Japón venció a Estados Unidos y hoy defenderá su título
Japón, actual monarca del Clásico Mundial de Béisbol, derrotó 9-4 a Estados Unidos y defenderá hoy su corona ante Corea del Sur en la Gran Final de la segunda edición de estos torneos.
Una multitud de 43.630 fanáticos asistió al Dodger Stadium para presenciar el esperado duelo de lanzadores entre la estrella de los Medias Rojas de Boston, Daitsuke Dice-K Matsusaka, y el as del cuerpo de pitcheo de los Astros de Houston, Roy Oswalt.
Los vaticinios previos al desafío otorgaban a los nipones el favoritismo para conquistar la victoria, basados fundamentalmente en el espléndido estado de forma mostrado por los asiáticos en el torneo y la notable inestabilidad de los estadounidenses.
Sin embargo, el equipo norteño salió delante en el marcador desde la misma primera entrada, tras el jonrón en solitario del primer bate y segunda base Brian Roberts.
Un inning más tarde los del Imperio del Sol igualaron las acciones, gracias al elevado de sacrificio del receptor Kenji Johjima, con el que Atsunori Inaba realizó pisa y corre desde tercera.
Cerrando su primer tercio ofensivo, Estados Unidos retomó inesperadamente la supremacía del choque, por sencillo de Jimmy Rollins (robó segunda) y biangular del cuarto madero David Wright.
Hasta este momento del juego, los abridores exhibían rendimientos que conspiraban contra los pronósticos. Luego de tres entradas de actuación, Matsuzaka utilizó 65 envíos, mientras Oswalt realizó solo 37, guarismos fríos pero a la vez reveladores de la efectividad en el control de uno y otro serpentinero.
Empero, en el cuarto episodio los vigentes campeones del certamen interpretaron a la perfección la trayectoria de los pitcheos de Oswalt y marcaron un gran rally de cinco carreras, con el cual tomaron el mando del enfrentamiento 6-2.
La producción ofensiva de esta entrada incluyó sencillos de Inaba y Michihiro Ogasawara, un costoso error del intermedista Roberts sobre rodado de Kosuke Fukudome, tras el cual Johjima disparó su segundo fly de sacrificio del encuentro.
El letal racimo lo culminaron el triple de Akinori Iwamura, el sencillo de Munenori Kawasaki y doblete de Hiroyuki Nakajima.
La profundidad del pitcheo nipón hacía que la diferencia pareciera irreversible, por lo que el resto del partido se antojaba de mero trámite para el acceso de Japón a la Gran Final del Clásico.
Cuatro entradas más tarde (octava), y con Matsuzaka fuera del montículo, los dueños de casa marcaron dos carreras, buenas para revitalizar las esperanzas de miles de aficionados que yacían inertes en las gradas del Dodger Stadium.
Doble de Ryan Braun, base por bolas a Brian McCann y triple del todoterreno Mark DeRosa ante el tercer relevista japonés Takahiro Mahara, sentenciaron el alentador racimo, con el cual Estados Unidos se pegó peligrosamente 6-4 en el marcador.
El balde de agua cayó sobre las huestes norteamericanas cuando su jugador insignia, el torpedero del los Yankees de Nueva York Derek Jeter, cometió un error en la parte baja del octavo rollo, el cual permitió a los dirigidos por Tatsunori Hara distanciarse definitivamente en el pizarrón.
Daitsuke Matsuzaka se acreditó su sexto triunfo sin revés en Clásicos Mundiales (dos frente a Cuba) y disparó su candidatura para proclamarse Jugador más Valioso del torneo, título que conquistó en la versión de 2006.
De esta manera, en la noche hoy el actual campeón olímpico, Corea del Sur, retará al vigente monarca del Clásico, Japón, en el Dodger Stadium de Los Ángeles, California, en busca del codiciado título del torneo beisbolero más importante de la actualidad.
