Fidel Castro siempre admiró a Máximo Gómez Báez como gran estratega militar, ejemplo de internacionalismo y luchador abnegado por la independencia de Cuba, la cual acogió como Patria adoptiva. Así lo demostró durante su visita al museo-casa natal de Máximo Gómez el 23 de agosto de 1998.
 
Fidel siempre destacó las cualidades de humildad, humanismo y hermandad del Generalísimo y así lo expresó el 15 de marzo de 1978 en el acto de conmemoración del centenario de la Protesta de Baraguá:
 
    “Máximo Gómez (…) debió considerarse cubano, ciento por ciento, mil por mil, desde el primer día en que empuñó las armas en favor de la independencia de Cuba. Y luchó 10 años, y fue el más brillante jefe y maestro de jefes cubanos”.
 
El Comandante en Jefe en reiteradas ocasiones manifestó su afecto hacia el dominicano: “Máximo Gómez. (…) supo convertirse en hijo insigne y entrañable del pueblo cubano por derecho ganado en su lucha por la independencia de Cuba, a la que aportó su brazo y su machete, su genio militar y su coraje, un notable talento político y un profundo pensamiento revolucionario. Su diario de campaña, sus arengas y sus conmovedores relatos desafortunadamente escasos, dada su azarosa vida de combatiente infatigable por la libertad, sugieren que de aquel humilde campesino pudo surgir también un genio de las letras”. Discurso pronunciado al recibir la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado Gran Cruz Placa de Oro e imponer al Presidente de la República Dominicana, Dr. Leonel Fernández, la Orden José Martí, el 22 de agosto de 1998.
 
El 26 de julio de 1985 en el acto central por el trigésimo segundo aniversario del asalto al Cuartel Moncada también expresó:
 
    “(…) Máximo Gómez, una de las figuras internacionalistas más prestigiosa de la historia de América Latina (…)”