Japón ha sido la última etapa de la gira de nuestro Comandante en Jefe por Asia, adonde llegó tras haber  visitado a Viet Nam, China y Malasia, en momentos muy difíciles de la situación internacional y cuando, como él mismo dijera, hasta las escalas técnicas pueden ser susceptibles de crear alguna dificultad a los gobiernos que te reciben.

Han sido momentos marcados por las coincidencias ideológicas, como en el caso de China y Viet Nam, o en Malasia, por la decisión común de revitalizar y fortalecer el Movimiento de Países No Alineados que reúne a las dos terceras partes de los pueblos del planeta.

Pero en Japón, la visita reviste otra connotación, y es el hecho de que aun habiendo transitado las relaciones que nos unen por algunas dificultades, hoy los esfuerzos comunes nos han puesto en el camino de una nueva etapa que demuestra lo mucho que puede hacerse sobre la base del respeto mutuo.

Podría comenzar este resumen de las actividades de nuestro Comandante en Jefe en Japón por la enumeración cronológica de sus encuentros. Preferí, sin embargo, hacerlo por el sostenido con Hiroshi Mitsuduka, presidente de la Liga Parlamentaria, y con un grupo de sus integrantes, a quienes agradeció haber "luchado por la mejoría de las relaciones y por esta nueva etapa que nosotros vamos a cuidar esmeradamente como un privilegio de nuestro país, de poder contar con amigos de la calidad de ustedes."

Esta es la razón por la que esta escala técnica en Japón, es como el gran colofón de una nueva etapa que, en medio de los peligros que se ciernen sobre la estabilidad y seguridad internacionales, existen hombres como Fidel, dispuestos a continuar construyendo los caminos del entendimiento y del respeto entre los pueblos.

Particular agradecimiento dijo sentir por Hiroshi Mitsuduka, quien, explicó, ha prestado importantes servicios a nuestro país en épocas difíciles. "Existe aquí, agregó, todo un equipo de compañeros, una de cuyas misiones fundamentales es cuidar estas relaciones y trabajar por esta relación".

En ese sentido, advirtió, "me he propuesto dedicar una parte mucho mayor de mi tiempo para cultivar esta relación, en esta nueva etapa".

ENCUENTRO EN EL PARLAMENTO Y CON EL PRIMER MINISTRO

El domingo había comenzado con un encuentro en el Parlamento nipón, el cual abrió sus puertas cortésmente, a pesar de ser un día no laborable. Allí lo esperaron el titular de la Cámara Baja, Tamisuke Watanuki, y otros cinco legisladores del oficialista Partido Liberal Demócrata.

El encuentro, presidido por un bonsai de cerezos, flor nacional de Japón, resultó muy cálido pues los anfitriones quisieron expresar con ese gesto que el país adelantaba la primavera en honor al distinguido visitante.

Exactamente a las 3:00 p.m., hora local, 1:00 a.m. en Cuba, el líder cubano sostuvo un encuentro con el primer ministro, Junichiro Koizumi, quien lo recibió en la puerta de la casa de protocolo de la Cancillería nipona, habilitada para ocasiones como esta.

CON LA CONFERENCIA ECONÓMICA JAPÓN-CUBA Y EL EX PREMIER HASHIMOTO

Otro momento importante de esta estancia de Fidel en Japón lo  constituyó el encuentro sostenido con el presidente de la Conferencia Económica Japón-Cuba, Tomoyoshi Kondo, quien estuvo acompañado por algunos de los representantes de las cincuenta empresas que la integran.

Esta es la primera reunión del líder cubano, apenas dos horas después de haber llegado al país y fue cuando expresó por primera vez la idea que ha venido repitiendo en todos los encuentros: las relaciones entre Cuba y Japón han entrado en una nueva etapa, a la cual le estamos dando mucha importancia.

"Tengo la seguridad, dijo, que el mundo tendrá que contar con Japón, con su experiencia y sabiduría en la búsqueda de todas esas soluciones que todos necesitamos."
Igualmente sostuvo dos reuniones con el ex premier Ryutaro Hashimoto, quien el año pasado visitó a nuestro país.

Cuando esta edición circule, habrá finalizado la visita de tránsito que nuestro Comandante en Jefe utilizó para efectuar encuentros bilaterales que favorecerán, sin duda, la ampliación de las relaciones entre los dos países.

Ha sido una visita fructífera, donde la calidez y el respeto por parte de los anfitriones fueron elocuentes y corroboran el prestigio del líder cubano y el lugar que Cuba ha sabido ganarse en las relaciones internacionales.