Discursos e Intervenciones

Discurso en el acto de masas celebrado en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de Pyongyang, Corea del Norte

Fecha: 

11/03/1986

Querido compañero Kim Il Sung;

Queridos coreanos:

Nuestra visita a la República Popular Democrática de Corea se aproxima a su final. Pronto tendremos que dejar esta querida tierra. Lo haremos con la alegría de nuestros inolvidables encuentros con este pueblo heroico, con su gran líder el presidente Kim Il Sung, con los dirigentes del Partido del Trabajo de Corea, con todos los queridos hermanos coreanos (APLAUSOS). Y lo haremos también con la tristeza que nos da el tener que separarnos de ustedes. Aquí dejamos nuestros mejores sentimientos de gratitud, de unidad, de solidaridad, y dejamos una parte de nuestros corazones (APLAUSOS).

Jamás se borrará de nuestra mente la acogida extraordinariamente calurosa y fraterna del pueblo de Pyongyang (APLAUSOS).

Jamás olvidaremos nuestras conversaciones con el querido compañero Kim Il Sung, tan sinceras, tan amistosas, tan profundas, que demuestran nuestra identidad de criterios sobre los problemas más candentes de la vida internacional (APLAUSOS). Este encuentro nos ha permitido conocer y admirar todavía mejor su sabiduría y su fecunda experiencia (APLAUSOS).

Jamás nos abandonará el recuerdo de los lugares que hemos visitado, del ardiente entusiasmo que nos ha rodeado por doquier, de nuestros contactos con los trabajadores, del esplendoroso y emotivo espectáculo artístico que se nos ofreció, mi encuentro con los maravillosos niños coreanos en el Palacio de Pioneros, a lo cual se une la emoción con que esperábamos este acto que hoy realizamos (APLAUSOS).

Habrían hecho falta muchos días más para acercarnos a todas las conquistas alcanzadas por Corea Democrática después de la histórica victoria contra el imperialismo norteamericano. La tenacidad y firmeza de este pueblo, bajo la dirección del compañero Kim Il Sung, transformó el heroísmo de la guerra en el heroísmo no menos importante del trabajo abnegado, disciplinado y cotidiano, del cual ha surgido una industria desarrollada, un impresionante esfuerzo constructivo y una agricultura moderna y eficiente; esta bella y espléndida ciudad de Pyongyang, renacida de las ruinas y otras muchas en toda la República Popular Democrática de Corea (APLAUSOS).

Hemos podido asomarnos a la Corea de los trabajadores liberados, del pueblo soberano y digno, de los científicos creadores, de los niños felices, ¡la Corea del socialismo! (APLAUSOS)

Al hacerlo, no podemos dejar de recordar que a pocas millas de esta hermosa capital empieza otra realidad bien distinta, la Corea artificialmente creada por el dominio de los imperialistas norteamericanos y su nefasta política, y que allí, en el sur, en territorio también coreano, millones de hombres y mujeres sufren no solo del desempleo, de la explotación, del analfabetismo, sino también de una brutal tiranía que perdura únicamente por la fuerza de las armas de Estados Unidos.

Cuba sostiene firmemente que solo existe una Corea (APLAUSOS). Cuba apoya de manera resuelta e irrestricta la sabia política de reunificación pacífica de la patria proclamada por el presidente Kim Il Sung y el Partido del Trabajo de Corea, con el respaldo de todo su pueblo (APLAUSOS).

La pretensión de organizar los Juegos Olímpicos de 1988 en esa parte del territorio coreano sometido por el imperialismo yanki, es un intento de los que quieren perpetuar la división de la nación coreana, y una nueva y repugnante manifestación del mercantilismo y las manipulaciones reaccionarias que prevalecen actualmente en el movimiento olímpico.

Seúl es una ciudad de prostíbulos, de juego, de drogas, de soldados yankis corrompidos y trasmisores del SIDA.

