Queridos compañeros:

Hace aproximadamente un año nosotros estuvimos de visita en esta escuela, que ya tenía algunos alumnos, pero a la vez estaba en construcción. Como ustedes saben, cuando una escuela puede tardar dos años o tres años en edificarse, y ya se construyen algunos dormitorios y algunas instalaciones, empezamos a aprovecharlos, pero, desde luego, no se inaugura hasta que no se termina. Y en aquella ocasión, nosotros les ofrecimos a los constructores y a los profesores de la escuela que si terminaban la escuela para este curso, vendríamos a inaugurarla.

No fue fácil construir esta escuela aquí, porque como ustedes saben, en Santiago hay muchas lomas, y es difícil encontrar un pedacito de tierra llana donde construir algo, y el terreno de que disponíamos era este, un terreno muy ondulado. Fue necesario mover cientos de miles de metros cúbicos de tierra, casi un millón para hacer las explanaciones donde se construirían las edificaciones, para hacer las instalaciones deportivas, campos de pelota —ustedes no han visto nunca un campo de pelota en una loma; y si había una loma, había que aplanarla—, campo y pista, campos de fútbol, básquet, voleibol, piscinas. En las piscinas no solo hay que tumbar la loma y aplanarla, sino que hay que excavar para construir.

Y hemos visto el gran esfuerzo realizado por los obreros de la construcción de Santiago de Cuba, que tienen prácticamente terminada la escuela, faltando solo algunos detalles.

Nos alegra mucho a todos que ya estén ustedes estudiando en este magnífico centro. Una escuela como esta es para que cualquiera se sienta orgulloso. Y los santiagueros, naturalmente, los de la provincia de Santiago, están orgullosos de su escuela.

Ahora, naturalmente, la escuela no será solo para los niños de Santiago, sino que comparten también la instalación con alumnos procedentes de la provincia de Guantánamo, hasta que Guantánamo tenga también su escuela de iniciación deportiva.

Puedo señalar, no tanto para ustedes como para las personas que están escuchando este acto, que esta escuela cuenta con un área total de 29 hectáreas, y con las siguientes edificaciones: dos edificios docentes, tres dormitorios, una cocina-comedor, un gimnasio bajo techo para baloncesto, voleibol, gimnástica, gimnasia rítmica, lucha, yudo, pesas, esgrima, boxeo, tenis de mesa, ajedrez; una piscina de 50 metros, una piscina de 25 metros y un tanque de clavado; tres campos de baloncesto, cuatro de voleibol, cuatro de tenis de campo, uno de béisbol oficial y uno de béisbol infantil, uno de balonmano; una pista de 400 metros. Y pendiente de ejecución, un anfiteatro, un velódromo, dos campos de balompié, una pista de 300 metros y un campo de béisbol.

El proyecto está bien hecho. Se pudo conciliar felizmente el cuerpo de las edificaciones, o la instalación de cada parte de la escuela, con el terreno; los colores están muy bonitos, y podríamos decir realmente que esta es una magnífica escuela y una preciosa escuela.

Tenemos entendido también que los estudiantes son buenos, y que aunque algunos aprovecharon el extraordinario, en su conjunto el ciento por ciento de los alumnos de primaria, el ciento por ciento de los alumnos de secundaria y el ciento por ciento de los alumnos de pre promovieron.

En este tipo de escuela se reúnen las tres enseñanzas: la primaria, puesto que tenemos alumnos desde cuarto grado. Conversábamos con el director, y nos decía que posiblemente en el futuro tengan también alumnos de tercer grado, puesto que algunas actividades deportivas es necesario comenzarlas muy temprano. Alumnos de cuarto, quinto y sexto grado, alumnos de secundaria y alumnos de pre tiene esta escuela. Y no puede ser de otra forma.

Como ustedes saben, la enseñanza primaria, la secundaria, la de pre y los tecnológicos están separadas; pero en una escuela de este carácter no era posible separarlas.

A este tipo de escuelas vienen alumnos que se destacan en los deportes, ya desde la enseñanza primaria.

El deporte en nuestro país, o la política deportiva en nuestro país, tiene dos objetivos: promover la práctica del deporte para todo el pueblo, y fundamentalmente los niños y los jóvenes. Mas no solo los niños y los jóvenes necesitan el deporte, sino también los adultos y las personas de más edad. Y el deporte lo necesitan incluso los ancianos.

