Fidel
Soldado de las Ideas
Nosotros proclamamos el carácter socialista de la Revolución cuando estábamos enterrando nuestros muertos frente al bombardeo que nos habían hecho el día anterior, ante decenas de miles de hombres y mujeres armados, que fueron los que lucharon, los que derramaron su sangre ya por esa nueva fase de la Revolución, fase que fue incuestionablemente precipitada por los acontecimientos; es decir que Estados Unidos no estaba dispuesto a tolerar un país en que se hiciera siquiera una reforma agraria, y una de las medidas fue quitarnos la cuota azucarera, la repartieron por todo el mundo; incluso numerosos países de América Latina recibieron parte de los despojos de nuestra cuota azucarera, es la realidad.
Adiós esperanzas de los imperialistas, que pase lo que pase, caiga quien caiga, muera quien muera, la Revolución seguirá adelante. A cada rato nos matan a alguno de nosotros, no nos tomamos ni la molestia de responder. Nos crea un problema, porque todos tenemos que morirnos, y el día que pase, cómo convencemos a la gente de que es verdad. Eso va a ser lo difícil.
Espero que nadie diga que arremeto gratuitamente contra Bush. Comprenderán sin dudas mis razones para criticar duramente su política.
Hago un alto en el combate diario para inclinar mi frente, con respeto y gratitud, ante el combatiente excepcional que cayó un 8 de octubre hace 40 años. Por el ejemplo que nos legó con su Columna Invasora, que atravesó los terrenos pantanosos al sur de las antiguas provincias de Oriente y Camagüey perseguido por fuerzas enemigas, libertador de la ciudad de Santa Clara, creador del trabajo voluntario, cumplidor de honrosas misiones políticas en el exterior, mensajero del internacionalismo militante en el este del Congo y en Bolivia, sembrador de conciencias en nuestra América y en el mundo.
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