En Cuba todas las carreteras tomadas por el pueblo. En Venezuela, el pe­dacito de Isla que es la embajada, asaltada por amigos y flores… muchas flores.
 
Hace tres días, con el amanecer caraqueño empieza a llegar la gente, y en poco tiempo la calle de la sede diplomática es un hervidero pujante por entrar.
 
Entre la mayoría sin nombres prominentes, a ratos se abre una brecha que da paso a rostros reconocibles en la lucha campal que hoy libra la Revolución Bolivariana. Los reciben aplausos, frases de aliento para que no se rindan, y entre los gritos deja escucharse el motivo común de la multitud: ¡Viva Fidel!
 
Esos rostros conocidos llegan sinceros, con el dolor y el sentimiento en la mano, listos para hacerlos letras de reverencia y fidelidad en un libro abierto, allí, frente a las flores y el retrato de un guerrillero de pie.
 
PATRIMONIO DE LOS PUEBLOS LIBRES
 
«Estos son momentos para los cuales uno nunca está preparado. Apenas hace tres años Chávez y ahora el Comandante Fidel. Con la pérdida de estos dos hombres, baluartes de los pueblos libres del mundo, uno siente que se va parte de las luchas; sin embargo, hay plena conciencia de que sus enseñanzas quedan», dijo Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela.
 
«Ambos gigantes se encargaron de unir a Cuba y Venezuela para siempre. Si Barrio Adentro existe es por Fidel, si hoy se gradúan médicos integrales, si hay una misión para la atención integral a discapacitados, es gracias a la Revolución Cubana.»
 
Cabello está convencido de que el legado de Fidel no necesita explicaciones mayores que el amor que le profesa no solo Cuba, sino los justos de muchos pueblos del mundo, presentes hoy en las muestras de acompañamiento. Resistir y compartir, reflexiona, fueron dos grandes enseñanzas.
 
«Cuando la Revolución Cubana estaba prácticamente sola en sus inicios, Fidel nunca se rindió. Se encargó de formar la conciencia de ese pueblo que hoy está en las calles demostrando tanto amor y cariño, aunque sean nuevas las generaciones. Impresionan las manifestaciones de tanto sentimiento joven.
 
«Esa es la gran enseñanza. Nunca rendirse, e independientemente de las circunstancias, tener la capacidad de ofrecer solidaridad incondicional, como hace Cuba por la salud, por la vida de otros pueblos.
 
«A Fidel lo absolvió la historia, pero sobre todo los pueblos. Quieran o no sus enemigos, Fidel es un patrimonio de los pueblos libres del mundo».
 
FIDEL NO DEJA VACÍOS
 
«Fidel no deja vacíos, sino espacios llenos de ideas, compromisos, tareas y esperanzas en la construcción de un mundo nuevo, de una sociedad auténticamente humana», de­claró el diputado bolivariano Elías Jaua, al acudir a firmar su dolor.
 
«Para los detractores y quienes creen que en algo disminuirá la Revolución Cubana, deben saber que hoy el fidelismo está más vivo que nunca en la Isla, que allí permanecerá vigente el legado del Comandante de construir una sociedad nueva, donde lo material y espiritual vayan parejo en el crecimiento del hombre, para preservar la vida de la especie humana», aseveró el dirigente revolucionario.
 
Jaua exaltó el internacionalismo de Cuba como un resultado colosal del pensamiento y la obra de Fidel, que ilustró con la presencia masiva de colaboradores de la salud y otras áreas en todos los rincones del estado de Mi­ran­da, del cual está designado como Protector por el Ejecutivo Nacional, debido a la ineficiencia de la Go­ber­nación opositora en la región.
 

También en la solidaridad lo exaltó Jorge Arreaza, vicepresidente del país para el Área Social, quien desde la embajada cubana transmitió su programa radiotelevisivo semanal, dedicado a las misiones sociales. El legado del líder guerrillero fue esta vez tema central.
 
