Abanderado en la lucha contra la corrupción y el desgobierno (II)
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En su artículo “Yo acuso al presidente Prío de traicionar los altos intereses de la nación” del que hablamos en el trabajo pasado, Fidel añadió un nuevo elemento a su denuncia, no menos escandaloso que el anterior.
Para ello, según contaba el propio Fidel, «[…] Me metí en la finca de Prío, cerca de La Habana, con una cámara […] Alquilé en El Chico una avioneta, me monté y volé por arriba de la finca de Prío. ¡Sacando películas desde una avioneta!, con el cuerpo hacia afuera para captar las imágenes de abajo, parecía que uno se iba a caer y no dudo que faltara poco para que en verdad ocurriera, pues yo era un inexperto […] Dar una vuelta y pasearme por arriba de la finca de Prío me costaba cinco pesos. Retraté por aire y por tierra la finca del presidente donde trabajaban los soldados».1
Y el resultado de su investigación lo volcó en el trabajo publicado en Alerta: Las fincas —escribió— «Son administradas por el teniente del Ejército Marino Coy, que era sargento hasta el día 6 de este mes y año en que pasando sobre el escalafón militar, como regalo de Reyes, fue ascendido por el Presidente Prío».2 Y continuó: «Las labores del campo, y esto es lo gravísimo, son realizadas principalmente por miembros de las fuerzas armadas. Aproximadamente 40 reclutas del Campamento de Managua son trasladados diariamente a la finca por la carretera de Calabazar donde se les ve cruzar en el camión comando chapa oficial número 2770. Comienzan sus labores a las 7 a. m. y se marchan a las 5:30 p. m.»3
Con nombre y apellido señaló las tareas que desempeñan los diferentes miembros del Ejército. Escribió cómo soldados y campesinos eran sometidos a abusivas jornadas de labor; describió los cultivos, enumeró la cantidad de reses —incluidas 87 vacas Hershey—, cerdos y aves de corral; ofreció cifras de buldócers, tractores y hasta de una turbina perteneciente al Ministerio de Salubridad que se usaba para regadío. Se refirió a las inhumanas condiciones de trabajo, a las protestas de los soldados convertidos en obreros, a las peores condiciones de los trabajadores, que recibían salarios miserables. También comentó que las familias que antes vivían en esas fincas, habían sido desalojadas. Fidel aseguróque tenía las pruebas de cuanto había dicho y estaba dispuesto a entregarlas a un Tribunal de Honor.
Para concluir, remachó enérgico: «YO ACUSO al Presidente de la República de rebajar la dignidad de su cargo y su decoro de profesional, al indultar como presidente al que no pudo absolver como abogado. YO ACUSO: al presidente Prío de prostituir el espíritu de la gracia presidencial, cometiendo un delito de cohecho […] al otorgar el indulto de manera evidente mediante dádivas y presentes […] del indultado Emilio Fernández Mendigutía. YO ACUSO: al Presidente de la República de vulnerar todas las leyes del trabajo y las garantías de la legislación social […] YO ACUSO: al Presidente de la República de […] rebajar la función de las fuerzas armadas de la República […] YO ACUSO: al Presidente de la República de fomentar el latifundismo […] YO ACUSO: […] al Presidente Prío de traicionar los altos intereses de la nación, al intervenir en el mercado como un competidor más en la producción de leche, ganado y productos agrícolas, produciendo a más bajo precio por no pagar salarios […]».4
Tal y como antes había fustigado al presidente Ramón Grau San Martín, ahora alzaba Fidel su voz contra otro «auténtico», el presidente Carlos Prío Socarrás, con quien la desvergüenza alcanzó caracteres mayúsculos. Su labor de propaganda a través de la prensa lo convirtió en abanderado en la lucha contra la corrupción y el desgobierno.
Referencias:
1 Katiuska Blanco: Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo, Oficina de Asuntos Históricos, La Habana, 2011, pp. 26-27.
2 Fidel Castro: “Yo acuso al presidente Prío de traicionar los altos intereses de la nación”, Alerta, 28 de enero de 1952, en Antología documentos y discursos, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2016, p. 27.
3Ibidem.
4Ibidem, pp. 30-31.