“Ningún homenaje mejor a los fundadores de nuestra república; ningún homenaje mejor al Apóstol de nuestra independencia, José Martí; ningún homenaje mejor a todos los hombres que cayeron en aquellas luchas y a todos los cubanos que se sacrificaron en las luchas posteriores”.
Citas
"Es preciso tener en cuenta que sobre nosotros influyó grandemente la lucha de la generación del 30; es preciso tener en cuenta que todos nosotros crecimos oyendo hablar de aquella epopeya y que como estudiantes universitarios todos los años nos reuníamos en la escalinata a conmemorar la caída de Rafael Trejo; que en nuestros oídos resonaron muchas veces los nombres de los que cayeron en aquella lucha, desde Mella hasta Guiteras; de que fue siempre para nosotros una fuente de inspiración aquel rol que la juventud del 30 había desempeñado en la lucha por la liberación nacional, en la lucha por la libertad y por los derechos de nuestro pueblo (...)"
“Por arreglar a su país venían luchando desde hace mucho tiempo los cubanos. Pero había una fuerza muy poderosa que nos impedía arreglar nuestro país. Esa fuerza era la penetración imperialista de Estados Unidos en nuestra patria; esa fuerza fue la que frustró nuestra plena independencia; esa fuerza fue la que no dejó penetrar a Calixto García y a sus bravos soldados en Santiago de Cuba; esa fuerza fue la que impidió al ejército libertador hacer la revolución en los inicios de la república; esa fuerza fue la que determinó, desde los primeros momentos, los destinos de nuestra patria; esa fuerza fue la que permitió el apoderamiento de los recursos naturales y de las mejores tierras de nuestra patria, por intereses extranjeros; esa fuerza fue la que se arrogó el derecho a intervenir en los asuntos de nuestro país; esa fuerza fue la que aplastó cuantas revoluciones trataron de hacerse; esa fuerza fue la que se asoció siempre a todo lo negativo, a todo lo reaccionario y a todo lo abusivo que había en nuestro país. Esa fuerza fue la que impidió que en nuestra patria se hubiera hecho una revolución antes. Y esa fuerza es la que nos trata de impedir que nosotros arreglemos a nuestro país ahora.”
"Gracias a que hemos tenido un pueblo extraordinariamente virtuoso, gracias a que este pueblo empezó su lucha desde muy temprano, que luchó solo por su independencia hace un siglo, un pueblo que tuvo hombres como Maceo, como Céspedes, como Agramonte, como Calixto García, y un pueblo que tuvo tan extraordinario Apóstol, un hombre de visión tan lejana, un hombre de entraña tan humana, un hombre de elocuencia y de sabiduría tan extraordinarias como José Martí, que forjó la nacionalidad de la patria."
“Aquella década dio hombres extraordinarios, increíblemente meritorios, comenzando por Céspedes, continuando por Agramonte, Máximo Gómez, Calixto García, e infinidad de figuras que sería interminable enumerar. Y no se trata de medir ni mucho menos los méritos de cada cual —que fueron méritos extraordinarios— sino simplemente de explicar cómo se fue desarrollando aquel proceso y cómo en el momento en que aquella lucha de diez años iba a terminar surge aquella figura, surge el espíritu y la conciencia revolucionaria radicalizada, simbolizada en ese instante en la persona de Antonio Maceo, que frente al hecho consumado del Zanjón —aquel Pacto que más que un pacto fue realmente una rendición de las armas cubanas— expresa en la histórica Protesta de Baraguá su propósito de continuar la lucha, expresa el espíritu más sólido y más intransigente de nuestro pueblo declarando que no acepta el Pacto del Zanjón. Y efectivamente, continúa la guerra.
Y todos sabemos cómo sucedieron los acontecimientos. Cómo cuando el poder de España estaba virtualmente agotado, movido por ansias puramente imperialistas, el gobierno de Estados Unidos participa en la guerra, después de 30 años de lucha. Con la ayuda de los soldados mambises desembarcan, toman la ciudad de Santiago de Cuba, hunden la escuadra del almirante Cervera, que no era más que una colección propia de museo, más que escuadra, y que por puro y tradicional quijotismo la enviaron a que la hundieran a cañonazos, sirviendo prácticamente de tiro al blanco a los acorazados americanos, a la salida de Santiago de Cuba. Y entonces a Calixto García ni siquiera lo dejaron entrar en Santiago de Cuba. Ignoraron por completo al Gobierno Revolucionario en Armas, ignoraron por completo a los líderes de la revolución; discutieron con España sin la participación de Cuba; deciden la intervención militar de sus ejércitos en nuestro país. Se produce la primera intervención, y de hecho se apoderaron militar y políticamente de nuestro país.”
“Con posterioridad a la muerte de Ignacio Agramonte se produce otro acontecimiento verdaderamente infortunado: la captura, herido casi de muerte por sus propias manos —ya que prefería la muerte a caer prisionero de los españoles—, de Calixto García Iñiguez, en San Antonio de Baja, jurisdicción de Manzanillo.
Estos acontecimientos determinaron otros. Primeramente, y antes de caer prisionero Calixto García, ya se habían producido en las fuerzas cubanas los primeros intentos sediciosos que tuvieron lugar en la jurisdicción de Tunas. Un coronel de las fuerzas de Vicente García, Sacramento León, se había insubordinado virtualmente contra la jefatura de Calixto García —que había recibido el mando de las fuerzas de Oriente. Ese fue el primer intento sedicioso, frente al cual la Cámara —una vez más— se comportó débilmente, porque en vez de proceder, en vez de aplicar la ley cuando era tiempo, aquella Cámara —que había sido tan severa y tan enérgica con Carlos Manuel de Céspedes— se muestra tolerante con la sedición y decreta una amnistía.”
“Calixto García, una de las figuras más gloriosas de nuestra historia, cayó prisionero del enemigo. Y cuando a la madre le informaban que su hijo estaba prisionero, ella dijo: ¡ese no puede ser mi hijo! Pero cuando le dijeron: ¡antes de caer prisionero se disparó un tiro para privarse la vida!, ella dijo: ¡ah, entonces sí: ese es mi hijo!”
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