Por eso, nuestra Revolución ha establecido el principio de que el deporte es un derecho del pueblo, a lo cual podríamos añadir que el deporte es también un deber del pueblo.

Hoy, en la medicina muchos tratamientos se hacen a base de ejercicios físicos y deportes. La medicina se revoluciona, y cada vez acude más a estas formas para el tratamiento de determinadas enfermedades. Antes, cuando alguna persona tenía ciertos problemas circulatorios, del corazón, pues le decían que estuviera en cama, que no se moviera mucho; y hoy día hay tratamientos que se basan en ejercicios físicos. Muchos problemas de la columna —de los cuales hay abundantes en todas partes y también en nuestro país— se tratan a base de ejercicios. La conservación y el mejoramiento de la salud en general se logran a base de ejercicios físicos.

Por lo tanto, persiguiendo el bienestar y la salud de la población, la Revolución promueve la educación física y el deporte.

Pero a la vez, la política deportiva del país se encamina también a desarrollar las cualidades físicas y deportivas de aquellos niños y jóvenes especialmente dotados para el deporte, al objeto de desarrollar al máximo esas capacidades con fines competitivos, para la celebración de las competencias nacionales e internacionales.

Por eso, además de ser una actividad cuyo primer objetivo es el bienestar y la salud del pueblo, propende también a la formación de equipos y atletas altamente desarrollados y —si se quiere— también a la formación de campeones.

Nos gusta tener campeones. Y desde luego, los campeones juegan un papel social importante, porque desarrollan la emulación deportiva, despiertan el interés por el deporte, despiertan la pasión por el deporte.

También, aparte de estas actividades relacionadas con el bienestar y la salud del pueblo, la formación de atletas y equipos destacados, el deporte forma también parte de la recreación de nuestro pueblo. A todos nos gusta ver una competencia de campo y pista, de natación, de básquet, de voleibol, de balompié, de esgrima, de pesas, de judo, etcétera, etcétera. A todos nos gusta presenciar una competencia de boxeo: el "Cardín", el "Girón", los campeonatos mundiales, los campeonatos panamericanos y los campeonatos olímpicos. A todos nos gusta presenciar, escuchar por radio; y si podemos, ver por televisión una olimpiada.

Ya sabemos que la próxima olimpiada tendrá lugar en Moscú, y que hay un satélite que permite la trasmisión en vivo de esas olimpiadas. De modo que desde ahora se puede asegurar que veremos en vivo muchos de los eventos de las próximas olimpiadas en Moscú; lo podremos ver por televisión, y recibiremos muchas noticias de esas olimpiadas. También nos gusta tener campeones olímpicos.

Para lograr estos objetivos, se lleva a cabo todo un esfuerzo a lo largo y ancho del país.

El deporte en nuestra patria, antes de la Revolución, estaba muy subdesarrollado, y nuestro país apenas aparecía nunca con ningún lugar, con ninguna medalla, en las competencias internacionales. Ya nuestro país ocupa un cierto puesto —modesto todavía, ciertamente—, pero ya ocupa un lugar en las competencias internacionales. Somos campeones en el área del Caribe y Centroamérica, y hemos ganado incluso competencias panamericanas. En algunos deportes somos muy fuertes, y en otros somos todavía muy débiles.

Se ha trabajado en el deporte desde el principio de la Revolución, pero ahora se lleva a cabo un trabajo a largo plazo, cuyos resultados no serán inmediatos. Pero hace muchos años que vienen formándose profesores de educación física y deportes, hace muchos años que se viene promoviendo la participación deportiva de los niños y de los jóvenes; y también, a través de las organizaciones de masas, de toda la población.

Surgió con la Revolución un gran movimiento deportivo, y todo lo que hacemos ahora es precisamente para consolidar e impulsar mucho más ese movimiento deportivo.

Se comenzó modestamente con el Instituto "Manuel Fajardo", para desarrollar profesores de educación física y deportes. Ya el "Fajardo" adquiere ahora nivel universitario, y se convierte en un Instituto Superior de Educación Física y Deportes.

Parejamente, se va desarrollando un plan de construcción de escuelas de profesores de educación física y deportes. Ya tenemos la de Santiago de Cuba, tenemos la de Camagüey, tenemos la de Santa Clara, tenemos la de Holguín y tenemos la de Pinar del Río. Hay una en La Habana. Pero albergamos el propósito de construir una escuela de profesores de educación física y deportes por provincia.

