Breve historia de la Toma de Palma Soriano
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En esta ciudad del oriente cubano nadie durmió aquella madrugada del 27 de diciembre de 1958. La ofensiva rebelde de esa última semana, puso a todos en espera de lo que ya parecía inminente: la toma de la ciudad.
Desde el día 22, en la finca "El Tamarindo", de Arroyo Blanco, los Comandantes Fidel Castro, Juan Almeida, Vitalio Acuña, Universo Sánchez y Guillermo García, entre otros, acordaron la liberación de Palma, imprescindible en las aspiraciones de entrar a Santiago de Cuba.
Como medida inmediata se ordenó la voladura de los puentes Venturita y Moya, a fin de impedir el envío de refuerzos a este y otros territorios del Oriente del país; en la ciudad, el Ejército de Fulgencio Batista ocupaba cinco posiciones: el campo de aterrizaje, el cuartel de la Guardia Rural, la Estación de Policía, la Compañía 104 y el Hotel Palma.
Hacia esos lugares se dirigieron las principales acciones y ya el 23 de diciembre el Central Palma (hoy, Dos Ríos) era liberado; un día después, el Cuartel de la Guardia Rural, actualmente Hospital Materno.
Pero al amanecer del 25 de diciembre, las fuerzas rebeldes con fuego cerrado avanzaron por cuatro puntos de la ciudad, al tiempo que los esbirros abandonaban sus posiciones, para refugiarse en el ayuntamiento, los altos de la farmacia Mestre (sede del Partido Municipal) y el hotel Palma.
En las primeras horas del día 26, las tropas rebeldes atacaron las últimas posiciones enemigas. El hotel Palma sería rodeado por las fuerzas de Vilo Acuña y horas después de iniciado el fuego una señal de falsa rendición provocó la muerte de dos combatientes palmeros, William Cobas Portales y Carlos Montalbán Carnero. Luego, al repetirse la escena, se reinició el fuego hasta la rendición definitiva de los esbirros.
El último reducto, la compañía 104 ubicada en el almacén de café de Casas y Compañía (Fábrica de Calzado Efraín Medina), fue cercado.
Bajo la orden de Fidel de exhortar a las tropas enemigas a que se rindieran, Universo Sánchez logró entrevistarse con Sierra Talavera y éste aceptó la rendición incondicional, permitiéndoseles a los rebeldes dominar el territorio de Palma Soriano.
Las acciones que tuvieron lugar en la localidad palmera durante los últimos meses de 1958, que culminaron con la liberación definitiva aquel 27 de diciembre, sin dudas fueron determinantes para lograr la entrada de los rebeldes en Santiago de Cuba, demostrando así su capacidad organizativa, disciplina y el apoyo incondicional del pueblo a la revolución que triunfaría el 1ro de Enero de 1959.