Fidel
Soldado de las Ideas
Valdés Rodda, María Victoria
Valdés Rodda, María Victoria
Hay amistades que incrementan su valía con las pruebas del tiempo. De ese linaje es el lazo existente entre el pueblo vietnamita y el cubano. Asombra cómo siendo tan diferentes podemos compartir una solidaridad firme, leal y ejemplar. Así son también los vínculos de nuestros respectivos Partidos comunistas y del Estado. Todo ello; organización política, ordenamiento económico-social, junto a la gente sencilla conforman ese entramado humano latente y muy vivo por muchísimos años más.
Al recordar el viaje del Comandante a la tierra de los anamitas, las dos naciones reafirmaron la continuidad de compañerismo militante.
Arrasó. Lo de Fidel en el sur del Bronx fue todo un suceso porque lo primero que hizo en Estados Unidos, en octubre de 1995, fue romper los esquemas mentales de los latinos de Nueva York desacostumbrados a una política cercana al pueblo, tan habitual de la Revolución cubana.
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Todo permanece intacto en la provincia vietnamita de Quang Tri. Allí, la habitación y la cama que utilizara Fidel Castro Ruz, en septiembre de 1973, permanecen como testigos de una probada amistad más allá de las dificultades y el tiempo.
Sorpresa enorme sintió esta reportera cuando su “amigo” de Facebook Ramón Labañino invitó a opinar sobre la realidad económica cubana. Ante la duda de que fuera una identidad falsa, me comuniqué con la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), de la cual es su vicepresidente. Preparada mentalmente a que dijera que le habían usurpado el perfil, volví a quedar turbada: “Sí, soy yo”. Aproveché y le pedí una entrevista.
Al ondear la bandera victoriosa en el propio escenario de la guerra, aseguran los vietnamitas que el Comandante en Jefe elevó la moral de la tropa, momento en que patentizó que, si llegaba la hora, Cuba daría su sangre por el hermano pueblo anamita.
Escalonadamente me llegó Fidel en el tiempo, no obstante estar siempre presente. Crecí teniéndolo como algo propio, como algo natural pues al nacer en 1963, de padres comunistas, era incompatible ser revolucionario verdadero sin ser fidelista.
EL mundo llora la pérdida y al mismo tiempo le reconoce a Fidel su altura universal, su legado a la historia de la humanidad, su brillantez. Desde que se conoció la noticia la noche del 25 de noviembre, comenzaron a publicarse mensajes por diversas vías. Las primeras llegaron de inmediato, gracias a la rapidez de la tecnología moderna, a través de Twitter. Hubo también comunicación desde embajadas extranjeras, por lo que se supo que algunas naciones decretaron duelo nacionalpor varios días.