Así, en el futuro cada provincia tendrá su escuela de profesores de educación física y deportes, y en total llegaremos a tener más de 8 000 jóvenes matriculados en las escuelas de profesores de educación física y deportes, además del instituto superior.

Este es un trabajo básico, puesto que se necesitan especialistas en esas materias en todas las áreas deportivas, en todas las escuelas y en todo el país. Solo si contamos en el futuro con decenas de miles de profesores de educación física y deportes, tendremos una base sólida para alcanzar el máximo desarrollo en este campo.

Parejamente se desarrollan, en la medida de nuestras fuerzas, las instalaciones deportivas. Pero también tenemos el propósito de que cada provincia del país cuente con su escuela de iniciación deportiva, algunas un poco mayores, como esta; la de la capital, mayor aún; y las de las provincias más pequeñas, con escuelas de 1 000 alumnos aproximadamente.

En total, cuando estén construidas todas las escuelas de iniciación deportiva, tendremos más de 18 000 alumnos matriculados en estas escuelas deportivas. Así, nuestro pueblo contará con todos los cuadros, del mayor nivel posible, para el desarrollo de estas actividades; contará con suficientes escuelas de iniciación deportiva, como base para el desarrollo de este movimiento.

Pero no basta con tener cuadros y tener escuelas de iniciación deportiva; es necesario promover un amplio movimiento, sobre todo a través del deporte escolar y de las competencias escolares.

Ustedes saben que existen determinadas áreas, llamadas áreas deportivas especiales, donde actualmente participan más de 50 000 escolares; y existen las competencias nacionales escolares, que se efectúan todos los años. Si queremos vigorizar el movimiento deportivo, y si queremos que nuestro país ocupe un destacado lugar internacionalmente en el deporte, es necesario apoyarse, sobre todo, en el deporte escolar.

Surgen nuevas ideas en esta dirección. Así, por ejemplo, en la provincia de Camagüey han acordado establecer por municipio una escuela de internos, o seminternos, donde se reúnan los alumnos de primaria más destacados en el deporte en cada municipio; unas especies de pre EIDE, para los alumnos de primaria por municipio. Debemos observar con atención el desarrollo de esa experiencia camagüeyana, para ver qué resultados aporta.

En algunos deportes —les decía— somos fuertes. En el béisbol somos fuertes, por ejemplo; pero desgraciadamente el béisbol no forma parte de los eventos olímpicos. En boxeo somos fuertes. En unas disciplinas lo somos más que en otras. En natación, como hemos dicho en otras ocasiones, somos muy débiles. Debemos conocer nuestros puntos fuertes, para fortalecerlos más; y debemos conocer nuestros puntos débiles, para superar nuestras debilidades.

Naturalmente que para desarrollar en masa la natación, hacen falta piscinas; y para disponer de piscinas, hay que hacer inversiones. Ello no ha sido posible en estos años en que, por otra parte, hemos tenido la necesidad de construir infinidad de escuelas, hospitales y otras instalaciones sociales.

También en Camagüey han estudiado esta cuestión de las piscinas, y ellos consideran que las piscinas se pueden construir con un mínimo de costo, y partiendo fundamentalmente de materiales nacionales.

Nos parece que los compañeros del INDER y del Ministerio de la Construcción deben estudiar cuidadosamente esta cuestión, para precisar qué necesitamos y cuándo podemos darle un impulso a la construcción de piscinas; de modo que al menos en cada municipio haya una piscina adecuada y en cada área deportiva importante haya una piscina adecuada (APLAUSOS).

Las piscinas en realidad no consumen mucha agua, puesto que el agua recircula y se purifica. Claro, las piscinas también necesitan su poquito de cloro, y a veces hemos tenido limitantes con el cloro. Hay que estudiar todo eso, cuánto cloro consume cada piscina y qué sería necesario para darle un impulso a la natación, porque es un deporte en que por un lado somos muy débiles, y por otra parte es uno de los mejores y más completos deportes, y apto sobre todo en un país que es una isla y, además, una isla tropical y calurosa.

