El 19 de marzo de 1962, Fidel pronuncia un discurso de agradecimiento en el teatro Chaplin, en La Habana, al serle conferido el Premio Lenin de la Paz. Expresa:
 
“La lucha por la paz significa también la lucha por la independencia de los pueblos, significa la lucha por la libertad de las colonias, significa la lucha por el desarrollo de los países más pobres, significa la lucha por liberar a los pueblos de la explotación y el dominio imperialista”.

Reflexiona en torno a la trascendencia de la paz para los pueblos y la califica como esa milenaria aspiración de la humanidad. Y añade que esa aspiración surgió desde que surgieron las guerras, y las guerras surgieron desde que surgió la explotación. Más adelante expresa:
 
“Cada cual debe luchar por la paz a su manera, cada cual debe luchar por la paz con lo que pueda y como pueda. Así, la América Latina, al enfrentarse cada vez más a los imperialistas, lucha por la paz”.  
 
En 1972, el 19 de marzo, Fidel clausura la primera Plenaria Nacional del organismo identificado como Desarrollo Agropecuario del País, DAP, efectuada en el Teatro de la Central de Trabajadores de Cuba. Señala:
 
“Todos en la vida hemos tenido que aprender en los reveses, en los golpes, en la adversidad. La propia guerra la tuvimos que aprender a hacer también sufriendo y aprendiendo en la adversidad y en los reveses. Y así también esta lucha, que es más dura que una guerra, que es una guerra de la más compleja y de la más difícil, tendremos que aprender a base de las críticas”.
 
Tres años más tarde en este día hace la clausura de la tercera Reunión Ministerial del Buró de Coordinación de los Países No Alineados, en Santa María del Rosario, La Habana, donde expresa:
 
“La experiencia histórica demuestra que la unión firme de los pueblos y la opinión mundial, además de la voluntad de resistir enérgicamente a la agresión, son factores que pueden parar las amenazas imperialistas. Cuba lo ha demostrado enfrentándose a estos riesgos y amenazas a 90 millas de Estados Unidos”.  

Y en 1980 Fidel habla en la escuela "Agostinho Neto", en la Isla de la Juventud, con motivo de la visita que realiza a Cuba, José Eduardo Dos Santos, Presidente del MPLA Partido del Trabajo, Presidente de la República Popular de Angola y Comandante en Jefe de las FAPLAA.
 
“Para el movimiento progresista y revolucionario del mundo y para el pueblo de Angola, la muerte de Neto significó un trágico golpe, una pérdida enorme, que privó al país, que recién alcanzaba su independencia, del jefe que había iniciado la lucha y había conducido a su pueblo a la victoria”.
 
También señala que tras el fallecimiento de Neto, José Eduardo Dos Santos con acierto, serenidad y sabiduría había dirigido el Partido y el Gobierno angolano exitosamente. Además en este discurso expone una significativa consideración sobre el papel de la Revolución en sentido general ya que afirma:
 
“La revolución es el pueblo, es fuerza de pueblo; la revolución es lo que ustedes representan. Y las ideas revolucionarias, las causas justas, la fuerza del pueblo, ¡son invencibles!”