Bloqueo de EE.UU. perjudica enseñanza en Cuba
La Educación resulta otro de los sectores fuertemente perjudicados en Cuba por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la isla.
Los efectos del cerco se traducen en carencias durante el proceso de aprendizaje, la investigación y el trabajo científico, indica el más reciente informe de Cuba a la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin a esa política.
Entre mayo de 2009 y abril de 2010, el monto total de las importaciones cubanas en este sector se redujo a 18 millones 200 mil dólares, de ellos el 10 por ciento se destinó al pago de fletes.
Si la nación caribeña hubiera tenido acceso al mercado norteamericano sólo hubiera dedicado el 3,7 por ciento a esas erogaciones, por lo que habría podido adquirir el papel OFFSET para la impresión de los libros de texto necesarios en cada enseñanza.
También todos los juegos de instrumentos de trazado para impartir Matemáticas en las escuelas primarias y de educación especial, y 150 mil juegos de marcadores de pizarras acrílicas para la enseñanza de la computación en todo el país en un año escolar.
Cuba tampoco ha podido obtener el equipamiento necesario para la habilitación de 60 aulas terapéuticas destinadas a niños con discapacidades motoras, por no tener acceso al mercado norteamericano y recurrir a otros más distantes y caros.
El costo de dichas aulas oscila en 14 mil euros en el mercado europeo; sin embargo, en Estados Unidos no excede de los ocho mil dólares.
Durante el mismo período la Educación Superior sufrió pérdidas por un monto de tres millones 546 mil 692 dólares, lo que incluye afectaciones a la producción y los servicios, el no acceso a la tecnología norteamericana, reubicación de mercados y sus consecuencias monetario-financieras.
La Universidad de La Habana ha visto limitado su servicio a profesores y estudiantes en sus accesos a Internet, por hacerlo desde un sitio en Cuba.
Esto sucede, por ejemplo, con la actualización de softwares como el JAVA, de la empresa Sun Microsystem.
Mientras, la Compañía Applied Biosystems le niega a la isla la venta de equipos para secuenciación de ADN y máquinas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), necesarios en los laboratorios de Biología Molecular.
Para adquirir cualquiera de estos dispositivos hay que recurrir a intermediarios, lo que produce un incremento en los precios y la pérdida de tiempo en la investigación.
Por otra parte, la administración norteamericana impide a sus ciudadanos visitar Cuba y ni siquiera ha restablecido los niveles de intercambio académico que existían antes de 2004 entre instituciones de ambos países, afirma el texto.
Los efectos del cerco se traducen en carencias durante el proceso de aprendizaje, la investigación y el trabajo científico, indica el más reciente informe de Cuba a la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin a esa política.
Entre mayo de 2009 y abril de 2010, el monto total de las importaciones cubanas en este sector se redujo a 18 millones 200 mil dólares, de ellos el 10 por ciento se destinó al pago de fletes.
Si la nación caribeña hubiera tenido acceso al mercado norteamericano sólo hubiera dedicado el 3,7 por ciento a esas erogaciones, por lo que habría podido adquirir el papel OFFSET para la impresión de los libros de texto necesarios en cada enseñanza.
También todos los juegos de instrumentos de trazado para impartir Matemáticas en las escuelas primarias y de educación especial, y 150 mil juegos de marcadores de pizarras acrílicas para la enseñanza de la computación en todo el país en un año escolar.
Cuba tampoco ha podido obtener el equipamiento necesario para la habilitación de 60 aulas terapéuticas destinadas a niños con discapacidades motoras, por no tener acceso al mercado norteamericano y recurrir a otros más distantes y caros.
El costo de dichas aulas oscila en 14 mil euros en el mercado europeo; sin embargo, en Estados Unidos no excede de los ocho mil dólares.
Durante el mismo período la Educación Superior sufrió pérdidas por un monto de tres millones 546 mil 692 dólares, lo que incluye afectaciones a la producción y los servicios, el no acceso a la tecnología norteamericana, reubicación de mercados y sus consecuencias monetario-financieras.
La Universidad de La Habana ha visto limitado su servicio a profesores y estudiantes en sus accesos a Internet, por hacerlo desde un sitio en Cuba.
Esto sucede, por ejemplo, con la actualización de softwares como el JAVA, de la empresa Sun Microsystem.
Mientras, la Compañía Applied Biosystems le niega a la isla la venta de equipos para secuenciación de ADN y máquinas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), necesarios en los laboratorios de Biología Molecular.
Para adquirir cualquiera de estos dispositivos hay que recurrir a intermediarios, lo que produce un incremento en los precios y la pérdida de tiempo en la investigación.
Por otra parte, la administración norteamericana impide a sus ciudadanos visitar Cuba y ni siquiera ha restablecido los niveles de intercambio académico que existían antes de 2004 entre instituciones de ambos países, afirma el texto.
Fuente:
Prensa Latina
Fecha:
21/10/2010