Yo espero que ustedes, los alumnos de natación de esta escuela, no tengan temor a usar esa piscina en los meses de diciembre, y enero, y febrero; y más bien que nos riamos de aquellos que no quieren entrar en una piscina en diciembre, porque dicen que el agua está fría (RISAS). Son hábitos, costumbres que deben ser superadas.

En fin, hay que estudiar cómo también en este deporte nosotros podemos salir del sótano; porque en natación estamos en el sótano.

En estas escuelas se practican 25 disciplinas deportivas y, de acuerdo con los planes del INDER, en una escuela de 1 600 alumnos —la capacidad de esta escuela es de aproximadamente 1 600, un poquitico menos; ya ustedes saben cómo es esto de la escuela, a veces se pone un poquitico más de alumnos, otras veces un poco menos, las escuelas secundarias básicas en el campo se diseñaron para 500 y hay realmente 600 alumnos como promedio en esas escuelas—, ellos elaboraron más o menos una proporción de matrícula para una escuela de este tipo, del siguiente modo:

Por ejemplo, la matrícula actual de esta escuela es: ajedrez 41, atletismo 166, baloncesto 97, balonmano 45, béisbol 64, boxeo 88, ciclismo 39, clavados 26, esgrima 79, fútbol 94, gimnástica 56, gimnasia rítmica 38, judo 39, kayac 18, pesas 35, lucha 74, nado sincronizado 28, natación 107, polo acuático 62, remos 28, tenis de campo 56, tenis de mesa 37, tiro 60, velas 16, voleibol 107.

Será necesario, para las nuevas escuelas, estudiar profundamente este aspecto de la estructura de matrícula. A nosotros nos da la impresión de que todavía la cifra, o estas cifras, son relativamente bajas en atletismo y en natación. Y debemos buscar bien la estructura ideal de matrícula por deportes en estas escuelas.

Como saben, no solo está terminada esta escuela. Ya está virtualmente terminada la EIDE de Holguín, casi terminada la EIDE de Camagüey, la EIDE de Matanzas, y casi terminada —es posible que se pueda inaugurar en el mes de octubre— la escuela de La Habana, con capacidad para 2 000 alumnos (APLAUSOS).

Entre estas escuelas debe desarrollarse una fuerte emulación, pero es muy importante buscar la estructura ideal de matrícula; de modo que no perdamos fuerza en aquellas disciplinas en que somos fuertes, pero a la vez que podamos fortalecernos en aquellas disciplinas en que somos todavía débiles.

Hay una cuestión, y es que los alumnos de estas escuelas se deben caracterizar por su disciplina. ¿Estamos de acuerdo? Ustedes saben que en Cuba cada joven tiene su tarea. Los alumnos de las escuelas secundarias básicas en el campo y de los preuniversitarios en el campo, trabajan tres horas diariamente; los de los politécnicos trabajan un número de horas en las fábricas; los de las escuelas de maestros tienen las prácticas docentes, una cantidad de horas, una cantidad de tiempo a lo largo de sus estudios; los de las escuelas camilitos tienen que hacer su preparación militar, y los de las escuelas deportivas, o de iniciación deportiva, tienen que hacer su preparación física. También las escuelas de arte que se van a crear, tendrán un número de horas de preparación artística. A ustedes les corresponden tres horas de entrenamiento físico y deportes diariamente.

Para ser un buen deportista se requiere disciplina, en primer lugar; se requiere carácter, se requiere interés, pasión por el deporte; y se requiere, sobre todo, voluntad. Porque si a un corredor le dicen que tiene que correr veinte pistas diariamente, tiene que hacer las veinte pistas; y si le dicen que hay que nadar cincuenta veces la piscina, tiene que nadar cincuenta veces la piscina, o cien veces. Yo no soy entrenador de natación, pero me imagino cómo es la cosa. Eso requiere perseverancia, requiere valentía y requiere voluntad.

Se supone que un alumno de una escuela de iniciación deportiva tiene un desgaste físico grande. Del Ministerio de Educación y del INDER han pedido, y se les ha concedido, un refuerzo alimenticio para estas escuelas de iniciación deportiva. Y yo le preguntaba al director cuántas calorías consumían. Me decía que de 3 500 a 4 000 calorías, lógicamente, por todas esas pistas y todas esas carreras, y todas esas piscinas que ustedes tienen que recorrer y hacer todos los días. Pero yo le preguntaba: ¿Y los de ajedrez también consumen 3 500 ó 4 000 calorías? (RISAS) Porque si a los de ajedrez le dan 4 000 calorías, van a reventar de gordos todos los estudiantes de ajedrez (RISAS). En fin, espero que tomen en cuenta esos datos, y me imagino que nadie coma más de lo que necesita (RISAS); porque si no se concibe un atleta hambriento, tampoco hay que concebir un atleta gordo, o al menos más de la cuenta. Yo sé que hay algunos de estos muy fuertes, que levantan pesas, esos sí son corpulentos. Pero en realidad la Revolución se preocupa porque ustedes tengan los requerimientos alimenticios adecuados.

