Tras 638 intentos fallidos de asesinato contra el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, los enemigos de la Revolución decidieron apostar a una carta «infalible» en su empeño enfermizo por cambiar los destinos de Cuba: el factor biológico, el tiempo.
 
Lo que no habían logrado bloqueos y sanciones, atentados y sabotajes, quedaría en manos de las leyes naturales de la vida, esas de las que ningún ser humano puede escapar.
 
Primero se frotaron las manos, esperando el colapso de la Isla cuando Fidel no estuviera al mando. Luego, creyeron que todo sería cuestión de aguardar un poco más, hasta que la «generación histórica» –aquella que había logrado el milagro de derrocar a una tiranía aupada por Washington, y de la supervivencia de la Revolución, a pesar del acoso feroz del imperio– ya no estuviera. El que espera lo mucho, dice el refrán, espera lo poco.
 
Por ello, ahí radica el legado principal del 8vo. Congreso del Partido Comunista de Cuba efectuado en el mes de abril de este año y que hoy sigue convocando al debate de un extremo a otro del país: en la continuidad, sin traumas, de un proceso que se mantiene fiel a sus esencias y a su historia.
 
Entre los acontecimientos más importantes de 2021 para los cubanos, no hay dudas de que sobresale la magna cita partidista de los comunistas cubanos.
 
A pesar de que la situación epidemiológica, derivada de la COVID-19, puso trabas en la dinámica del cimero evento, que se vio obligado a reducir la cantidad de delegados y posponer el proceso de balance a niveles municipales y provinciales, el Congreso fue un hito que sentó nuevas pautas para el rumbo de la nación, bajo premisas indispensables como la unidad, la democracia, la participación y los valores ciudadanos, así como la convicción de que «el Partido debe ser la fuerza que revoluciona a la Revolución», tal como señalara el Primer Secretario del Comité Central  del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
 
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, en la presentación del Informe Central, afirmó que en el Partido, como organización que agrupa la vanguardia revolucionaria, recae la honrosa misión de ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en el líder fundador de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
 
Con la convicción de que el desarrollo de la economía nacional, junto a la lucha por la paz y la firmeza ideológica, constituyen las principales misiones del Partido, el 8vo. Congreso concentró su labor en el análisis de los resultados del trabajo de tres comisiones designadas por el Buró Político.
 
La primera, presidida por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, abordó los resultados económico-sociales alcanzados desde la celebración del 7mo. Congreso hasta la fecha, y las proyecciones para avanzar en el desarrollo del país, la evaluación del proceso de implementación desde el 6to. Congreso de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, y la propuesta de su actualización y la de la Conceptualización del modelo económico y social cubano, así como el estado de cumplimiento de la Estrategia económico-social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19.
 
La segunda comisión, encabezada por el entonces Segundo Secretario, José Ramón Machado Ventura, evaluó el cumplimiento de la Resolución aprobada por el 7mo. Congreso sobre los Objetivos de trabajo de la Primera Conferencia Nacional, efectuada en enero de 2012, relacionados con el funcionamiento del Partido, la actividad ideológica y la vinculación con las masas, así como las proyecciones para perfeccionar el trabajo del Partido en las actuales y futuras circunstancias.
 
Por último, la tercera comisión, dirigida por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presentó una valoración acerca de la situación de la política de cuadros del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, las organizaciones de masas, el Estado y el Gobierno, así como el papel del Partido para alcanzar resultados superiores.

 
LA NECESIDAD DE IMPRIMIR MAYOR FUERZA AL PROCESO DE ACTUALIZACIÓN DEL MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL CUBANO
 
Sin ocultar problemas, deficiencias o errores, durante varias jornadas la vanguardia política del país debatió profundamente sobre la manera de avanzar a un mayor ritmo en el desarrollo del país.
 
Raúl fue enfático cuando afirmó que a pesar del empeño con que se ha trabajado, persisten efectos negativos asociados al exceso de burocracia, deficiente control de los recursos, causa y condición por excelencia del dañino fenómeno de la corrupción y otras ilegalidades, que limitan el incremento de la productividad y la eficiencia en el país.
 
Y dijo también que no han dejado de estar presentes problemas estructurales del modelo económico, que no proporciona suficientes incentivos para el trabajo y la innovación.
 
Para transformar de manera irreversible este escenario, se impone imprimir mayor fuerza al proceso de actualización del modelo económico y social, consolidar el proceso inversionista, sobre la base de su integralidad, potenciar la productividad y la eficiencia en el desempeño del sector estatal de la economía, y flexibilizar las formas de gestión no estatales, apuntó Raúl.
 
A pesar de las urgencias por dinamizar la economía cubana, el General de Ejército insistió en que las decisiones que se adopten en ningún caso pueden generar una ruptura con los ideales de justicia e igualdad de la Revolución y mucho menos debilitar la unidad del pueblo en torno a su Partido.
 