Los abridores designados para trabajar en la Gran Final serán estelar derecho Isashi Iwakuma, por Japón, y el as del pitcheo coreano, Jungkeun Bong.
Una multitud de 43.630 fanáticos asistió al Dodger Stadium para presenciar el esperado duelo de lanzadores entre la estrella de los Medias Rojas de Boston, Daitsuke Dice-K Matsusaka, y el as del cuerpo de pitcheo de los Astros de Houston, Roy Oswalt.
Los vaticinios previos al desafío otorgaban a los nipones el favoritismo para conquistar la victoria, basados fundamentalmente en el espléndido estado de forma mostrado por los asiáticos en el torneo y la notable inestabilidad de los estadounidenses.
Sin embargo, el equipo norteño salió delante en el marcador desde la misma primera entrada, tras el jonrón en solitario del primer bate y segunda base Brian Roberts.
Un inning más tarde los del Imperio del Sol igualaron las acciones, gracias al elevado de sacrificio del receptor Kenji Johjima, con el que Atsunori Inaba realizó pisa y corre desde tercera.
Cerrando su primer tercio ofensivo, Estados Unidos retomó inesperadamente la supremacía del choque, por sencillo de Jimmy Rollins (robó segunda) y biangular del cuarto madero David Wright.
Hasta este momento del juego, los abridores exhibían rendimientos que conspiraban contra los pronósticos. Luego de tres entradas de actuación, Matsuzaka utilizó 65 envíos, mientras Oswalt realizó solo 37, guarismos fríos pero a la vez reveladores de la efectividad en el control de uno y otro serpentinero.
Empero, en el cuarto episodio los vigentes campeones del certamen interpretaron a la perfección la trayectoria de los pitcheos de Oswalt y marcaron un gran rally de cinco carreras, con el cual tomaron el mando del enfrentamiento 6-2.
La producción ofensiva de esta entrada incluyó sencillos de Inaba y Michihiro Ogasawara, un costoso error del intermedista Roberts sobre rodado de Kosuke Fukudome, tras el cual Johjima disparó su segundo fly de sacrificio del encuentro.
El letal racimo lo culminaron el triple de Akinori Iwamura, el sencillo de Munenori Kawasaki y doblete de Hiroyuki Nakajima.
La profundidad del pitcheo nipón hacía que la diferencia pareciera irreversible, por lo que el resto del partido se antojaba de mero trámite para el acceso de Japón a la Gran Final del Clásico.
Cuatro entradas más tarde (octava), y con Matsuzaka fuera del montículo, los dueños de casa marcaron dos carreras, buenas para revitalizar las esperanzas de miles de aficionados que yacían inertes en las gradas del Dodger Stadium.
Doble de Ryan Braun, base por bolas a Brian McCann y triple del todoterreno Mark DeRosa ante el tercer relevista japonés Takahiro Mahara, sentenciaron el alentador racimo, con el cual Estados Unidos se pegó peligrosamente 6-4 en el marcador.
El balde de agua cayó sobre las huestes norteamericanas cuando su jugador insignia, el torpedero del los Yankees de Nueva York Derek Jeter, cometió un error en la parte baja del octavo rollo, el cual permitió a los dirigidos por Tatsunori Hara distanciarse definitivamente en el pizarrón.
Daitsuke Matsuzaka se acreditó su sexto triunfo sin revés en Clásicos Mundiales (dos frente a Cuba) y disparó su candidatura para proclamarse Jugador más Valioso del torneo, título que conquistó en la versión de 2006.
De esta manera, en la noche hoy el actual campeón olímpico, Corea del Sur, retará al vigente monarca del Clásico, Japón, en el Dodger Stadium de Los Ángeles, California, en busca del codiciado título del torneo beisbolero más importante de la actualidad.
Los abridores designados para trabajar en la Gran Final serán estelar derecho Isashi Iwakuma, por Japón, y el as del pitcheo coreano, Jungkeun Bong.
Fuente:
AIN
Fecha:
23/03/2009