Fidel en 90 imágenes
“La primera vez que retraté a Fidel fue en el Aula Magna de la Universidad de La Habana en el año 1963. Nunca olvido ese momento en que tuve delante a una historia viva de nuestra Revolución”, puntualizó el fotorreportero Jorge Valiente, autor junto a la periodista Sahily Tabares del volumen Fidel es un país, bajo el sello Editorial Verde Olivo, recientemente presentado en el habitual espacio Sábado del Libro.
A través de 90 instantáneas, captadas por el lente de este infatigable profesional, se muestra al máximo líder de la Revolución cubana junto al pueblo, en sus visitas a escuelas, hospitales, fábricas, centros científicos y culturales; el hombre que tuvo a Cuba siempre como el primer deber. Ese es el mayor mérito de las imágenes, regalarnos una visión del Fidel humanista, al lado de obreros, trabajadores, niños.
La pluma de Tabares recrea los momentos y contextos inmortalizados por el oficio de Valiente. Para ella el texto “invita a pensar detenidamente en la ruta por donde venimos, en el mejoramiento humano, en el relato vivo de huellas que trascienden la temporalidad y se quedan, aquí, hoy, siempre con nosotros y el mundo”.
Asimismo el Doctor en Ciencias Históricas Pedro Pablo Rodríguez, autor del prólogo, expresó la necesidad de que existan iniciativas como esta, en la que la fotografía advierte, complementa y capta las esencias de una época, esos primeros años de la Revolución cuando la epopeya se gestó a través de disímiles proyectos.
Una imagen del Comandante en Jefe junto a varios pequeños y otras personas es la cubierta del libro. Basta con mirarla una vez para llegar a la conclusión de cuánto amor sintió por los que verdaderamente saben querer.
El poeta argentino Juan Gelman perpetuó en los siguientes versos —los cuales han cobrado un brío inigualable en la voz de esa figura indispensable de la dramaturgia nacional, Corina Mestre— la manera en que lo recordarán millones de corazones: dirán exactamente de fidel/ gran conductor el que incendió la historia etcétera/ pero el pueblo lo llama el caballo y es cierto/ fidel montó sobre fidel un día/ se lanzó de cabeza contra el dolor contra la muerte/ pero más todavía contra el polvo del alma/ la Historia parlará de sus hechos gloriosos/ prefiero recordarlo en el rincón del día/ en que miró su tierra y dijo soy la tierra/ en que miró su pueblo y dijo soy el pueblo/ (…).