Al contemplar el clima de paz y estabilidad de la Corea Popular Democrática, la disciplina ejemplar de sus ciudadanos, la sanidad moral que caracteriza a esta sociedad, inmune a los vicios del capitalismo, la modernidad de sus instalaciones, el extraordinario nivel de sus manifestaciones artísticas, y el impresionante desarrollo deportivo alcanzado, no solo confirmamos que está en condiciones de asumir las responsabilidades que reclama para la realización conjunta de estos juegos, sino que ninguna persona honesta podría negar la realidad de que sería aquí, en este territorio, donde existirían las condiciones idóneas para esa Olimpiada (APLAUSOS), y no en aquella otra parte de Corea sometida al militarismo y a la intervención extranjera, feudo de un gobierno genocida, base yanki repleta de armas nucleares (APLAUSOS).

Cuba y Corea se han unido en esta justa y necesaria batalla (APLAUSOS). Nuestro país no escatimará energías para denunciar esta maniobra y para defender el legítimo derecho de todo el pueblo coreano a compartir estos juegos en un clima de unidad y dignidad nacionales (APLAUSOS).

Al actuar de esta forma, hacemos también una contribución a la tarea más decisiva y vital de nuestra época: la lucha por la paz (APLAUSOS).

Nuestros dos países se asocian en el esfuerzo por impedir que la carrera armamentista, estimulada por el gobierno de Estados Unidos en su irresponsable afán por obtener la superioridad militar, y los designios de extenderla al cosmos, pueda convertir en realidad el Apocalipsis y conduzca a la humanidad a una catástrofe irreparable (APLAUSOS).

Si gracias a los esfuerzos conjuntos de los pueblos lográramos atenazar la insensatez de la administración Reagan y su política de fuerza y supremacía; si la negociación y la distensión sustituyeran la confrontación a que quiere obligarnos el imperialismo, no hay duda de que esto significaría muchos más recursos para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos.

Cuando yo veía los proyectos ya comenzados para contener las aguas de la desembocadura del De-Dong, liberarlas de las mareas, endulzarlas y destinarlas para el riego de las marismas, hoy en proceso de recuperación y desalinización, de donde saldrán 300 000 hectáreas de fértiles tierras, pensaba en los cientos de millones de wons que Corea Democrática tiene que emplear cada año para defenderse de la permanente amenaza imperialista, pero pensaba también con optimismo en la parte de la nación que se desarrolla aceleradamente, y el inmenso porvenir que tendrá la Corea unida, libre, democrática y progresista del futuro (APLAUSOS).

Los gobernantes de Estados Unidos acusan a Corea y a Cuba de constituir una amenaza. ¿Quién podría creerlos? ¿Quién podría creer a los que financian, organizan y apoyan sin escrúpulo alguno a las bandas mercenarias que agreden a Nicaragua? ¿Quién podría dar crédito a quienes apuntalan el régimen genocida de El Salvador? ¿Quién podría tomar en serio a los que apoyan al vergonzoso sistema del apartheid en Africa y elaboraron la política, hecha suya de buen grado por los racistas sudafricanos, del universalmente repudiado "linkage", es decir, la pretensión de que las tropas cubanas que fueron a Angola para apoyar su lucha por la independencia nacional, sean retiradas a plazo fijo de allí y la dejen a merced de la maquinaria militar fascista de Sudáfrica que hace más de 10 años la amenaza y agrede en forma permanente?

Estando aquí, en Pyongyang, he conocido con satisfacción las declaraciones del gobierno de Angola, en las que rechaza nuevamente las cínicas y brutales exigencias de los gobernantes de Sudáfrica. Al amparo de sus cómplices norteamericanos, los racistas pretenden condicionar la supuesta garantía de la independencia de Namibia, que es una decisión de Naciones Unidas tomada mucho antes de que existiera la República de Angola, a la previa salida de todas las tropas cubanas. El rechazo de Angola a este burdo chantaje es una respuesta firme y decorosa, consecuente con su valerosa posición de principios (APLAUSOS).