Y no dudo que con todas estas medidas, todas estas ideas y nuevas ideas que puedan ir surgiendo, el deporte no solo alcanzará un extraordinario auge en nuestro país, sino que nuestro pueblo tendrá un lugar cada vez más destacado en las competencias internacionales (APLAUSOS).

Cada día es mayor el número de competencias. Recientemente fueron las Universiadas, ahora se está celebrando un campeonato mundial de atletismo en Europa, pronto tendrán lugar las Espartaquiadas de Ejércitos Amigos en nuestro país, luego vendrán los Panamericanos y más tarde vendrán las Olimpiadas. Cada vez es mayor el número de eventos internacionales de deportes, y es lógico que aspiremos a ocupar un lugar destacado en esos eventos. Por ello, debemos tomar el deporte cada vez más en serio.

No debemos dormirnos sobre los laureles, no debemos pensar ya que somos un fenómeno. Pienso que todavía nuestro papel en las Olimpiadas es relativamente modesto, nuestro papel en las Universiadas fue modesto, nuestro papel en este Campeonato Mundial de Atletismo es todavía modesto. Claro, nos destacamos mucho en el Caribe; en los Panamericanos nos destacamos, pero tenemos adversarios muy poderosos en el mundo.

Somos débiles —decía— en natación, somos débiles en distancias largas, somos débiles en muchos eventos de atletismo. Y hay que superar esas debilidades.

Creemos que, con las perspectivas trazadas, hay grandes posibilidades. Nuestro país, nuestra Revolución, nuestro sistema, el socialismo, inculca al hombre un espíritu especial de trabajo y de lucha. Nuestros atletas tienen que caracterizarse también por ese alto espíritu revolucionario, como corresponde a un atleta socialista, a un atleta comunista (APLAUSOS).

¿Qué país hermano de América Latina y del Caribe cuenta con instituciones como esta? ¿Qué país hermano en este hemisferio cuenta con un Instituto Superior de Educación Física y Deportes? ¿Qué país va a tener 14 ó 15 escuelas de profesores de educación física y deportes? ¿Qué país va a tener una escuela de iniciación deportiva por provincia? ¿Y qué país hermano en este hemisferio, o en los países subdesarrollados del llamado Tercer Mundo, cuenta con estas instituciones y con un movimiento deportivo como el nuestro? ¿Cuándo soñó nuestra patria, y cuándo soñó nuestra juventud con instituciones como esta, que solo la Revolución podía crear? ¿Creen ustedes que los hijos de los burgueses tenían esas instituciones, que tenían escuelas como esas, instalaciones como esas; un centro donde se combina, como aquí, el estudio, la educación general y la práctica del deporte?

¿Creen ustedes que hubo jamás en Cuba escuelas con más de 130 cuadros e instructores deportivos, además de los maestros y profesores de primaria, secundaria y pre con que cuenta esta escuela? ¡Y qué gran cosa saber que todas las provincias de nuestro país tendrán instituciones como estas! ¡Nunca hubo en Cuba nada que se pareciera a eso! Digamos: ¡Nunca hubo en Cuba ni una miserable escuelita deportiva! (APLAUSOS)

Eso es lo que significa la Revolución: la posibilidad de que los hijos de nuestros trabajadores, nuestros obreros y nuestros campesinos, dispusieran de escuelas como jamás las tuvieron en nuestro país ni los hijos de los burgueses.

