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Alertas frente al peligro de epidemias

Fecha: 

29/01/2010

Fuente: 

Periódico Granma

Granma conversa con Gonzalo Estévez, epidemiólogo de la Brigada Médica en Haití, sobre la situación epidemiológica de Puerto Príncipe luego del sismo.

Quien recorra por estos días las calles de la capital haitiana puede suponer, aun si ser especialista, que el peligro de las epidemias pende sobre ella. La acumulación de escombros, el estancamiento de aguas albañales, la proliferación de vectores, y las pésimas condiciones en las que hoy viven miles de personas hacinadas en plazas y parques, vuelven caótica una situación que desde antes del sismo ya era crítica.

Las pésimas condiciones en las que hoy viven miles de haitianos vuelven caótica una situación que desde antes del sismo ya era crítica.Para conocer detalles de las condiciones epidemiológicas de la ciudad de Puerto Príncipe, y de cómo los cubanos ayudan a controlarla, Granma conversó con el doctor Gonzalo Estévez, epidemiólogo de la Brigada Médica en Haití.

¿Qué situación higiénico sanitaria presenta la capital haitiana?

"Puerto Príncipe mostraba un cuadro higiénico sanitario deplorable desde antes del terremoto. En esta ciudad no existe ningún sistema de recogida y disposición final de la basura, que abarque a toda la capital. Solo tienen pequeños sistemas particulares que dan atención a quien pueda pagarlos. No cuentan con un alcantarillado de calidad, el que poseen es de la época colonial y está obstruido en la mayoría de los lugares, los residuales líquidos corren por las calles. A eso habría que agregar la gran infestación de roedores y cucarachas.

Luego del terremoto se trastornó por completo el hábitat de estos vectores. En un primer momento trataron de huir del temblor de tierra, porque ellos lo perciben antes que los seres humanos. Entre las 24 a 48 horas, después del terremoto, dejaron de esconderse y comenzaron a buscar comida. A esta situación se suma el hecho de que miles de haitianos salieron de sus casas, (de las cuales más del 70% quedó inhabitable), y hoy viven en las calles, por tanto las personas se encuentran en lugares inadecuados, susceptibles a las enfermedades, y los vectores que las transmiten.

Conocemos que en Puerto Príncipe había una alta incidencia de enfermedades transmisibles como la fiebre tifoidea, el dengue, el paludismo y la leptospirosis. Estamos a dos semanas del terremoto y ya comienzan a ser frecuentes las diarreas y los vómitos. Hemos diagnosticado casos de paludismo, dengue y tétanos. Unos meses antes habían sido detectados en Haití casos de difteria, y habían sido reportados, además, 58 de la influenza A H1N1.

¿Cómo evitar que se desaten las epidemias? ¿Cómo ayudan los especialistas cubanos?

"Desde Cuba ha llegado un equipo de 64 compañeros, con epidemiólogos, entomólogos y fumigadores. Nuestro objetivo es prevenir todas estas enfermedades, comenzamos a trabajar sobre los factores de riesgo. Salimos a las calles, primeramente, para brindar una educación sanitaria sobre cómo conservar el agua, cómo hacer una disposición correcta de los residuales y cómo manipular los alimentos, pues hoy cocinan al aire libre.

¿De qué manera enseñan?


En los campamentos donde ahora viven los haitianos, hemos ido colgando pancartas y entregando plegables escritos en creole, que enseñan cómo conservar la higiene. De paso, también pesquisamos buscando enfermos. Los estudiantes y médicos haitianos que acompañan a nuestros galenos, vinieron desde Cuba con sus mochilas cargadas de medicamentos para atacar los posibles casos.

¿Comenzaron también a vacunar?

Hemos vacunado con toxoide tetánico para evitar el tétanos. Ahora la Organización Panamericana de la Salud ha traído vacunas dúplex para la difteria y el tétanos, otra para el sarampión y la rubeola, y vacunas triples para la difteria, la tos ferina y el tétanos. Con ellas comenzaremos el domingo una campaña de vacunación.

¿Y la fumigación?


Trajimos un equipo para la vigilancia y la lucha antivectorial, pues muchas de las enfermedades mencionadas son transmitidas por ratones, moscas y mosquitos. Estamos listos para empezar a fumigar, solo esperamos la autorización del gobierno haitiano para el uso de plaguicidas, pues todos los países tienen regulaciones al respecto. Estamos seguros de que se aprobará, porque utilizamos solo los plaguicidas admitidos por la OPS. Usaremos, entre otros equipos, bazucas pequeñas, idóneas para manipularlas dentro de los improvisados campamentos, y otras de mayor alcance que permitirán que las nubes de plaguicidas lleguen a un radio más amplio.