«No despedimos a Fidel con tristeza, sino con admiración y amor. Es difícil traducir en palabras tanto sentimiento y gratitud porque hasta su último aliento estuvo luchando por la humanidad», declaró ante la prensa.
 
«Es grato haber tenido un líder mundial que creyó en el hombre, en la mujer, en el interés de los pueblos por encima de las ambiciones personales, las mezquindades y los grandes capitales; que creyó en la igualdad como único modo de alcanzar la justicia y la paz», destacó Arreaza.
 
«Su Revolución fue la mayor demostración de su creencia en que nada había imposible frente a la voluntad, a pesar de las adversidades grandes», apuntó, y ejemplificó con hitos como el Moncada, la epopeya del Granma, la guerra desigual en la Sierra y la resistencia a los sabotajes imperiales después del triunfo de enero.
 
«Gracias, Fidel, por haber pensado también en nuestro país, por coincidir con Chá­vez en el espacio y el tiempo y hacerte presente en las misiones sociales que benefician hoy a este pueblo. Gracias por tu conocimiento, por tu ciencia, no para enriquecer privilegios, sino para iluminar a los humildes con salud, vida y bienestar», concluyó.
 
FIDEL NUESTRO, COMO CHÁVEZ DE CUBA
 
Los gobernadores bolivarianos, por medio de Tarek El Aisami, dirigente nacional de la Revolución y máxima autoridad del estado de Aragua, comunicaron este jueves sus condolencias al pueblo de Cuba, y concedieron póstumamente al Comandante en Jefe la Orden Samán de Aragua de Primera Clase, por su condición de hombre universal y luchador de la justicia.
 
«Fidel es padre de todos los revolucionarios, forjador de historia, maestro, guía, luz, y seguirá siendo así. Ha partido de nuevo en el Granma hacia la inmortalidad, pero no con 82, sino millones de hombres y muchos pueblos que hoy son libres gracias a su ideal y lucha», dijo El Aisami, luego de entregar la Orden al embajador cubano Rogelio Po­lanco.
 
«La causa de Fidel es la causa de la humanidad entera. Va a ser siempre la bandera que inspire independencia, dignidad, y aliente el hermanamiento entre Cuba y Venezuela, dos revoluciones antimperialistas unidas para siempre por sus dos fundadores, Chávez y Fidel.
 
«Ofrecemos condolencias pero las recibimos también, pues el padre Fidel también es nuestro, como Chávez es de Cuba», sentenció El Aisami.
 
FIDELIDAD JOVEN Y REBELDE
 
Con el rostro lozano de la juventud, pero la palabra combativa de un guerrero, Héctor Rodríguez, diputado jefe del bloque revolucionario que en el Parlamento resiste el embate de una mayoría golpista, también compartió el dolor, pero aún más la gratitud y la esperanza.
 
«Queremos transmitir nuestro sentimiento de amor, de cariño, de solidaridad a todos los revolucionarios del mundo que hoy sienten la partida de esa luz llamada Fidel, que nunca se apagó en la triste noche neoliberal.
 
«Cuando decían que no había luchas pa­ra dar, razones para batallar, en Cuba teníamos a Fidel afirmando que sí, que debíamos pelear por un mundo justo, digno e igua­litario. Esa luz, entonces, volvió a en­cender la pradera.
 
«Gracias Fidel por la confianza, la lealtad, la constancia, en nombre de la juventud revolucionaria del mundo, y gracias a tus cubanos por la solidaridad, sin pedir nada a cambio. Es la muestra de lo que es capaz un pueblo amoroso que creció bajo la ternura del Co­man­dante Fidel, esculpido en su conciencia por el gran líder.
 
«No murió Fidel. Los hombres cuando se convierten en ideas ya no están encerrados en sus cuerpos. Se siembra el cuerpo de Fidel Castro, pero sus ideas florecen, en la juventud cubana, en la juventud socialista de Ve­nezuela, en las juventudes rebeldes del mundo, que seguirán el ejemplo de sus luchas.
 
«Nuestro tributo al hombre que se convirtió en idea, en millones de otros hombres».