Los sucesos acaecidos en Cuba el pasado 11 de julio continúan incentivando la opinión de analistas internacionales.
 
El periodista español Pascual Serrano, en un artículo titulado El COVID como pretexto para atacar a Cuba, y publicado en Sputnik Mundo, escribió: «Desde el inicio de su Revolución Cuba sufre las agresiones y embestidas de Estados Unidos. La pandemia de COVID se utiliza como pretexto para una “intervención humanitaria” para asaltar la Isla». Más adelante sostiene: «Resulta curioso que los mismos que hacen llamamientos para solidarizarse con Cuba mediante intervenciones humanitarias no denuncien que debido al bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos en la Isla hayan tenido graves problemas de suministros sanitarios para luchar con la pandemia».  El destacado ensayista en su cuenta de Twitter ha expresado: «Pues si los medios de comunicación que sufren ataques y censura son los del Estado cubano, va a resultar que quienes son dictadura son los que combaten al Gobierno de Cuba».
 
También el catedrático y periodista franco-español Ignacio Ramonet ha ofrecido sus valoraciones. En entrevista a Prensa Latina afirmó: «Se trata de un guion bien elaborado y puesto en práctica antes, el cual, digamos, está bien listo para su aplicación según los teatros de operaciones», y aseguró que «no hay dudas de que es algo premeditado, y toda la artillería de las redes sociales se puso en marcha para, a partir de una pequeñita dosis de realidad, lanzar un guion absolutamente apocalíptico, que no tiene nada que ver con la verdad». Sobre la presencia del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en San Antonio de los Baños, refirió: «Me alegró muchísimo saber que (…) salió a discutir y conversar con las personas en la localidad de San Antonio de los Baños, donde comenzaron las protestas, porque eso no se ve en ningún otro país, en particular de América Latina».
 
Por su parte, el sociólogo argentino Atilio Borón escribió en el diario Página 12: «Lo que Washington ha estado haciendo se llama genocidio porque el bloqueo, condenado casi con absoluta unanimidad por la comunidad internacional, provoca enormes sufrimientos en la población. Esas políticas matan, enferman, provocan hambre y privaciones indecibles. Son, en pocas palabras, un crimen de lesa humanidad. (…) Algunas protestas actuales son comprensibles; otras, probablemente la mayoría, son producto de los dineros y la enorme campaña de desestabilización urdida por la Casa Blanca. Si bien tienen una magnitud muchísimo menor de lo que dice la corrupta prensa hegemónica, la dirigencia de la Revolución se hizo cargo de las mismas y explicó la génesis de esos padecimientos que movilizaron a las calles a pocos cientos de cubanas y cubanos».
 
El periodista y escritor argentino Mariano Saravia publicó en redes sociales: «Se puede ser de derecha, pero algunos periodistas latinoamericanos pasan a ser ridículos. Llegan al extremo de negar la existencia del bloqueo más largo y cruel de la historia: el de Estados Unidos contra Cuba».
 
El intelectual Fernando Buen Abad también manifestó que «el bloqueo contra Cuba es económico, militar, político y mediático. Y principalmente es el odio burgués que ansía venganzas». Igualmente añadió: No permitamos que ensucien la moral revolucionaria del pueblo cubano. Su talento, su seriedad, sus valores humanistas, su alegría solidaria y generosa. No permitamos que una horda de miserables, alimentados con odio-dólares, nos impida ver el fulgor de la dignidad revolucionaria.