios Isla, en la Universidad del Deporte. Allí le expuso esta idea a la Gran Maestra que preside el ese centro, y rememoró momentos del líder histórico de la Revolución cubana en la Olimpíada y evocóo que el primer libro de ajedrez que leyó fue el de resumen de la magna cita.
Fidel jugó la primera y la última partida de nuestra célebre XVII Olimpíada Mundial de Ajedrez, inmediatamente después de la inauguración oficial y al concluir el acto de clausura, respectivamente.
El 25 de octubre de 1966 fue la ceremonia inaugural. De regreso al hotel Habana Libre donde se hospedaban, la mayoría de los ajedrecistas pasaban por el Salón de los Embajadores, escenario de la lucha escaqueada a partir del día siguiente.
Para sorpresa de los presentes, llegó Fidel Castro Ruz, quien presidió el Comité de Honor del evento. Departió animadamente con muchos, y de pronto, coincidió frente a él uno de los integrantes del equipo de México, Filiberto Terrazas.
Acompañaba al Comandante en Jefe el Árbitro Internacional, José Luis Barreras, director general de la Olimpíada, e hizo la presentación. Conversaron sobre el desarrollo del ajedrez mexicano, de Martí y su cariño hacia la nación azteca, de libros (el abogado y profesor Terrazas es autor de un volumen sobre antropología de la cultura maya);y en un momento de la charla Fidel lo convidó a disputar una partida. Se sentaron ante una de las mesas dispuestas para la cercana competencia.
Fidel conversa con Bobby Fischer en el Hotel Habana Libre, en 1966.
El Licenciado Filiberto Terrazas ofreció el siguiente testimonio de lo acontecido:
“Fidel con blancas inicia una apertura Peón Rey. Al desconocer su calidad ajedrecística le planteo la Defensa Francesa, para sumergirnos en una línea de Nimzowitsch… Luego observo que a su lado se encuentra Tigran Petrosian, campeón del mundo, y que este interviene en defensa de las piezas blancas contra mi ataque, y adquiere rápida ventaja.
“A mi vez también busco ayuda y llamo a Bobby Fischer que se encuentra junto a mi compatriota Alfredo Iglesias, a mi lado. De esa fortuita manera nuestra partida se transforma en una partida de consulta: Fidel Castro – Tigran Petrosian, conducen las piezas blancas y Filiberto Terrazas – Robert Fischer, las piezas negras”.
El dúo que conducía las blancas triunfó ante un mar de personas que rodeó la mesa con tablero de mármol y piezas estilo Staunton.
Pero Fidel no parecía sentirse a gusto mirando las manos del Campeón Mundial y de Robert Fischer, que salían detrás de su hombro y del de Terrazas. Por eso al concluir dijo: “Estos señores no nos han dejado jugar”. Y lo convidó a otro duelo entre ellos dos, que reproducimos a continuación:
Blancas: Filiberto Terrazas – Negras: Fidel Castro Ruz
Gambito de Rey Aceptado
1.e4 e5 2.f4 exf4 3.Cf3 Ad6 4.d4 h6 5.e5 Ab4+ 6.c3 Aa5 7.Axf4 g5 8.Ag3 De7 9.Ae2 d6 10.exd6 cxd6 11.Da4+ Cc6 12.d5 Ad8 13.dxc6 b5 14.Dxb5 a6 15.Da4 g4 16.c7+ Ad7 17.cxd8:D+ Txd8 18.Dd4 gxf3 19.Dxh8 Dxe2 ++ (Jaque mate)
Al concluir, Fidel festejó esa victoria en la heladería Coppelia, con amigos y ajedrecistas. Luego visitó la Olimpíada con regularidad, ofreció una recepción a los participantes y presidio el acto de clausura el 20 de noviembre de 1966.
Seguidamente, en medio del salón, el mexicano Joaquín Camarena invitó al Comandante en Jefe a una partida sobre un curioso tablero creado por él, con huecos en las casillas para encajar las pequeñas piezas. Ambos contendientes lo sostuvieron con la mano izquierda, para jugar con la derecha. Esta es la partida:
Blancas: Joaquín Camarena – Negras: Fidel Castro Ruz
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Cc3 Cf6 4.d4 Ab4 5.Ac4 d6 6.0-0 0-0 7.Te1 Cxd4 8.Cxd4 exd4 9.Dxd4 Ac5 10.Dd1 Ag4 11.Ae2
Camarena realizó esta jugada al tiempo que ofreció tablas a Fidel, quien las aceptó sin reparos. Lo cierto es que ambos no se podían mover, presionados por un público curioso y entusiasmado ante aquella batalla. También en el ajedrez Fidel hizo historia. También en el ajedrez Fidel vive.
(Imagen destacada: Fidel Castro vs Filiberto Terrazas, en La Habana, 1966).