“Sí, combatientes, y lo decimos con orgullo, porque combatir contra los soldados fascistas y racistas del apartheid, e incluso contribuir a la victoria de los pueblos de África que veían en aquel sistema su mayor afrenta, es y será siempre un motivo de orgullo".
Citas
"Debemos decir aquí, de una vez y por todas, que no necesitamos más que un partido, de la misma forma que Martí no necesitó más que un partido para hacer la lucha por la independencia de Cuba".
“Nuestra lucha de hoy es la del 68 y la del 95, la del Moncada, la del “Granma”, la de las misiones internacionalistas. Y hoy no somos cenizas, ¡no somos cenizas!, y tenemos más que nunca fuerzas con qué defendernos, armas con qué defendernos, ideas con qué defendernos, combatientes con qué defendernos, y capacidad de convertir en polvo y convertir en cenizas, con esa conducta, con ese ejemplo, con ese temple, más tarde o más temprano, a los que cometan la felonía, el crimen histórico incalificable de agredir a nuestra patria.”
“Estamos luchando por lo mismo que lucharon nuestros compatriotas en el 68, en el 95, por lo mismo que lucharon nuestros obreros a lo largo de la historia del país colonizado por el imperialismo; estamos luchando por lo mismo que luchamos en el Moncada, en el "Granma", en la Sierra, en el Escambray, en Girón; defendiendo lo mismo que defendíamos en la Crisis de Octubre; defendiendo lo mismo que defendimos en nuestras gloriosas y victoriosas misiones internacionalistas”.
“Las circunstancias históricas en que se desarrolló nuestra lucha demostraron que no podía siquiera calificarse de revolucionaria, si no era antimperialista y, además, socialista. Sólo el socialismo podía unir tan estrechamente a las grandes masas del pueblo para librar la gigantesca batalla moral, política, económica y social que teníamos por delante, así como para estar dispuestos a librarla en el terreno militar si el país era invadido. Era necesario conquistar toda la justicia, como había dicho Martí a Juan Gualberto Gómez. Solo el socialismo como régimen político, económico y social podía aportar toda la justicia.”
“El 17 de julio --fíjense que cerquita estamos de la fecha--, negociaciones de las tropas norteamericanas y españolas, sin participación de la representación de las fuerzas cubanas; se llega a un armisticio y a la capitulación de la ciudad ese día. Penetran las tropas norteamericanas en la ciudad y no se permite la entrada de los patriotas cubanos, uno de los episodios más tristes de nuestra historia, que a aquellos combatientes que lucharon 30 años, comenzando el 10 de octubre de 1868, no se les permite entrar en la ciudad. La bandera norteamericana es izada en el Palacio de Gobierno y en el Morro. Lleno de indignación el General Calixto García, que tan lealmente había cooperado con aquellas tropas supuestamente aliadas, escribe a Máximo Gómez y renuncia a su cargo de jefe de las tropas cubanas en Oriente, ante aquella insoportable humillación. ¿Qué día? El 17 de julio.”
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