Keyla Estévez: 26 años formando juventudes
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Entre los condecorados con la Moneda Conmemorativa por el 60 Aniversario de la UJC este 29 de marzo destaca la manzanillera Keyla Estévez, actual directora del Centro de Estudios de la Juventud (CESJ).
El galardón deviene reconocimiento a 26 años dedicados por completo a la organización, desde que se incorporó a sus filas, allá por 1992, durante el segundo año de la carrera.
“Yo me formé como licenciada en Biología en el Pedagógico de Manzanillo, y entré a la UJC bajo condiciones de mucho rigor. Había que ser ejemplo y tener actitudes de vanguardia. En mi caso, era dirigente de la FEU de mi facultad y luego llegué a ser presidenta de esa organización a nivel de universidad. Fue una etapa de movilización, en la que se abogaba por la lectura y el estudio intensivo”, recuerda.
Meses antes de terminar la carrera, Keyla pidió pasar el servicio social en una zona intrincada de la Sierra Maestra, para compartir saberes con los niños y pobladores de la montaña. Sin embargo, su primera experiencia como trabajadora le esperaría, nada más y nada menos, a dos cuadras de su casa.
“Antes de recibir el título de licenciada participé en un intercambio estudiantil de la FEU con universidades alemanas. Estuve un mes en aquel país. Entonces mi mamá, que asistió por mí a la graduación, les dijo a los profesores que me ubicaran ahí mismo, en Manzanillo, que yo no quería ir a ninguna montaña. No sé de qué manera le hicieron caso, pero a mi regreso me habían asignado a una secundaria básica cerquita de mi casa”, cuenta entre risas.
Cuando comenzó el servicio social y el director de aquella escuela vio la trayectoria de la recién graduada, enseguida la ubicó como guía base de pioneros.
“Si te soy sincera, aquello me asombró, porque nunca fui dirigente en mi vida pioneril. Pero empezamos a trabajar y en un año logramos el primer lugar en la emulación provincial entre secundarias básicas”.
Su buen desempeño frente a los pioneros hizo que Keyla pasara a ser presidenta de la organización en su municipio en 1996.
“Fue una etapa maravillosa. En Manzanillo había 113 escuelas rurales y dediqué mucho tiempo a visitarlas, a compartir con los niños, con los maestros. Creo que así fue como pude cumplir un poquito aquel sueño de trabajar en la montaña”, comenta.
Su futuro, no obstante, estaba en La Habana.
En 1998, Keyla fue promovida para trabajar en el Comité Nacional de los Pioneros, donde llegaría a ocupar el cargo de vicepresidenta.
Sobre ese periodo, concluido en 2010, recuerda que “el trabajo con los niños fue increíble. Exigía estar actualizada, tener carisma para comunicarme con ellos y sus maestros, para proponer soluciones. Es una organización muy creativa, que nos permitió estar cerca de Fidel en varias oportunidades”.
En diciembre de 2011 empezó a trabajar en el Centro de Estudios de la Juventud (CESJ), donde fue investigadora y jefa del Departamento de Investigaciones Sociopolíticas.
Sobre la experiencia en la institución, señala que “ahí fue donde aprendí a investigar de verdad, a interpretar los fenómenos sociales de otra manera. Descubrí que en la ciencia se puede encontrar la solución a muchas problemáticas sociales”.
Pero Keyla no solo investiga. Hace casi tres años es la directora del CESJ, una labor que considera difícil y apasionante al mismo tiempo.
“Yo digo que soy la ‘directora covid’, porque asumí el cargo en julio de 2019 y meses después llegó la enfermedad a Cuba. Eso hizo que algunos de los sueños que traía se vieran postergados”, lamenta.
No obstante, la manzanillera destaca que el centro ha seguido activo después de la pandemia, que cuenta con 17 investigaciones en desarrollo y ha incorporado a la ciencia nuevas metodologías.
Sobre el significado de haber recibido la Moneda Conmemorativa por el 60 Aniversario de la UJC, afirma que “es el reconocimiento de estos años dedicados a la organización, que va de la mano de mi agradecimiento a quienes me han acompañado durante la vida laboral.
“Significa mucho más compromiso y lealtad a la Revolución. Pero también implica ser más creativa y proactiva, sobre todo por lo que pueda aportar mi labor a los más jóvenes”.
En cuanto a sus metas dentro de una organización que arriba a su aniversario 60, considera que “el reto fundamental es que el CESJ esté en el epicentro de las problemáticas infanto-juveniles del país; que, más allá del análisis, proponga soluciones y que los investigadores encuentren la satisfacción a sus aspiraciones profesionales en la instituci.
“Los mayores desafíos son que Cuba siga existiendo y se convierta en la nación que todos soñamos”.