Como una prueba más, e irrefutable, de que el bloqueo económico contra Cuba no es solo ilegal e injusto; sino, además, totalmente inmoral, pudiera calificarse cada muestra de solidaridad que, desde otras regiones del mundo, llega a la Isla para ofrecer ayuda y amor, mientras el Gobierno estadounidense pretende imponer penuria y desesperación a nuestro país.
 
Así lo ratifica la entrega, este lunes, por el proyecto Puentes de Amor, inspirado en la solidaridad de cubanos emigrados en Estados Unidos, de un donativo de leche en polvo al hospital pediátrico provincial Eliseo Noel Caamaño, de Matanzas.
 
Con este gesto, quienes más ganamos somos nosotros, pues nos queda la satisfacción de haber sido útiles y haber puesto un granito de arena en hacer de este mundo algo mejor, dijo el activista y líder del proyecto, Carlos Lazo, al dirigirse al colectivo del centro de Salud.
 
Representa el deseo de muchísimas personas de terminar estos más de 60 años de enemistad, de sanciones, recalcó. «Debiéramos llevarnos como buenos vecinos y como hermanos, y aprender los unos de los otros», afirmó.
 
El doctor José Hernández Hernández, director del hospital, agradeció el donativo y destacó que esta acción de altruismo traspasa los impedimentos que impone la unilateral medida estadounidense a la Salud Pública de nuestro país, un bloqueo que no cesó siquiera en el peor momento de la COVID-19, recordó
 
El proyecto Puentes de Amor estuvo también en el hospital pediátrico Pepe Portilla, en Pinar del Río, donde realizó, igualmente, un donativo de leche en polvo.