Más allá de las cuestiones fundamentales para la vida del país, el desempeño de la organización partidista, los conceptos y las definiciones teóricas, el 8vo. Congreso será recordado como el momento histórico cumbre de la continuidad generacional en la conducción de la Revolución.
 
Invicta, la generación histórica que hizo realidad lo que se decía que era imposible por aquellos años convulsos de la lucha en la Sierra Maestra y en la clandestinidad, y que bajo la guía de Fidel resistió presiones de todo tipo, incluida una invasión mercenaria por Playa Girón, traspasaba sus responsabilidades.
 
«Tal y como habíamos planificado, el 8vo. Congreso del Partido marcará la conclusión del proceso de transferencia ordenada de las principales responsabilidades por la generación histórica a las nuevas generaciones», expresó Raúl.
 
Sin ocultar la emoción, el Primer Secretario del nuevo Comité Central y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseguró que la Generación del Centenario del Apóstol, guiada por Fidel y Raúl a lo largo de más de seis intensas décadas, podía declarar, con dignidad y orgullo, que la Revolución Socialista, que hicieron a solo 90 millas del poderoso imperio, está viva, actuante y firme, en medio del vendaval que estremece a un mundo más desigual e injusto, después del derrumbe del sistema socialista mundial.
 
«Esa generación puede decir mucho más. Puede afirmar que la Revolución no termina con ella, porque logró formar nuevas generaciones igualmente comprometidas con los ideales de justicia social que tanta sangre ha costado, de los mejores hijos de la nación cubana», añadió Díaz-Canel y advirtió que «lo que recibimos hoy no son cargos y tareas. No es solo la conducción de un país. Lo que tenemos delante, desafiándonos continuamente, es una obra heroica, descomunal».
 
El Primer Secretario del nuevo Comité Central del Partido ratificó la idea de que el proceso revolucionario es uno solo, desde «el osado alzamiento de Céspedes» hasta nuestros días, de que han sido más de 150 años de lucha, y siguiendo la máxima martiana de que honrar, honra, resaltó el papel de Raúl en la preparación, conducción y liderazgo del proceso de continuidad generacional.
 
Con palabras sentidas, recordó la trayectoria del entrañable revolucionario, desde sus inicios en la política en el año 1952, el asalto al Cuartel Moncada, la contienda en la Sierra Maestra, su ascenso a Comandante y la fundación del II Frente Oriental Frank País.
 
Habló, además, de su liderazgo al frente de la nación en la última década, su legado de resistencia ante las amenazas y agresiones, y en la búsqueda del perfeccionamiento de nuestra sociedad.
 
«Raúl, como cariñosamente le llama nuestro pueblo, es el mejor discípulo de Fidel, pero también ha aportado innumerables valores a la ética revolucionaria, a la labor partidista y al perfeccionamiento del Gobierno», sentenció.
 
Y como muestra inequívoca de admiración y respeto de la nueva dirección del país hacia la generación histórica, afirmó que por mérito propio, por legitimidad y porque Cuba lo necesita, el General de Ejército será consultado sobre las decisiones estratégicas de mayor peso para el destino de la nación.
 
«Estará siempre presente, bien al tanto de todo, combatiendo con energía, aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria, a través de sus consejos, su orientación y su alerta ante cualquier error o deficiencia, presto a enfrentar al imperialismo como el primero con su fusil en la vanguardia del combate», agregó Díaz-Canel.
 
Por su parte, Raúl, desde su estatura de héroe, expresó la satisfacción de estar entregando las riendas del país «a un grupo de dirigentes preparados, curtidos por décadas de experiencia en su tránsito desde la base hasta las máximas responsabilidades, comprometidos con la ética y los principios de la Revolución y el Socialismo, identificados con las raíces y los valores de la historia y la cultura de la nación, imbuidos de mucha sensibilidad hacia el pueblo, llenos de pasión y espíritu antimperialista y sabedores de que representan la continuidad en la obra iniciada por Céspedes el 10 de octubre de 1868».
 
Desde entonces, ambos han cumplido su palabra. El revolucionario legendario, que por voluntad propia hiciera dejación de cualquier tipo de cargos, ha permanecido «con el pie en el estribo»  –como dijera él mismo–, pendiente de los asuntos fundamentales de la Patria.
 
Así lo hemos visto recibiendo a importantes personalidades, que han visitado la Isla, en reuniones del Partido, en el Ejercicio Moncada, en la inauguración del Centro Fidel Castro Ruz, en la clausura de la xx Cumbre del ALBA-TCP.
 
En tanto, el líder de la nueva generación de cubanos que ha asumido la guía del país, ha sabido soportar con firmeza el asedio de quienes pensaron que los días de la Revolución estaban contados.
 
