Discurso íntegro de Victor Sheiman, enviado especial de la República de Bielorrusia
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Palabras de Victor Sheiman, enviado especial de la República de Bielorrusia.
Querido Raúl;
Queridos amigos cubanos;
Compañeros;
Señoras y Señores:
Con un sentimiento de profundo dolor, hoy nos despedimos del hombre época, eminente líder de la Revolución Cubana, nuestro amigo Comandante Fidel.
Es muy difícil trasmitir con palabras los sentimientos que sobrecargan nuestros corazones cuando recordamos los hechos históricos del siglo XX. El invencible Comandante fue su principal inspirador y ejecutor.
Es enorme el aporte personal de este hombre a la salvaguarda de la justicia social e igualdad civil, no solamente en Cuba, sino en todo el mundo. Las acciones revolucionarias de los luchadores por la libertad, encabezadas por Fidel, con el tiempo se transformaron en movimiento libertador a gran escala en los niveles regional y mundial. Su propia vida y el legado espiritual del ferviente Comandante, se convirtieron en punto de referencia para muchos luchadores por la libertad de sus pueblos.
Durante toda su existencia él se guió por el principio: Más vale morir de pie que vivir de rodillas (Aplausos). Toda su vida heroica, llena de hazañas y victorias, es un relevante ejemplo de servicio abnegado a la patria, ejemplo de defensa de ideales de la libertad, igualdad y justicia social.
En Bielorrusia valoramos muy altamente el enorme aporte personal de Fidel Castro al desarrollo de las relaciones amistosas entre nuestros Estados.
Como señalara Aleksandr Lukashenko, presidente de la República de Bielorrusia, el luminoso nombre del audaz Comandante está inscrito con letras de oro en la historia del proceso de establecimiento de la colaboración estratégica entre Bielorrusia y Cuba.
Estoy seguro de que la obra inmortal del Comandante Fidel seguirá su histórico camino victorioso. Su legado será un símbolo de esperanza de la gente sencilla para una vida justa y feliz. A lo largo de décadas, Bielorrusia ha sido fiel amigo y seguro socio de la hermana Cuba, y así será en adelante.
Queridos amigos:
Fidel no se fue, Fidel se quedó. La nítida imagen del invencible Comandante, su legado político, permanecerán por siempre entre nosotros.
¡Viva Cuba! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Viva Fidel! (Exclamaciones de: “¡Viva!”) (Aplausos.)