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El pueblo, la mayor protección de Fidel

Fecha: 

01/09/2016

Fuente: 

Juventud Rebelde

Autor: 

El gran chaleco antibalas del líder histórico de la Revolución, frente a los más de 600 atentados contra él, ha sido la moral, se expresó este jueves en un habitual espacio de la Sociedad Cultural José Martí dedicado esta vez al Comandante en Jefe por su cumpleaños 90.
 
Fidel y los intentos de asesinato organizados contra su figura, fue el tema principal del espacio Cultura y Nación: el misterio de Cuba, organizado este jueves por la Sociedad Cultural José Martí en su sede capitalina de 17 y D, para rendir homenaje al líder histórico de la Revolución en su cumpleaños 90.
 
El general de división (r) Fabián Escalante Font, exjefe de los Servicios de Inteligencia en Cuba, fue el invitado de la tarde, quien compartió con los presentes la historia de algunos de los 634 atentados y 167 grandes complots perpetrados contra el Comandante en Jefe desde 1958 hasta el 2000.
 
«Existen cuatro períodos principales en los que intentaron acabar con su vida: antes del triunfo de la Revolución, protagonizados por intentos de infiltraciones en las tropas rebeldes; del 1ro. de enero de 1959 hasta la victoria de Playa Girón; de abril de 1961 hasta la década de los 70, etapa caracterizada por una fuerte guerra sicológica; y desde entonces hasta la actualidad, cuando trataron de asesinarlo durante sus viajes al exterior», explicó.
 
Entre las principales acciones organizadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana contra su vida, trascendieron las operaciones Generosa, Cuba en llamas, Mangosta y Peter Pan, en cuya neutralización desempeñó un papel decisivo la unidad del pueblo cubano. «La gran coraza que ha defendido a Fidel durante todos estos años es su pueblo», resaltó.
 
No obstante, ante las interrogantes de los presentes sobre el lugar que podría haber ocupado la casualidad en el éxito de estas misiones, el general de división agregó que nadie duda de la «suerte o aché» tantas veces atribuida a Fidel, porque «definitivamente su gran percepción del peligro también contribuyó a burlar los peores peligros, pero, como él mismo dijo durante uno de sus viajes, su gran chaleco antibalas es la moral», concluyó.