Las uñas de Cuba
Yo te envío,
Fidel,
este poema
para tu pueblo
y sus uñas.
Este poema
de afilada punta
en forma de fusil,
de bayoneta o furia.
Entrégalo a tu pueblo,
Fidel,
que lo coja, si vale,
por su empuñadura,
y que sirva de ayuda
a sus uñas
si otra vez se atreviera
el invasor
a llegar hasta Cuba.
O que sirva, mejor,
de herramienta
aguda
para que el pueblo
construya
esa paz de las manos
de Cuba.
Para que no se pudra,
Fidel,
para que Sirva,
te lo mando a Cuba.
Déjale ser
un árbol, una flor,
una brizna de hierba,
una caña de Cuba
la de las uñas.
No lo puedo plantar
todavía en mj tierra.
Plántalo tú en la tuya.
Fidel,
este poema
para tu pueblo
y sus uñas.
Este poema
de afilada punta
en forma de fusil,
de bayoneta o furia.
Entrégalo a tu pueblo,
Fidel,
que lo coja, si vale,
por su empuñadura,
y que sirva de ayuda
a sus uñas
si otra vez se atreviera
el invasor
a llegar hasta Cuba.
O que sirva, mejor,
de herramienta
aguda
para que el pueblo
construya
esa paz de las manos
de Cuba.
Para que no se pudra,
Fidel,
para que Sirva,
te lo mando a Cuba.
Déjale ser
un árbol, una flor,
una brizna de hierba,
una caña de Cuba
la de las uñas.
No lo puedo plantar
todavía en mj tierra.
Plántalo tú en la tuya.