“Si los mercenarios, y los saboteadores, y terroristas, y contrarrevolucionarios vendidos al imperialismo no escarmientan, que no esperen que la magnanimidad y la generosidad de la Revolución sea eterna; que la Revolución, con todo el derecho que le da el haber sido magnánima y el haber sido generosa, se sabrá enfrentar con mano firme y con mano cada vez más generosa, se sabrá enfrentar con mano firme y con mano cada vez más firme al enemigo, porque en la misma medida en que el pueblo tiene más conciencia revolucionaria, en la misma medida en que el pueblo tiene una idea más precisa de la justicia de la causa que defiende, es más grande la repugnancia, es mayor el odio y la repulsa hacia los contrarrevolucionarios”.
References to the original:
Discurso pronunciado en la conmemoración del VIII Aniversario del ataque al Cuartel Moncada, 26 de julio de 1961