Ocho meses después, los ecos del 8vo. Congreso siguen resonando. Luego de aquellas intensas jornadas de abril, el Primer Secretario del Comité Central del Partido iniciaría por Pinar del Río un recorrido que abarcaría todos los territorios, con un llamado a que las directrices, las ideas, los conceptos y los acuerdos emanados del magno evento formen parte del sistema de trabajo a todas las instancias.
 
«Le estamos cumpliendo al 8vo. Congreso», escribió en su cuenta en la red social Twitter, camino a Vueltabajo y luego, en esta provincia, advirtió que hay que lograr que todo lo que se haga contribuya a la implementación de lo abordado en la cita partidista.
 
Acompañado por el Secretariado, Díaz-Canel explicó que el objetivo era lograr que el Congreso tenga un seguimiento preciso y recordó que la compleja situación epidemiológica, provocada por la COVID-19, impidió el debate público previo de los temas que se abordarían en la cita partidista.
 
De ahí la importancia del proceso iniciado por Pinar del Río, para que la militancia conozca los documentos, domine lo que se discutió, y a partir de eso, proyecte la manera de concretarlos.
 
Entre los meses de noviembre y diciembre, se han efectuado las asambleas de los comités distritales y municipales, que debido a la pandemia habían sido pospuestas, en las cuales se ha seguido chequeando todo lo que se hace en cuanto al funcionamiento del Partido, tanto a lo interno de la organización como en su vinculación con el desarrollo económico de la nación y la labor política e ideológica.
 
El proceso, que ha incluido la elección de los organismos intermedios de dirección de la organización, dará paso posteriormente a las asambleas de balance a nivel provincial, previstas durante los meses de enero y febrero de 2022.
 
Las intervenciones comunitarias que se llevan a cabo en los barrios más vulnerables; los intercambios de nuestros dirigentes con todos los sectores de la sociedad, «pegando el oído a la tierra», escuchando las preocupaciones de la población; todas las transformaciones que hoy están aconteciendo en el ámbito económico y en lo social, también son continuidad del magno evento partidista y los nuevos derroteros que proyecta la organización, que recientemente celebró su iii Pleno del Comité Central.
 
Que el 8vo. Congreso siga vivo y que nada de lo que allí se abordó quede en el olvido, ha sido prioridad para la máxima dirección del país, con la convicción de que tal como señalara el Primer Secretario de la organización: «Lo más revolucionario dentro de la Revolución es y debe ser siempre el Partido».
 
 
 
EN CONTEXTO

•     El Artículo 5 de la Constitución de la República, cuya redacción íntegra fue obra personal del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, consagra al Partido Comunista de Cuba como la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia la construcción del socialismo.
•     A causa de las restricciones a que obligó la compleja situación epidemiológica, debido a la pandemia de la COVID-19, se redujo a 300 la cantidad de delegados al 8vo. Congreso, los cuales fueron propuestos desde la base y electos democráticamente  en representación de los más de 700 000 militantes, integrados en unos 58 000 núcleos.
•     El Partido arribó al magno evento con un incremento de 27 000 militantes, una cifra que mostró que se ha detenido el decrecimiento, que se manifestaba desde el año 2006. Al mismo tiempo se logró un aumento sostenido de los militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas.
•     En correspondencia con las tendencias demográficas de la nación, crece la edad promedio de los militantes del Partido, en el cual el 42,6 % tiene más de 55 años de edad.
•     En el periodo desde abril de 2019 hasta la celebración del 8vo. Congreso, el Parlamento cubano aprobó 11 leyes en interés de garantizar el funcionamiento y organización de las estructuras principales del Estado y el Gobierno. Por su parte, el Consejo de Estado emitió 33 decretos-leyes. Como resultado del trabajo de la magna cita partidista, fueron enriquecidos y aprobados los proyectos de Actualización de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano, del Estado de la Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución desde el 6to. Congreso hasta la fecha, y la Actualización de estos para el periodo 2021-2026.
•     La actualización de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026 traza las direcciones principales de trabajo para el próximo quinquenio, contribuye a encauzar las prioridades de la economía y la transformación del Modelo. El documento está conformado por un total de 201 lineamientos.
•     Al comenzar la sesión de clausura del cónclave, el General de Ejército Raúl Castro Ruz realizó la presentación del Primer Secretario del Comité Central del Partido, cargo para el cual fue elegido el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y también dio a conocer los 14 integrantes del Buró Político, de los cuales fueron ratificados nueve compañeros e incorporados cinco como nuevos miembros.
•     La convocatoria, el Informe Central, los discursos, así como las tesis y resoluciones emanadas de la cita partidista, la relación de los integrantes del Buró Político, del Secretariado y demás miembros del Comité Central del pcc, pueden  ser consultados a través de una aplicación para móviles disponible en Apklis, el Centro Cubano de Aplicaciones Android.
•     También están disponibles en los sitios web del Partido, de los medios de comunicación, de las organizaciones de masas y de los organismos de la Administración Central del Estado.
•     Desde la web de Granma es posible acceder a ellos también.