Noticias

Al Comandante en Jefe por sus 90 años

Sin dudas habrá que hacer mucha historia todavía para contar de esos hombres color del silencio que como guardia personal han acompañado a la generación histórica de la Revolución cubana.
 
O familias, como la de quien me ocupa hoy, que de lugares recónditos del campo, allá en Vicana Arriba, el Yarey o Cinco Palmas vinieron a La Habana, apenas muchachos destetados de su verdor, en el deber, para al final también en él, hacer familia y vivir.
 
Hombre sencillo, jaranero, de origen y alma nítida, clara, campesina; pero culta y amorosa, cuya modestia, discreción y entrega lo convirtiera en esos hombres y mujeres que saben cuidar a quienes lideran esta Revolución desde sus inicios.
 
Él y su hermano, Dil (Edilberto de la Torre Peña), como cariñosamente le decíamos en familia, quien ya no está entre nosotros, entonan la décima fluida de su canto como desbordado corazón o único modo de vencer la timidez de su humildad o sutileza no queriendo protagonismo alguno.
 
Ahora Arturo, al calor de la conversación, los tonos o las anécdotas familiares con que intento hacerle sentir mejor en su convalecencia, me muestra una, con dudas aun, porque sabe que eso de confiarle a una periodista e historiadora un documento como este, de su creación más íntima, no es fiable de quedarse como secreto, pero con la miel en los labios del saboreo de las muchas que me enseñó Dil, asumo que ésta si debe llegar a quienes siguen a Radio Rebelde, porque son historia, memoria viva.
 
La presento única, la que pude tomar, del arsenal mostrado. Es dedicada a Fidel Castro, el líder de la Revolución, en su cumpleaños 90, no quiso quedarse en las ganas, un ajuste aquí o allá, y aclarándome algunos detalles, me la entregó, todavía escéptico.
 
Hoy Radio Rebelde, rinde homenaje a esos hombres silenciosos, fieles, amantes eternos de esa Revolución construida también desde el silencio o la compañía de uno de esos en guardia personal eterna.
 
En esta hora de profundo homenaje, silencio y entrega, de seguro Celia Sánchez Manduley, donde quiera que esté, hoy me daría la razón por este regalo que Arturo, guardia personal, le hace a Fidel en este un cumpleaños de todos los cubanos.
 
Me quedo con su risa amable, sincera, con estos versos compartidos, con su bonita familia. Regreso al título:
 
Al Comandante en Jefe por sus 90 años
 
Noventa, es un roble
Con semejanza a jiquí
Es Fidel que yo lo ví
Fuerte, pero muy noble
luchando junto al pobre
Con esa idea tan sana
Lucha hoy, también mañana
y mientras tenga vida
Porque a él no se olvida
El toque de la campana.
 
El toque de la campana
Que libertó a los esclavos
Y forjando a hombres bravos
Peleando en monte y sabana
Acciones que nos hermana
En la lucha verdadera
Para librar la bandera
De todas las ataduras
Y así liberar a Cuba
Sin injerencia extranjera.
 
Producto del toque aquel
Que despertó a los cubanos
Con el machete en las manos
El triunfo del veinte seis
Fueron la lucha de Abel
Y con profunda raíz
acciones de Frank País
Y de Celia, la primera
En ver hondear la bandera
Por la que soñó Martí.
 
Fidel hombre de talla
De profundo pensamiento
Un hombre de gran talento
Y ganador de batallas
es el que no desmaya
Y aprovecha hasta un segundo
Para que llegue profundo
Lo que pudiera ocurrir
sin cansarse de advertir
los destinos de este mundo.
 
Arturo de la Torre Peña
8/8/2015 (escrita para el 89 cumpleaños.)

Fuente: 

Radio Rebelde

Fecha: 

07/07/2016