«Hemos llegado hasta aquí por Fidel»
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, expresó que fue «muy grato visitar el Instituto Pasteur de Irán». Agregó que «su exitosa experiencia con el Instituto Finlay de Vacunas en la producción conjunta de vacunas contra la covid-19 es un ejemplo a seguir. Tenemos el compromiso de afianzar los nexos que nos unen, en función del bienestar de nuestros pueblos».
El Jefe de Estado cubano –reseñó el sitio de la Presidencia– significó que la historia entre ambas entidades científicas «forma parte de las relaciones de hermandad existentes entre la Mayor de las Antillas y la República Islámica de Irán».
En presencia de científicos de las dos naciones, Díaz-Canel afirmó que: «Hemos llegado hasta aquí por Fidel, que está presente como expresión de la solidaridad que nos enseñó».
Los lazos entre los científicos cubanos de la biotecnología y la farmacéutica, con el Instituto Pasteur de Irán, datan de hace más de 20 años, y se reforzaron con la estancia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz allí, en 2001, cuando realizaba una visita oficial a este país.
El mandatario explicó a los trabajadores del Instituto Pasteur que fue Fidel quien acercó a Irán al pueblo de Cuba. Y fue Fidel, añadió, quien, en los difíciles años 90, en medio de aquella situación tan compleja, no se detuvo, continuó pensando en el futuro, y creó el polo científico de La Habana, el embrión del formidable desarrollo biotecnológico y farmacéutico cubano que luego maduraría, a partir de conceptos que desarrolló el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el grupo empresarial BioCubaFarma.
Explicó que es por eso, con el desarrollo de vacunas y de otros productos propios, que Cuba pudo disponer de esos fármacos para garantizar la salud del pueblo cubano, y también compartirlos con otras naciones, incluyendo las transferencias tecnológicas que se han realizado hacia el Instituto Pasteur de Irán, la más conocida de ellas, la vacuna Soberana.
Este inmunógeno, fruto de la colaboración conjunta entre el Instituto Pasteur y el Instituto Finlay de Vacunas, derivaría en la reconocida PastoCovac, de la cual se han producido, según se informó en el encuentro, 16 millones de dosis para beneficio del pueblo iraní y de otros de la región, las cuales, junto a otras vacunas anti-covid de producción iraní, permitieron a esta nación controlar la pandemia.
Ustedes vencieron la pandemia –les comentó Díaz-Canel– como un fruto, también, de la solidaridad. Fidel cultivó en nosotros la solidaridad; él siempre le dijo a los cubanos que nosotros no repartimos lo que nos sobra, nosotros repartimos lo que tenemos, y no nos sobraban vacunas, no nos sobraba dinero, no nos sobraba financiamiento, pero compartimos esas vacunas con ustedes.
DEL PASTEUR AL PABELLÓN DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA DE IRÁN
Tras la estancia en el Instituto Pasteur, Díaz-Canel y el resto de la delegación oficial cubana se trasladaron hacia el Pabellón de Ciencia y Tecnología de Irán, donde pudo apreciar las capacidades productivas y científicas que ha generado este país para el desarrollo, y también en respuesta al cerco y sanciones que las potencias occidentales, encabezadas por ee. uu., le han impuesto.
Ante el acoso y el castigo, Irán, según se informó en el recorrido, ha sido capaz, por ejemplo, de producir el 89 % de los fármacos que necesita su sistema de salud para atender a una población de unos 85 millones de personas; y fabrica el 40 % de los equipos de avanzada que se requieren para el sector de la producción y los servicios, entre otros resultados.