Pero esta escuela no se ha de caracterizar solo por una eficiente aplicación en el deporte; se ha de caracterizar esencialmente también por una eficiente dedicación al estudio (APLAUSOS). Ustedes no van a ser atletas profesionales, ustedes no van a vivir del deporte; ustedes tendrán que estudiar la primaria, la secundaria, el preuniversitario, y adquirir después una preparación profesional y técnica (APLAUSOS). ¡Ustedes no vivirán del deporte; ustedes vivirán de su trabajo! ¡Ustedes podrán llegar tan lejos cuanto deseen en el deporte, pero también podrán llegar tan lejos cuanto deseen como ciudadanos y como técnicos y profesionales! (APLAUSOS)

La Revolución desarrollará las capacidades físicas y deportivas de ustedes, pero desarrollará también al máximo sus capacidades intelectuales, y los preparará para ser útiles con el trabajo a la patria y a la Revolución (APLAUSOS).

Cientos de obreros de la construcción han trabajado con esmero y con amor para brindarles esta maravillosa instalación; cientos de profesores de educación, de educación general y de educación física y deportiva, y trabajadores de diversos tipos, laboran en esta escuela (APLAUSOS). Son en total más de 300 trabajadores, entre maestros y trabajadores, ¡más de trescientos! Quiere decir esto que por cada cinco alumnos, hay por lo menos un adulto —algo más de uno— prestando sus servicios en esta escuela, que tienen que trabajar arduamente todos los días para educarlos a ustedes.

Cuántas miles de horas, decenas de miles de horas, cientos de miles de horas dedican a ustedes cada año, como las dedicaron los constructores de esta escuela (APLAUSOS), como las dedica el pueblo trabajador para costear los gastos de construcción y funcionamiento de esta escuela (APLAUSOS).

Estoy seguro de que ustedes, aunque alumnos de primaria una parte, adolescentes y jóvenes otros, comprenden esto. Y en reconocimiento y agradecimiento a esos esfuerzos y desvelos por ustedes, tendrán ustedes una oportunidad de retribuirlas. ¿Cómo? No perdiendo un minuto, no desaprovechando un minuto en el aula o en el estudio, no desaprovechando un minuto en las prácticas deportivas, cuidando la escuela, velando por las áreas verdes y por todas esas bellas instalaciones (APLAUSOS).

Eso es lo que queremos de ustedes. Y estoy seguro de que nos comprenden. ¿Tú nos comprendes? ¿Tú comprendes? ¿Y tú? ¿Tú comprendes? ¿Y tú? ¿Están claras cuáles son las obligaciones de ustedes? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Lo prometen ustedes? (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿No se olvidarán ustedes de la promesa? (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡No!")

Esta escuela lleva el nombre de un héroe de la Revolución, Orestes Acosta (APLAUSOS PROLONGADOS). No podemos olvidar aquellos días difíciles de abril de 1961: en la noche del 14 al 15 de abril, fuerzas mercenarias se acercaban hacia el noreste de la provincia de Oriente. Orestes Acosta, piloto valiente y heroico, despegó para hacer una exploración. El aparato no pudo regresar a tierra, y en circunstancias todavía ignoradas se produjo —al parecer— una explosión, desapareciendo el compañero Acosta (APLAUSOS).

Qué gran servicio prestaron a la patria los que en aquellos días combatieron y murieron (APLAUSOS). Si los mercenarios no hubiesen sido aplastados fulminantemente, la Revolución no habría podido consolidarse; fuerzas extranjeras, a las órdenes del imperialismo, habrían intervenido en nuestra patria. Aquello nos habría costado cientos de miles de vidas, y nuestra Revolución no habría podido realizar obras como esta. Por eso, es muy justo que se recuerde con esta escuela el nombre de aquel magnífico compañero (APLAUSOS).

Ayer se inauguró en Holguín el curso escolar, con una escuela vocacional muy hermosa también; hoy, en la ciudad de Santiago de Cuba, se inaugura esta escuela. Tendrá que construirse también, en un futuro próximo, la escuela vocacional de Santiago de Cuba (APLAUSOS).

Como decíamos ayer, esta provincia alcanzó la más alta promoción nacionalmente en la enseñanza media (APLAUSOS), con más de un 99% en la secundaria básica y en el preuniversitario (APLAUSOS). Por ello, felicitamos a los dirigentes del Partido en esta provincia, al Poder Popular de esta provincia, a los profesores, maestros y trabajadores de la educación de esta provincia (APLAUSOS). Esperamos que en los años futuros mantengan estos altos logros. Y que también podamos decir de esta escuela "Orestes Acosta", que los alumnos han obtenido un ciento por ciento de promoción (APLAUSOS).

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)