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Misión Milagro: una década irradiando luz

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Agencia Cubana de Noticias

Desde su puesta en funcionamiento hace una década, la Misión Milagro, iniciativa que forma parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), ha beneficiado, de forma gratuita, a más de tres millones de habitantes de 34 países de América Latina y el Caribe.
 
Ese programa de salud, liderado por los gobiernos de Cuba y Venezuela, nació el 10 de julio de 2004 cuando fue intervenido quirúrgicamente el primer grupo de pacientes venezolanos en el Instituto Oftalmológico Ramón Pando Ferrer, en La Habana, centro de referencia nacional de esa especialidad.
 
El doctor Reinaldo Ríos, jefe del Grupo Nacional de Oftalmología del Ministerio de Salud Pública, y subdirector de este hospital, rememoró el surgimiento del noble y humano proyecto del ALBA que ha devuelto la visión a seres humanos condenados a vivir en tinieblas.
 
En exclusiva a la AIN, el doctor Ríos, fundador de la Misión Milagro, destacó que un número importante fue operado de cataratas y otros casos de pterigium (carnosidad), párpado caído y de estrabismo.
 
Ningún país ha contribuido a la lucha por la prevención de la ceguera en el área como  Cuba mediante ese programa, precisó el especialista, y significó que el desarrollo de la oftalmología en la ínsula, dotada de la más alta tecnología, es reconocida a nivel internacional.
 
En visitas  al “Pando Ferrer” mandatarios y ministros de salud de diferentes naciones, y en especial la doctora Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, han elogiado el desarrollo de Cuba en este campo y los aportes para beneficiar a personas afectadas por ceguera o deficiencia visual corregible.
 
Actualmente existen 43 centros oftalmológicos en 13 estados, con 55 posiciones quirúrgicas, donde se atienden a pacientes de más de 30 naciones, con la colaboración de profesionales cubanos, aseveró Ríos, orgulloso por haber contribuido a este  proyecto ideado por los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez.
 
Esa misión, liderada por el referido instituto habanero, conllevó a ampliar los servicios en todo el archipiélago y, por ende, la formación de los recursos humanos con la introducción de tecnologías y nuevas técnicas.
 
En ese sentido, se ha entrenado a oftalmólogos, enfermeras especializadas, optometristas e ingenieros en electromedicina, entre otros, aseveró el entrevistado.
 
Rememoró que en 2003, antes de comenzar la Operación Milagro, las cirugías en el país no llegaron a 50 mil, y en los últimos tres años se atendieron por consulta a un millón 800 mil pacientes cubanos. Anualmente  se operaron como promedio unos 116 mil, de ellos 35 mil de cataratas.
 
El nueve de julio de 2004, Fidel visitó el "Pando Ferrer"  y planteó la posibilidad de comenzar ese proyecto, puesto en práctica al día siguiente cuando fueron intervenidos los primeros 50 venezolanos.
 
Ese año operaron a unos 14 mil pacientes y en 2005 se incorporaron otras instituciones de la capital y se le denominó Misión Milagro Dos.   
 
Posteriormente empezó a prestarse el servicio en Camagüey, Cienfuegos, Santiago de Cuba y Matanzas, y se denominó Misión Milagro Tres, hasta completar las posiciones quirúrgicas en todas las provincias.
 
El experto encomió los esfuerzos del gobierno cubano en la adquisición de tecnología de avanzada al nivel de países desarrollados, cuyo equipamiento se ha extendido a los 24 centros asistenciales involucrados en este plan.
 
Entre esos equipos se incluye el eximir láser, una novedosa técnica para abordar enfermedades refractivas.
 
Al triunfo de la Revolución, Cuba poseía 118 oftalmólogos, de ellos permanecieron 37 luego del éxodo alentado por Estados Unidos, y hoy ya suman más de mil 800 profesionales, además de otro grupo en formación, precisó el doctor Reinaldo Ríos.
 
En el Tercer Mundo las principales causas de ceguera son la catarata, glaucoma, retinopatía diabética, enfermedades infecciosas y la deficiencia de vitamina A.
 
Otros padecimientos oftalmológicos como el pterigium, párpado caído y estrabismo poseen una alta frecuencia en la población infantil y adulta.
 
Según la Organización Mundial de la Salud, la Misión Milagro cobra vital importancia si se tiene en cuenta que en el planeta existen más de 135 millones de impedidos visuales, y casi 40 millones de individuos ciegos por causas prevenibles, de ellos más de un millón y medio son menores de 16 años.
 
Miles de latinoamericanos y caribeños tienen una puerta por donde entra la luz: la Misión Milagro que continúa abriendo ojos y esperanzas, además de que demuestra al mundo el poder de la solidaridad. (Por Iris Armas Padrino, fotos Omara García Mederos,  AIN)