La samba también agradece
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Beth Carvalho es una de las artistas más queridas de Brasil, una sambista admiradora tenaz de Fidel y Chávez. Al primero lo conoció en 1999 cuando recibió un premio de la Universidad Estadual de Río de Janeiro y fue la encargada de entregárselo; al segundo, en un encuentro de solidaridad en la República Bolivariana de Venezuela, donde terminó en el famoso programa dominical Aló, Presidente.
Y es que además de la música su otra gran pasión es la vida política, siempre marcada por la militancia de izquierdas, algo que aprendió de su padre, quien fuera acusado en 1964, por los protagonistas del golpe militar de tener pensamientos «subversivos» y de vivir junto a su familia enfrentamientos muy duros contra la dictadura. Quizá por eso, en medio de la enfermedad que le limita la locomoción, no deja de honrar a los médicos cubanos por su labor en su país.
«Tengo mucho que agradecer a Cuba, en varios aspectos, principalmente por ese proyecto lindo y humano que es el programa Más Médicos. Todo el pueblo está muy feliz pues se extendió a lugares de difícil acceso».
Así asegura esta mujer, que a sus 72 años y más de medio siglo de carrera musical no desfallece, desde la música sobre todo, en su lucha por un mejor Brasil, como me lo había comentado mi colega Adriana Robreño al entrevistarla. Y poco después lo comprobé al escuchar a Carvalho: «Ciertas personas aquí en Brasil se propusieron boicotear el Programa, provocando la decisión de Cuba, de no continuar en este, y no encontrarán otros que asuman la sustitución de los médicos cubanos. Ningún médico brasileño va a querer montarse en un bote para atender a esas personas.
«Quisiera agradecer inmensamente la solidaridad del pueblo cubano que ya es famosa. Suena muy gracioso cuando las personas dicen: seamos solidarios con Cuba; no, Cuba es la que siempre ha sido solidaria con nosotros», dice Carvalho, quien en 2016 antes del impeachment contra Dilma Rousseff lanzó la samba No habrá golpe de nuevo, muy escuchada en las manifestaciones de ese año.
Y más allá del diálogo por lo que sucede ahora en Brasil, Carvalho —cuyos éxitos han sonado hasta en el planeta Marte y es conocida como la Madrina de la samba, por haber dado a conocer a varios talentos y rescatar del olvido a viejos compositores—, asegura que seguirá cantando «hasta que muera. Estoy cantando sentada, ya di dos o tres recitales así y ha sido todo un éxito. Existe la película Con Madonna en la cama, conmigo es En la cama con Beth Carvalho», aseguró bromeando, desde donde permanece acostada producto de las complicaciones que ha tenido también desde 2010, cuando sufrió una fisura en la región del hueso sacro, en la base de la columna vertebral.
Un retrato del Che está a la entrada de su casa. Lástima que su delicado estado de salud le impida seguir conversando del porqué de ello y de otros temas. Entonces comienzo a buscar otros detalles en la red de redes. Por ejemplo, de su encuentro con Fidel en Brasil, el cual abrió el camino de una gran amistad, expresó a Sputnik:
«Subí al escenario justo antes que él y la gente me aplaudió muchísimo. Luego subió él, que debía estar pensado, ¿quién es esta chica para que la aplaudan tanto?». Y de Chávez afirmó: Era maravilloso, de una cultura inmensa, muy cariñoso con el pueblo venezolano. Él creó conciencia en el pueblo, aquí hay conciencia, pero muy poca». Carvalho es una defensora del modelo socialista, pues «es el único que puede salvar a la humanidad», es muy difícil «tener otro Fidel, otro Brizola, otro Lula. Es difícil encontrar otro Chávez».
Igualmente, ella misma ha comentado orgullosa que en todos sus conciertos el público gritaba Fora Temer, pero que se mostraba pesimista sobre los nuevos tiempos que le tocaban a Brasil, donde cree que el conservadurismo que antes estaba latente ahora campea a sus anchas sin vergüenza. Esa también es una definición perfecta para la llegada de la administración de Jair Bolsonaro.
Una cosa es inscribirse y otra presentarse para trabajar
La administración de Jair Bolsonaro dice que ya tienen cubierta las plazas para sustituir a los cubanos, pero no es verdad. Mucha gente se ha inscrito en internet, pero no se ha presentado. Una cosa es escribir su nombre para incorporarse al Programa Más Médicos y otra es presentarse a trabajar en sus respectivos puestos de salud, afirmó Guilherme Boulos, coordinador nacional del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) de Brasil.
En diálogo con este diario —en la sede del MTST— el también político y candidato presidencial del Partido Socialismo y Libertad en las elecciones generales de este año, destacó que buena parte de los profesionales del país carioca no se exponían a ir a sitios de extrema pobreza, a las favelas, a las comunidades indígenas…. «Hay ciudades en que los médicos cubanos eran prácticamente todo y su salida va a generar un problema muy serio».
Ciertamente, lo alertado por Boulos se confirma al revisar el sitio web del Ministerio de Salud de Brasil: menos del diez por ciento de los médicos brasileños que se inscribieron para cubrir las vacantes de los profesionales cubanos en el Programa Más Médicos se presentaron a sus puestos de trabajo.
Según datos publicados por ese organismo el decreto de convocatoria, abierto el 19 de noviembre último para sustituir a los más de 8 400 médicos de la Mayor de las Antillas, había logrado suplir el 97,8 por ciento (8 319) de las plazas. Sin embargo, las últimas cifras indican que solo 738 médicos brasileños se presentaron a sus locales de trabajo, lo que equivale a un 8,9 por ciento de asistencia.
En tal sentido, el coordinador nacional del MTST consideró una postura irresponsable del Gobierno asegurar que estaba garantizado el remplazo de los doctores cubanos y la continuidad del Programa. «Lamentablemente, después del 1ro. de enero puede empeorar la situación, y venir para este pueblo una caída de vida en general para los más pobres; en términos de salud la salida de los médicos cubanos ya es la mayor expresión de eso.
«El médico cubano tiene entrenamiento clínico, habla con las personas, realiza un examen…, eso hace mucha falta. Si se escucha a las personas que recibieron atención por sus galenos dicen lo contrario que Bolsonaro», reconoce.