La UCI: un sueño de Fidel hecho realidad
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¿Cómo se fraguó la Universidad de las Ciencias Informáticas? ¿Por qué el máximo líder de la Revolución Cubana fue su artífice? A 14 años del primer curso escolar evocamos el afán de nuestro Comandante en Jefe por crear un centro docente diferente
Cuando decimos que fue el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien fraguó la idea de la creación de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), no nos asiste ningún chovinismo. Los hechos hablan por sí solos. El primer curso se abrió el 23 de septiembre de 2002. Fidel la comenzó a soñar seis meses antes, o al menos es la fecha en que lo expresa públicamente, y después, con frecuencia hablaba de la UCI.
El 23 de marzo de 2002, en una reunión del Grupo de Trabajo de la Batalla de Ideas les dijo que iban a formar en el “Centro Ruso” programadores seleccionados, a los que “ (…) hay que darles otro tratamiento, otra educación”. Porque, dijo, tenemos que ampliar el mercado y no podemos depender de los Estados Unidos. Expresó: “A mí me parece que es la cosa más revolucionaria que hemos inventado, (…) y más revolucionadora (…).Es lo más importante, a mi juicio, lo más revolucionario dentro de todos los cambios”.
Allí explicó que nadie podría competir con nosotros en software, porque lo podríamos vender a la mitad de su costo y que haríamos una Intranet fuerte, idea que reitera con el mismo Grupo de Trabajo, el 2 de abril: “La Universidad a crear debe preparar programadores informáticos”. Orientó que se revisaran los aseguramientos y las perspectivas de ampliación.
El 7 de abril en una consulta de trabajo indicó que los estudiantes escogidos fueran de todo el país con cualidades políticas y revolucionarias, aparte del talento, porque será un personal demandado. Concluyó: “Esa va a ser una superescuela”.
El 7 de mayo se volvió a reunir con el Grupo de Trabajo de la Batalla de Ideas y siguió fraguando la idea, y el 28 de junio en una consulta, añadió a las condiciones de los escogidos que tuvieran voluntad. En otro encuentro dijo que la Universidad se inauguraría el día que quisiéramos. Hizo su primera visita a la Sede Central y realizó un despacho por la noche.
Explicó entonces: “Debe ser una universidad más nueva, más universal, más creativa”. “A mi juicio, esa escuela debe caracterizarse por la gran variedad de formas de enseñar, de preparar”. Añadió que había esperanzas de que se trabajara para el país. Hay que formar, indicó, personas diferentes y no enajenadas, abanderadas de una cultura general integral. “Hay que hacerlos conscientes de que pertenecen a una comunidad científica comprometida”.
Al día siguiente realizó otra consulta de trabajo y el 15 de agosto, en otra reunión con el Grupo de la Batalla de Ideas, apareció por primera vez la palabra excelencia: “Tenemos que hacer una universidad de excelencia”. “Debemos tener para esta Universidad una tropa élite de la juventud, para que trabaje allí (…)”.”Tenemos que planificar actividades deportivas, culturales, hacer fiestas sin bebidas alcohólicas, cine”.
Todo lo previó, y el 17 de agosto se le consultaron los nombres propuestos y aprobó: “Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI)”, expresando que era estratégica para la vida y la economía del país.
El 19 de agosto se efectuó en el Consejo de Estado en encuentro para hablar de la UCI, y reiteró: “(…) esta debe ser una escuela flexible y capaz de metamorfearse, de cambiarse, de perfeccionarse”. “Si estas ideas se toman en cuenta, entonces nos acercamos al tipo de universidad con que estamos soñando (…)”. Ese día habló de todas las cosas que quería, hasta de los mínimos detalles de matrícula y demás.
Vinieron otros encuentros y el 12 de diciembre, en la visita que hizo a la UCI con la periodista estadounidense Andrea Mitchell, habló de la tropa de futuro que eran los estudiantes del centro. Y el 10 de marzo, de 2003, en el primer claustro de profesores de la Universidad, les compartió: “La escuela va a tener un prestigio tal, que va a ser que los muchachos estudien más”. También nuestro máximo líder habló acerca de esta visión en el acto del primer fin de curso de la UCI, el 19 de julio de 2003.
Después siguió tocando el tema: el primero de agosto de 2003, en el acto de graduación de la Escuela de Enfermería; el 5 de diciembre de 2004, en la clausura del VII Congreso de la UJC; el 23 y 24 de diciembre de 2004, en la Asamblea Nacional del Poder Popular; en consultas de trabajo en octubre y noviembre de 2005; en el Acto Central por el Sexto Aniversario de la Batalla de Ideas y 35 de la FEEM, el 6 de diciembre de 2005; en el acto por el XV Aniversario del Palacio Central de Computación, el 7 de marzo de 2006.
La UCI ha seguido apasionando al Comandante en Jefe en consultas, discursos, celebraciones y reflexiones.
Así se creó la Universidad de las Ciencias Informáticas, que comenzó bajo lluvia y fango, sin calles, sin aceras y el 23, cuando comenzaron las clases, los profesores escogidos, los dirigentes escogidos, los estudiantes escogidos, fueron a las aulas con capas y botas, casi en medio del huracán Isidoro.
Ya la Universidad de las Ciencias Informáticas exhibe 14 092 graduados, informatiza a la sociedad cubana y aporta a la economía del país (hasta el 2010 mediante los polos científicos, y a partir de esa fecha, en sus Centros de Desarrollo). El 5 de septiembre de 2016 comenzó su curso escolar número 14. Ha realizado 10 graduaciones y muchos se desempeñan en la formación y producción en la propia institución.
Podemos decir que se hizo realidad el deseo de Fidel, porque el 23 de septiembre de 2002, no quedó un cuadro político, ni un dirigente que no llegara a las aulas para festejar las primeras clases del Proyecto Futuro.