A un encuentro con la historia, esa que marca el decursar de los pueblos, acudieron diferentes generaciones de artemiseños para recordar el paso victorioso de los barbudos de la Sierra Maestra que, encabezados por el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, entraron a la actual ciudad capital de este territorio, aquel histórico 17 de enero.
 
Concentrados en el teatro de la sede municipal del Partido, en Artemisa —dadas las in­clemencias del tiempo— los hijos de esta tierra de moncadistas evocaron lo sucedido ese día.
 
“Es la reedición de una historia que se renueva cada enero y se ha convertido en una tradición popular que se enriquece con el paso del tiempo, porque la Revolución sigue eternamente engrandeciendo su obra y al paso por pueblos y ciudades puede constatarse todo lo construido y las transformaciones experimentadas en estos 57 años de glorias”, expresó Yenisey Cruz, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas en el municipio de Artemisa, quien ratificó la confianza en las nuevas generaciones.
 
Entre los combatientes de la Revolución Cubana reunidos este domingo en el parque Libertad —donde Fidel se dirigió a los artemiseños aquel enero del 59—, Bienvenido Tamayo, refirió que “ese día no cabían las personas en el parque, estaba inundado de tanto pueblo; fue un momento impactante”; mientras, Marino Geraldo Naranjo, otro de los asistentes a la memorable cita, agregó que “el proceso revolucionario es único en la historia y constituye un ejemplo para el mundo”.
 
En el municipio de Guanajay, justo frente al círculo social, donde Fidel junto a aquellos valerosos hombres hicieron un alto para saludar, se dio cita de forma simultánea el pueblo, para revivir aquella inolvidable jornada.