Fidel
Soldado de las Ideas
Palomino García, Ana Laura
Los médicos cubanos no son una moneda de cambio. No son, como afirman publicaciones de derecha, un alfil dentro de la política de nuestro país. Sin embargo, sí son, para quienes asisten, esperanza, solidaridad, cura, salvación...
«El altruismo de nuestros profesionales de la Salud molesta al imperio que, en lugar de atender la grave situación de sus ciudadanos contagiados, desata una campaña de descrédito contra la colaboración médica cubana», aseveraba el 28 de julio el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante su intervención en el Encuentro de Líderes, a 30 años de creado el Foro de São Paulo.
A seis décadas de intercambio, solidaridad y hermandad llegan este año las relaciones diplomáticas entre Cuba y la República Socialista de Vietnam; 60 años de probada amistad, de enfrentarse a enemigos comunes y de seguir labrando un camino que, en más de una ocasión, ha puesto nuestros destinos en la misma trinchera.
«Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor».
De esta forma, decía adiós para siempre el presidente Salvador Allende, momentos antes de ser asesinado un día como hoy, pero del año 1973, en el Palacio de la Moneda.
El vínculo indisoluble de hermandad y tradición que une a nuestro país con el continente africano se puso de manifiesto una vez más este lunes durante un encuentro entre el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, y los embajadores de las misiones diplomáticas africanas acreditadas en Cuba.
Muchas veces he escuchado historias sobre héroes en carne de hombres. A su paso se levantan los oprimidos y el yugo sabe que su hora está cerca. No temen a la muerte, pues saben que no es el fin cuando se ha vivido bien la obra de la vida.
No nacen a menudo, pueden pasar decenios sin que uno de estos seres venga a salvarnos, pero a veces, por azar de la vida, se reúnen dos en un mismo sitio; la multitud los ve pasar y sonríen por su dicha.