Fidel constructor
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La foto del Comandante en Jefe con un martillo en la mano, junto con los constructores del contingente Blas Roca Calderío, montando un encofrado, es un verdadero regalo para la posteridad y una muestra fehaciente de su admiración por los constructores y también de la humildad y la sencillez que lo caracterizó.
Y como esa hay muchas otras en los archivos y centros de documentación. Una de las más vistas es donde aparece almorzando, también con obreros de la construcción, con los alimentos en una bandeja de aluminio que tanto proliferó en aquellos tiempos en campamentos, escuelas, unidades militares…
Tempranamente afirmó: Revolución es construir. Y esa aseveración, que tanto define, signó de alguna manera parte de su accionar al frente de la nación. Se le vio en cuanta obra importante fue ejecutada, dialogando con directivos, técnicos y trabajadores, en actos por el día dedicado a homenajear a quienes laboran en ese sector (5 de diciembre), reuniones donde se chequeaban los cronogramas de ejecución, congresos…
Luis Brito Jiménez quien fuera secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción en una etapa significativa de la historia del país (comenzó al frente de este sector en marzo de 1987), atesora fotos y recuerdos de la relación entre el Comandante en Jefe y los constructores, sobre todo de su acercamiento y preocupación por los contingentes que afrontaron misiones de mayor prioridad.
“En octubre del año anterior se constituyó la brigada no. 1 del contingente Blas Roca Calderío, que dio inicio al surgimiento de esos colectivos, los que llegaron a sumar 70. Nació así el movimiento constructivo más trascendental del período revolucionario”.
¿Cómo recuerda esa etapa?
No olvido muchos momentos. El más importante fue el VI Congreso del SNTC, realizado los días 5 y 6 de julio de 1988. En ese evento, en sus dos jornadas de duración, Fidel estuvo cerca de nueve horas y lo clausuró. Dialogó con los 13 jefes de contingentes que existían en esa fecha y con los de las principales obras que se ejecutaban en el país.
Otro encuentro inolvidable fue en la ampliación del Instituto Finlay, donde trabajaba una brigada del contingente VI Congreso del SNTC. En días posteriores se celebró allí uno de los actos nacionales por el Día del Constructor, y el Comandante en Jefe pronunció las palabras centrales.
¿Cómo valoraba el líder de la Revolución el papel del sindicato?
Demostró con su actuar tener una alta valoración del movimiento sindical en general y, particularmente, con el del sector de la construcción, sobre todo durante los años de 1987 al 2000. Nunca al sindicato se le otorgó más autoridad y facultades que en el período especial. Ningún ministerio podía adoptar decisión alguna sin contar con el sindicato ramal, y los Parlamentos Obreros dejaron para la historia en esa etapa, compleja y peligrosa, pruebas de capacidad, autoridad y firmeza.
Fidel afirmó: Revolución es construir. ¿Qué consideraciones tiene usted de esa aseveración a la luz del tiempo?
Tuve el privilegio en 1976 de escuchar la estrategia concebida por Fidel para enfrentar la difícil situación económica que se avizoraba debido a los limitados recursos económicos y naturales y cómo se debía actuar en esas condiciones. Dijo que había que hacer un enorme esfuerzo constructivo en el desarrollo del turismo y de la industria médicofarmacéutica, en la zafra azucarera… Se construyó siguiendo sus indicaciones y la Revolución se salvó. Por eso, a la luz del tiempo, ese es el significado real de esa frase inolvidable.
¿Qué ideas y sugerencias fundamentales del Comandante en Jefe cree usted que deban estar presentes en cada colectivo del sector?
Nuestro Presidente ha llamado a elevar la disciplina laboral, la exigencia, la productividad, el ahorro… Hay en nuestros centros laborales posibilidad de responder como se le respondió a Fidel: aumentando nuestras producciones exportables y sustituyendo importaciones, y elevando la calidad en la ejecución de las obras y la producción de materiales de construcción a los niveles necesarios, sobre todo para hacer viviendas.