Reiteramos aquí lo que dijimos en la clausura del III Congreso del Partido Comunista de Cuba: que desaparezca en Sudáfrica el régimen del apartheid, y al otro día comienza la retirada inmediata y total de las tropas internacionalistas cubanas de Angola (APLAUSOS).

El imperialismo atraviesa hoy una profunda crisis. Al gobierno de Reagan, asociado a las fuerzas más reaccionarias del mundo, solo le quedan frases huecas. No tiene nada que ofrecer a los pueblos, ni solución alguna que brindar a sus agobiantes problemas económicos y sociales, ni alternativa real que ofrecer a sus reclamos de cambios políticos. Su política de fuerza se estrellará contra la inconmovible firmeza del socialismo y la resistencia heroica de los pueblos (APLAUSOS).

Lo que hemos visto aquí en Corea, los éxitos de este pueblo admirable, fortalecen nuestra profunda convicción de que nada podrá cambiar la marcha de la historia. ¡El futuro no pertenece a los reaccionarios, ni a los imperialistas, ni a los racistas, ni a los fascistas! (APLAUSOS) ¡El futuro pertenece a la independencia de los pueblos, al progreso, a la paz, al socialismo y al internacionalismo! (APLAUSOS)

En ese esfuerzo, les tenemos que dar las gracias, queridos amigos coreanos, por el ejemplo que ofrecen de espíritu de trabajo, disciplina, uso racional e inteligente de los recursos naturales de sus tierras y sus mares, ritmo acelerado de desarrollo económico y social (APLAUSOS). ¡Qué magnífica lección para decenas de países del Tercer Mundo con muchos más recursos que la República Popular Democrática de Corea!

Aprovecho esta oportunidad, queridos hermanos coreanos, para agradecer al compañero Kim Il Sung y al gobierno de la República Popular Democrática de Corea, por habernos suministrado, mediante créditos altamente favorables y a precios de costo en meses recientes, 100 000 fusiles y decenas de millones de balas como contribución, junto a la URSS y otros países socialistas, al esfuerzo de nuestro pueblo para fortalecer las defensas de nuestra patria también amenazada por los imperialistas yankis (APLAUSOS).

Hoy somos un bastión inexpugnable que a ningún precio podría jamás el imperialismo destruir ni aplastar. Eso que fortalece a Cuba, fortalece también a Corea, fortalece al socialismo y a todas las demás fuerzas del movimiento revolucionario y progresista mundial (APLAUSOS).

Pueden ustedes estar seguros, queridos compañeros coreanos, de que Cuba jamás fallará en su permanente solidaridad a Corea (APLAUSOS), que Cuba jamás se rendirá, que Cuba mantendrá siempre enarboladas sus inclaudicables banderas comunistas e internacionalistas (APLAUSOS).

Faltan solo unas pocas horas para que abandonemos este glorioso país. Corea Democrática, sus dirigentes y su pueblo vivirán siempre en nuestros sentimientos de revolucionarios, de patriotas y de luchadores por el triunfo del socialismo (APLAUSOS). A lo largo de todos estos años he sido testigo de cómo cada persona que regresaba de Corea, volvía conquistada por sus realizaciones, llena de simpatía y de cariño por sus trabajadores, su Partido y sus líderes. Ahora, cuando nos disponemos a partir, puedo asegurarles que mis compañeros y yo seremos también en lo adelante divulgadores de la obra de la Revolución coreana, del coraje y la capacidad creadora de su pueblo, y del talento y la calidad humana de su gran líder y sabio conductor, el Presidente Kim Il Sung (APLAUSOS PROLONGADOS).

¡Viva el Partido del Trabajo de Corea! (APLAUSOS)

¡Viva el compañero Kim Il Sung! (APLAUSOS)

¡Viva el pueblo heroico de Corea! (APLAUSOS)

¡Viva la amistad entre Corea y Cuba! (APLAUSOS)

¡Viva el socialismo y el internacionalismo! (APLAUSOS)

¡Viva la paz! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Kim Il Sung!")

(OVACION

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